(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 82

Estas muy cerca de ser quien eres

1901

Thomas

Me despierto y veo Camilo acostado en el sillón que da la ventana principal. Me acerco para verlo y parece un angelito. Pienso en Victoria y me digo a mi mismo, si no es este chico, entonces no sé quién será. Hace un par de días me había contado que Camilo la invito a salir y se besaron, fue la primera vez que sintió un beso de verdad, que sabía a menta, y se sentía como el hogar.  ¿El chico rebelde puede hacer sentir eso a una mujer? Rayos, seguro aparenta ser una persona que no es y de seguro tiene también su historia.

Me mira con esos ojos de gato bien abiertos.

- ¿Qué haces viéndome dormido?- pregunta bostezando. Pongo mi taza en el mesón de madera y abro las cortinas.

-Buenos días caballero- digo bromeado y él se sienta viendome extraño.- Estaba pensando eso es todo, te veas como un angelito durmiendo.

-Que extraño eres- balbucea limpiándose los ojos con los dedos.

-No. Bueno tenemos que hacer muchas cosas. Imagina descubrí que estamos en 1900, en verano y parece de locos pero aun no sale la revelación. Así que estamos en la fecha justa, en la que él iba a revelarse ante el mundo. Según mi análisis dice que desapareció hace una semana atrás. Y como los tiempos, minutos y horas son distintos en ese portal y todo esto. Estamos a tiempo- Camilo me mira confundido y yo me rio- estamos a tiempo así que lavate- me levanto yo también y justo golpean la puerta. Me dirijo abrirla y es un policía.

-Tenemos que decirle algo, ellos han escapado- me informan y pestañeo a cada rato. Seguro Franklin va intentar decir mentiras ante el mundo, hoy es la conferencia.

-No puede ser- levanto la mirada y el policía me mira triste.

-Estamos buscándolos, no se preocupe. Hoy tenia creo…programado algo por lo que dijeron- asiento.

-Tenemos que ir- es lo último que digo antes de entrar a mi habitación y buscar en mi armario viejo ropa del este siglo. Le grito a Camilo desde la puerta.

-No hay tiempo vístete.

-Que, no…Esta bien que me ponga mi ropa de ayer, esta sucia- le tiro un par de pantalones y una camiseta.

-Qué es esto, no me pondré muy antiguo, muy…

-De mi siglo- digo – la vestimenta no importa así que vístete.

**

Juntos corremos y siento por un momento que no debo alterar nada, no quiero destruir nada, si no se formarían paradojas o estoy mal. Camilo me sigue y parece visualizar a todos a su alrededor, parece más sorprendido por la vestimenta que todos llevan, por las casas, por todo.

-Estas personas, son todos diferentes, sus facciones, sus cuerpos- se pone alado mío justo cuando llegamos a la principal de la editorial que lo va a reconocer. Pero no lo veo, no veo a Franklin ni Antonie.

-¡Chicos!, llegan tarde- regresamos a ver y veo a Antonie fumándose un cigarrillo- él ya se adelantó por ti, acaso crees que va dejar que le quites lo que debió tener él.- Esto me enoja, una rabia me invade y le planto un puñetazo a este hombre, y otro por herir a mi amiga.

-¡Auch!, hijo de perra, ojala no tengas que volver.

-Ya veremos- menciona Camilo y le tira un baldazo de agua sucia en la cara.

Franklin sale triunfante y justo las personas van a su encuentro.

-Thomas, ve acolate ahí, se valiente y ve por lo tuyo- me dice Camilo empujándome, yo lo regreso a ver perplejo y reacciono, corro y quito a la gente a mi alrededor. Me pongo delante de él y se sorprende.

-Hola a todos- saludo manteniendo la mirada en él, cierro los ojos y me volteo para ver a la gente.- Soy Jack Goulding- les digo y esto se impactan formando susurros uno entre otros. Hasta que la veo, una pelirroja bien vestida elegantemente sonriéndome y aplaude. Todas la siguen y atrás de ella aparece Silby, Mary, Elizabeth y Connie aplaudiéndome también y por un momento caigo en cuenta que siempre estuve rodeado de ellas pero con sus familiares de generaciones futuras, Erick tataranieto de Aurora, solo con la mirada y piel blanca caigo en cuenta de Renata es el pariente lejano de Silby y Elizabeth tiene la misma mirada de Eduardo, bueno Mery que podre decir no sé si se casaría con toda la riqueza que quería pero me imagino que solo de una persona se enamoró de verdad y es de Richard, como no me di cuenta, en la rebeldía de Camilo.

Para no cambiar nada, y alterar nada y la gente del futuro siga creyendo que un joven Thomas Lowell es el tataranieto, miento diciendo que Jack Goulding es pero con mi apariencia.

-Estoy feliz de anunciarles- Camilo se pone a atrás de Franklin y lo sujeta de los brazos, la policía viene y lo arresta.

-Él quería usurpar mi identidad- digo finalmente- pero no lo hiso porque llegue a tiempo y estoy feliz de anunciarles sobre el libro que escribí- la gente se altera un poco y me preguntan y preguntan y anotan en sus libretas.- Pero es gratificante todo esto, pero temo decirles que me retiro como autor, pienso irme muy lejos- mis amigas me ven y no parecen decepcionadas.

 Una hora después de dar la entrevista final de este tiempo, salgo con Camilo, parece sudoroso, feliz, me regresa a ver.




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