Te he visto bailar
Francis
Bailo, Bailo y Bailo- Ojos así de Shakira- hace un mes que se fue, hace un mes que Renata dio a luz, hace un mes que vendí mi casa y me mude nuevamente a mi antiguo hogar, hace un mes que ayude a mi estudiante a conseguir la beca que tanto anhelaba, hace un mes que renuncie a mi trabajo de ser maestra en la Universidad que trabajaba. Ojo eso no quiere decir que renuncio a mis conciertos, sigo siendo una pianista fabulosa.
Renata a tratado de conseguir su antigua figura y hoy se dio un espacio para que nosotras salimos a disfrutar de la noche, al igual que yo, mi hermanito me hace el favor de cuidar a Tabari. Me siento alado de ella, cuando termino mi cover. Ella saca su guitarra de la bolsa y se la coloca alrededor. Todos nos regresan a ver y yo tomo el micrófono y cantamos ambas Chiquitita del grupo Abba.
Juntas nos adentramos después a un bar a beber un par de cervezas y a contarnos de todo lo que nos pasa cotidianamente, unas personas parecen reconocerme y se acercan para pedirme autógrafos. Después agarradas de los brazos juntas nos vamos a caminar por las calles de Manhattan.
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Una semana después, me veo vendiendo alguna de mis cosas del hogar por el internet. Todavía pienso en Thomas y en su promesa de que regresara. Victoria le hiso una propuesta a Erick de trabajar en la empresa de editorial, ya que cuando fue por primera vez a su biblioteca quedo encantada con todos los libros que vendía y leía, y releía. El con gusto acepto. Seguro a Thomas le hará feliz esto. Por otro lado Victoria no regreso a la editorial, ella se embarcó en conocerce así mismo.
Victoria y yo bajamos el escritorio de último modelo que vendí por línea. Y me ayuda a llevarlo a la persona que lo compro. Parece un joven universitario, no da el dinero y yo le agradezco por su compra.
-Y bueno cual es la siguiente parada- pregunta contando los billetes- regreso a verla y le pregunto.
-¿Dime tu?, tienes algo que quieras hacer- ella pone el dinero en la guantera y me mira.
-Si, quiero ir a San Francisco, me quiero a vivir ahí y poner una tienda de antigüedades. Por ahora sé que es lo que me gusta y sé que Thomas traerá cosas del pasado. Ya sé lo que quiero de mi vida, y es poner una tienda donde también se venda ropa de circo y cosas de esta misma. Quiero mudarme para emprender mi propio negocio- pestañeo por su revelación y me sorprende todo esto. Sonrió.
-Está bien, vayamos a San Francisco para ver si encontramos algo. Pero no quieres volar por los aires….pertenecer al circo- me mira y también sonríe.
-No, si estoy aquí es porque vine a empezar de nuevo, y no quiero estar por lo aires, quiero hacer lo que siempre me ha gustado y es manejar mi propio negocio de antigüedades.
-Vaya cambio, esa parte no sabía de ti- agacha la cabeza y de pues la eleva muy feliz.
-Camilo me invito a ir con él a un partido de béisbol, cuando vuelva – parece un poco avergonzada, seguro piensa que Camilo me puede gustar pero no es así es solo mi mejor amigo.
-Hacen una bonita pareja- enciendo el motor del carro y me echo andar en la maravillosa mañana de un jueves.- Él es un gran chico- le ánimo para que no se dé porvencida con él- así que conocelo, te vas a sorprender, él es único.
-Gracias Francis- abre la ventana y el viento sopla nuestros pelos.
-Bueno vamos a San francisco- digo animada y sé que pronto trende a mi Thomas conmigo. Regresa ya mi hombre de pasado.
Cruzamos el puente rojo junto al mar celeste y Victoria saca un poco la cabeza para ver.
-Esto es tan único, amo este siglo. Soy libre al fin- dice toda emocionada, me alegro por mi amiga, sé que apenas en estos meses no hemos ido conociendo de a poco, pero veo que es una gran persona.
-Allá vamos- alzo la música que suena en la radio y es una animada que nunca en mi vida había escuchado, pero aun así se siente bien.