Capítulo 79

No sabía nada

Francis

-Tienes que saber algo- Renata esta parada en mi puerta sobándose la pansa, en muy pocos días da a luz a su primer hijo.

-Que pasa- pregunto cerrando la puerta y ella se sienta.

-Erick me conto que está ayudando a Thomas a regresar a 1900- abro los ojos y una tristeza se produce en mí, mezclándose con un poco de enojo.

-¡Que!- exclamo sosteniéndome de la pared- ¿Thomas quiere volver allá?

-Si y Camilo también lo está ayudando, me dijo que sus enemigos están aquí, no sé de que enemigos diría porque no me aclaro, él me dijo que no te contara nada, pero creo que necesitabas saberlo Francis, por tu bien.

-No puedo creer que no me haya dicho nada Thomas- me dirijo al baño y me lavo la cara.

-Bueno capaz tiene un plan, y si va a regresar- me lavo la cara y me miro en el espejo, con razón la anterior vez estaba distante conmigo, como me pudo ocultar esto, mentirme.

-Es un egoísta, como puede pensar solo en él- regreso a ver a mi amiga y me arrodillo para llorar como una niña.

-Francis, no te pongas así- me soba la espalda.

-No puedo, como quieres que reaccione se va dejándome sola con Tabari, ni si quiera se molestó en despedirse. Es un idiota.

-El….ya veremos - es lo último que dice Renata antes de abrazarme.

**

Sueño, ese sueño, el mismo que tuve hace tiempos. Un hombre con cabello ondulado, le llega hasta los hombros, viene a mí sonriéndome, toma mi mano, y ambos nos miramos ahora, después a la luna y es como si sintiera en ese sueño que siempre lo tuve y siempre fue él. Al fin me muestra su cara, mi hombre del pasado.

-¿Esta lista? – pregunta la joven y le regreso a ver y asiento. Mi vestido negro que esta sin mangas y deja un poco descubierto mis pechos, me asfixia. Mi peinado es una coleta recogida en moño y hace que me duela la cabeza. Esta mañana cuando vino Renata me dio esta noticia que hiso que mi día sea desmoronado y no quiera dar el concierto de piano. Y más levantándome soñando con él, no me ayudaba en nada.

Reviso mi celular y en cinco minutos tengo que salir, me llega un mensaje de Erick.

Mi esposa te fue el chisme verdad, ella me lo conto. Si quieres hacer algo ven rápido al Central Park Francis, detenlo o al algo.

Abro mi boca y el corazón me palpita muy rápido. Que hago. Pienso y pienso y ya decidí.

Agarro fuerte las vastas de mi vestido negro y salgo corriendo por el pasillo, me encuentro justo con una empleada y le digo que se cancela el concierto.

-Hazlo, di que me desmaye yo que se invéntate algo. Tengo que ir por él.

Salgo del coliseo, y la noche esta tan cálida eso me indica que muy pronto llegara el verano. Tengo suerte el Central Park esta solo a tres calles, corro lo más deprisa. Como si quisiera ganar una caminata de atletismo, me disculpo con la gente que voy jopeando a un lado del brazo.

Casi me caigo, pero no. El césped toca mis pies desnudo y corro hacia donde están ellos, corro por él, hacia mi vida con él, corro porque lo amo.

Camilo desaparece en el árbol y Erick empuja unos cuerpos, Thomas lo sigue atrás suyo, no regresa a verme, no lo hace. Grito.

-¡Thomasss!- me voy a quedar afónica por lo menos un mes. -¡Thomas!- Erick es el único que me regresa a ver. Justo cuando esta por desaparecer en el árbol, veo a la luna y grito su nombre - ¡Thomassss!- y lo hace el me regresa a ver y sonríe. Corro hacia él , una luz brillante emana el árbol, es blanca y siento como si saliera brillos de ahí.

-¿Me amas?- me pregunta y asiento enseguida estando agotada de tanto correr.

-Si, te amo.

-Yo también- sonríe icónicamente – y me quedare en esta hermosa ciudad…contigo a empezar de nuevo. Prometo regresar para estar contigo y mi hijo. Esperame- es su última palabra antes de desaparecer por ese portal. La luz de desvanecer y miro alrededor para encontrarme con un Erick triste y feliz al mismo tiempo.

-Es muy loco todo esto, verdad- y asiento feliz corriendo abrazarlo.

-Lo es… el volverá para estar aquí.

-Lo hará.