Mi imperio
Thomas
Entro por la puerta y Jack me atiende.
-Un americano- le digo dejando un billete de diez.
-Enseguida- dice emocionado y toma el billete para ofrecerme el cambio.
-No te demores – le grito en tono de diversión, cuando ya está virado cogiendo unos de esos vasitos de plástico. Cuando viene, me da mi pedido.-Rayos Jack que es esa música india- digo en broma.
-No es indio, el artista se llama Sting - Desert Rose, es un cantante genial- me siento en una de las mesas y el me acompaña, la cafería por ahora esta vaciá, ya que es muy temprano y nadie madruga a las seis de la mañana aquí, no más que yo.
-Tus gustos sí que son extraño, eres muy inicio dos mil- digo amigablemente. Y el sonríe poniéndose la gorra de trabajo.
-Único dirás- se estira y cruza los brazos- ahora como así, a que debo tu visita- dejo el vaso sobre la mesa y lo miro.
-Quería saber di ti, la última vez no tuve tiempo para charlar contigo, saber de tu vida, de lo que hiciste en todo este tiempo. Y me preguntaba si no estás enojado conmigo por lo de tu hermana. –Me da una mirada profunda y suelta el aire que estába conteniendo desde que hable.
-No lo estoy, yo, admito que si me decepciono que aparecieras así como si nada, pero cuando supe la verdad sentí lastima por ti- endurezco mi cara- ella sufrió mucho, le hiciste mucha falta y solo tenía a sus amigos y a mí además de su mascota- pone los brazos sobre la mesa- pero no estoy enojado.
-Sabes que yo si estoy enojado conmigo, en todo este tiempo estuve sintiéndome solo y vacío, construyendo supuestamente mi imperio que el señor Black me lo dejo- bebo el americano.
-El señor Black…nunca lo conocí pero por lo que me hablaron de él, sí que es extraño, ¿porque te lo dejo a ti?- me pregunta curioso.
-Jack, vengo del pasado, capaz porque era la única persona en la que confiaba, y la única que conocía bien, él tenía sus secretos sabes, era muy mágico a la vez, porque a veces creía que hacia magia, me llamaba loco cuando supuestamente lo que veía eran como reflejos.
-Tu sí que eres una persona que está rodeado de fantasía- se rasca la parte de atrás de la oreja- extraño jugar básquet contigo- admite y se avergüenza un poco.
-Yo también campeón, y dime cómo va la universidad, supe que estudias Administración de empresas con Eduardo.
-Siempre unido él y yo, es como mi hermano- sonrió- y si es verdad, ya me falta poco por terminar la verdad, me falta un semestre y después quiero ver si sigo una maestria- asiento.
-Me alegro por ambos, quiero que llegues alto- miro a la cafetería que antes era una panadería.
-¿Y qué piensas hacer con la panadería- pregunto bebiendo mi último sorbo?
-Seguir siendo el dueño claro, expandir el negocio- sonríe.
-¿Y tu novia?- cambio de tema.
-No la tengo, es mejor estar solo- asiento con la cabeza y pienso, supongo que le ha de ver ido mal en el amor a este chico.
-Ya verás que todo puede cambiar.
-Todo.
Me levanto y me despido de Jack diciéndole que pienso venir muy seguido a seguir comprando café.
Cuando me alejo de su abrazo, alguien entra por la puerta, nos giramos ambos y veo a Camilo.
-Vaya- dice esquivado mi presencia y dirigiéndose para beber agua.
-Deberíamos hablar- subo el tono de mi voz- te espero afuera y Jack nos mira a ambos lados como confundido.
-Rayos, Thomas ni pienses agarrártelo a puñetazos, mi hermana me comento lo que hiso la anterior vez. Debes tener…-- le detengo.
-Lo sé, lo sé, ahora continua con tu trabajo- veo a gente ingresando al lugar – y salgo por la puerta agarrando mi paraguas.
Lo abro y espero dos minutos cuando el asoma, dejando que se moje su cabello y su chaqueta de cuero.
-Lo siento, pero tenía que hacerlo- dice sin importancia.
-Sigues siendo un rebelde- serie de lado irónicamente.
-Siempre lo fui, y siempre estuve ahí con ella- trata de hacerme enojar, admito que me da un poco de celos pero me controlo para no darle su cachetaso.
- Y para variar veo que sigues siendo muy fiestero- le replico- el retrocede y hace una mueca.
-Mira Thomas…..
-Mira nada- le callo- se lo que hice y sé que no estuve- pero ahora estoy dispuesto a recuperar a mi familia.
-Familia, ja, no me hagas reír, tú no perteneces aquí, a este tiempo- eso es un duro golpe.
-Pertenezco, te guste o no, y por favor no vuelvas a tomar decisiones precipitadas sin consultar a Francis- le dijo nuevamente con la palabra en la boca y me giro para meterme a mi choche pero choco con alguien.
-Victoria- digo asombrado.
-Thomas, me dijeron que estabas aquí- menciona, me giro a Camilo y se nos queda viendo juntando las dos cejas.