Camping
Francis
-Aunque no haya foto de mi tatarabuelo, no creo que toda la gente me crea, sabes – me dice Thomas muy triste. Vino aquí y me conto todo lo que le acabo de pasar en la oficina.
-Fue valiente al confesarte todo- tomo su mano y le coloco un guante para que se abrigue. Levantamos la vista y Erick esta armado la carpa.
-Tengo que encontrarlos, tengo que enfrentarlos.
-Thomas y si…- me regresa a ver.
-¿Y si?- trato de decirle que puede olvidar ese dolor que siente pero veo que es imposible solo con ver su reacción.
-Nada- suelto su mano y me levanto para ayudar a Renata con la comida. - Voy ayudar armar, tu también deberías hacerlo- y el asiente levantándose también.
**
Trato de enviarle un mensaje a mi hermano - no te olvides de darle leche con conflex en el desayuno a Tabari- aplasto enviar y la señal no ayuda. Cuando aparece dos barritas sale enviado.
-¡Al fin!- guardo mi celular y me acomodo el gorro. Veo de lejos a Thomas hablando con Camilo, rayos espero que no se estén peleando y más dándole malos consejos a Camilo, lo cuelgo si lo hace, cuando me acerco ellos se callan.
-Francis- Thomas toma mi mano y por un momento pienso que somos en este momento él y yo - ven la cena ya está- me jala para llevarme a la mesa con el resto, Camilo viene atrás nuestro.
-Lo que hicimos nos calentara- dice Renata sirviendo café en la tasa de Erick- después podemos ir a caminar un rato o ir hacer amigos de los demás que les gusta acampar.
Ella lo odia siendo honesta y en este momento me rio de su sarcasmo.
-Buena amiga- digo sirviéndome un poco de té caliente.
-Les parece si jugamos cuarenta- propone Thomas y le regreso a ver.
-¿Cuándo aprendiste a jugar?- pregunto desconcertada.
-En todos estos años se volvió un experto- Camilo responde por él. -Si pierdes duerme en el carro- le regreso a ver fulminándole- pero si ganas nos llevas a todos a tu mansión, rayos amigo quiero conocer la famosa mansión Black-Thomas se carcajea
-Trato echo- y yo me sorprendo por lo que acaba de pasar.
Media hora más tarde todos estamos jugando cuarenta, voy perdiendo $50 dólares, y vaya que Camilo es bueno, y Thomas también para mí que estos desempatan.
Nos miramos tapando nuestras cartas y termino perdiendo cuando lanzo una carta mala.
-Perdí- digo.
**
Ya acostados, miro a Thomas escuchando música por unos auriculares, me acerco más a él y tomo uno poniéndomelo en mi oreja más próxima.
Killing me softly with his song, Killing me softly with his song- él me regresa a ver y le sonrió, pero el parece perdido, como si le costar decir algo. Tomo su mano y la apretó.
-Tienes algo que decirme- susurro en voz baja- niega-¿seguro?
Se queda callado y se da la vuelta llevándose consigo el auricular.
Me siento y yo también me volteo para entrar en un sueño pesado.