(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 62

No quiero, lo siento

Thomas

Falta un mes para darle al mundo a conocer sobre quien es el autor, decidí seguir la idea de Victoria, cierro mi agenda y la laptop. Me llevo las manos a mis cachetes y noto que necesito rasurarme la barba.

Mientras lo hago, me pongo a pensar lo que paso la anterior noche en la fiesta, sigo enojado con Sofía por no comentarme de sus planes, como se le ocurre hacerlo sin consultármelo, ella aparece atrás desnuda.

-A qué hora te despertaste- me abraza por el cuello. Termino de rasurarme y decido lavarme la cara para quitar la espuma.

-Hace como dos horas- me limpio la cara y ella se pone frente mío.

-Lo siento, cuantas veces tengo que decirlo. Pensé que estabas de acuerdo con esto, que es lo que querías, hace unos meses lo anhelabas, y ahora estas diferente Thomas que ocurre, porque no te reconozco-se cruza las manos y me alejo de ella para ponerme mi saco de lana. Salgo del cuarto de baño y me voy a poner unos zapatos- ¡Thomas!- exclama mi nombre y le regreso a ver.

-Sofía- decido decirle la verdad.-No puedo, eres una excelente mujer pero no puedo seguir contigo, no te amo- le confieso mirándole a los ojos y ella se acerca rápidamente hacia mí y me planta una tremenda cachetada.

-No vas a romper conmigo Thomas, crees que no sé porque dices esto- se pone en defensiva y me lanza una almohada- sé que es por ella, sé que es por la pianista, la barata pianista- le fulmino y le alzo el tono de voz.

-No te atrevas a llamarla así- le amenazo salvajemente.

-Lo hare porque es una barata huérfana que no tiene padres- comienza a lagrimear y el maquillaje se le corre por los ojos.-Crees que no te investigue, crees que no sé qué también me ocultas algo- la miro y sus ojos se han vuelto grandes en este momento- sé que ya recuperaste la memoria.

-Si lo sabes porque sigues conmigo- le pregunto y ella coge el cenicero y me lo lanza en el abdomen. Eso si dolió y me pongo la mano ahí y me levanto del piso.

-Estás loca- le replico- esta re loca como te atreves a lanzarme esa cosa de mármol.

-Thomas, lo siento no quería pero me haces enojar.

-¡Se acabó!- le grito alejándome de ella- se acabó, para siempre alejate de mí Sofía, y no te acerques a Francis, sé que la invitaste de adrede para que escuche sobre el supuesto compromiso, pero ya te voy avisando que no pienso volver contigo- le digo, saliendo de la puerta y cerrándola muy fuerte.

**

Aparco en el apartamento en el que solía quedarme, supe que Jack está viviendo aquí, necesito hablar con él. Cuando salgo veo que la panadería y que ahora es cafeterita sigue abierta, el corazón me da un vuelco cuando veo a Francis muy cerca de Camilo, que hace con ese idiota. Celos me invaden en estos momentos, lo cerca que el esta y yo no, como se atreve a tocarle las manos. Cuando voy a entrar un niño aparece saliendo por debajo de la mesa, le sonríe a los dos y los abraza.

-¡Que!- abro la puerta y Francis alza la cabeza de la decoración que estaba haciendo. Le miro a los ojos y los pone como platos. El niño pega un brinco por entrar así, sin ser invitado. Camilo se pone frente a mí y luego regresa a ver a Francis que parece asustada.

-Thomas, te presento a mi familia- dice y yo le miro a la cara. Familia con Camilo, porque no lo menciono cuando la vi la última vez.

-¡Familia!- digo exclamando y mirando al niño que esta empapado con harina, Francis camina donde mí y exhala un respiro.

-Que haces aquí- pregunta como si hubiera visto un fantasma, Camilo la toma de la mano.

-Yo, vine a ver a tu hermano- me recompongo y meto mis manos en el bolsillo, les doy una sonrisa y miro al niño que se baja del asiento…..camina hacia mi sonriente.

-Eres el autor de misterio- dice con una voz angelical, le observo bien detalladamente y no me creo para nada que sea hijo de Camilo, me acuclillo para estar a su estatura.

-Lo soy, ¿te gustan mis libros?- en los últimos años he publicado libros de misterio y thriller la cual han ganado fama y es algo que me enorgullece de mí mismo.

-Me gusta tu último libro, tengo la trilogía de Despierta- alzo la mirada a Francis y ella parece confundida, su mano sigue agarrada a la de Camilo- ¿tu lees sus libros Tabari?, ¿desde cuándo?

-El tío Jack me los da- sonrió con malicia y  tomo la mano del pequeño.

-Es bueno que leas mis libros, pero sabes que no son para tu edad que tal…

-Es que me gustan- se cruza de brazos- me darías un autógrafo- asiento y el me suelta para ir por un esfero y una hoja. Me levanto y Francis suelta la mano de Camilo.

-Wau mi hijo lee tus libros- dice Camilo y Francis parece incomoda.

-Tu hijo- digo un poco enojado y con el mentón tenso.

El pequeño viene con los materiales y decido firmarle con cariño, le hago una carita feliz.

-Es un gusto conocerte…

-Tabari- dice dulcemente y Francis me sonríe forzadamente.

-Bueno es hora que me retire- visitare a Jack a la otra pero esto no se queda asi, me has estado mintiendo Francis desde que nos volvimos a ver, no me creo que ese niño sea de Camilo, más cuando no tiene los ojos de él y tiene los míos, los reconocería, siempre lo haría.




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