Encantado
Thomas
La miradas entre nosotros pueden ser únicas pero en este caso son más que únicas, en esta salida donde todos estamos sentados frente a la actuación de Tabari, encarnando a un príncipe, se ve muy tierno, cuando bajo mi mirada hacia los zapatos de Francis me doy cuenta que carga puesto los zapatos que le regale. La miro y ella se voltea para decirme.
-Lo hace tan bien, ¿no crees?- y asiento, después miro a mi pequeño alzando una espada, por mi mente cruza, me perdí tantos momentos, tantas risas, verlo crecer, me perdí mucho.
-Te amo- digo en voz alta y reacciono por lo que acabo de decir y Francis me mira sorprendida- a mí a mi hijo- corrijo para que no se asuste, pero por una parte no es mentira también la amo a ella.
-Ah vaya- dice y se cruza de brazos media triste.
Cuando la obra termina, nos levantamos para ir a ver a Tabari pero mi celular suena. Miro el número y un poco de enojo aparece en mí.
-Me voy a despedir de Tabari, tengo que irme paso…..debo atender algo- le digo cuando entramos al aula de Tabari.
-Mami, Papi- sea acerca para abrazarnos y lo hacemos. Nos comenta de lo nervioso que estaba, del miedo de que no salga como el esperaba y un montón de cosas, me acuclillo y apretó su abrigo hacia su cuerpo.
-Tabari, papi tiene que irse- menciona Francis. Mi hijo hace un puchero.
-No reclames por qué Tabari- le dice antes de que proteste. Y también se acuclilla.
-Per….mañana si vas aparecer en el recital de mama- dice de la nada y Francis abre los ojos como plato.
-Thomas, tienes cosas que hacer- dice, no me ha dicho de su concierto, y si no lo hiso es porque no quiere que vaya o pienso mal.
-Iré si Francis quiere que vaya- digo sonriente y ella me mira.
-No tienes…..- le callo.
-Shh. Sabes que puedo- hare espacio solo pare verle a ella tocar el piano.
-Genial, mama va cantar por primera vez- dice emocionado Tabari.
-¡Tabari, silencio!- le reprende su mama y yo me burlo un poco, es solo un inocente.
-Iré aun así, solo para verlos- ella me mira.
-Te veré ahí entonces, te mandare la dirección, y reservare un asiento para ti – asiento emocionado por dentro. Me despido de ambos y salgo de la escuela para ir a ver a Sofía.
La nieve cae en mi cabello y me la saco enseguida, entro al edificio y la veo hablando por teléfono muy temerosa de que alguien le cachara.
Cuando estoy a pocos pasos para tocar su espalda, la escucho.
-Cumplo con todas mis órdenes, tratare de retenerlo y obligarlo- ella se da la vuelta y pega un grito viéndome.
-Thomas, ¿a qué hora llegaste?- pregunta asustada y apaga su celular.
-¿Qué haces Sofía?- pregunto curioso por su comportamiento.
**
Esta historia no puede terminar Francis, no aun. Me ajusto la corbata negra bien, me observo el esmoquin negro y Victoria aparece detrás de mí.
-Seguro que quieres que vaya contigo- pregunta dudando si acompañarme o no.
-Si- digo- además es 24 de diciembre, que te vas a quedar haciendo, no tenemos nada pendiente entre familia, solo trabajo.
-No puede creer que decidiste trabajar hoy, en vez de tomarte el día- luce un vestido rojo muy ajustado y respetable, se ve increíble mi amiga.-Además no dudes, le mande un mensaje diciendo que me reserve dos asientos. Ella sabrá que estarás ahí.
-Está bien dice emocionada, gracias por llevarme. Me pregunto porque no hiso cena.
-Bueno porque no le quisieron cambiar la fecha y porque quieren que el recital se vea especial para una noche como hoy- digo poniéndome mi saco y mi bufanda negra. Cuando termino con todo, también le ayudo a poner su saco rojo a Victoria y salimos de la mansión, de esta mansión que un día fue el hogar del señor Black y la mía en un pasado y es en un presente.