(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 83

Es hora de ir

Grevor Black

Que si saben de mí, pues no. Soy un viejo de ochocientos años de edad que decidió convertirse en mortal en enero de 1900. Cuando era niño mis padres murieron por deber deudas a la gente que se creía poderosa en ese tiempo, debo decir que termine trabando por un tiempo en un castillo, como criado. En una noche de navidad cuando tenía ocho años, recuerdo que tenía mucho frío, tenía miedo, era un huérfano sin familia, los niños de mi entorno me despreciaban, recibía castigos por cometer errores, el rey por aquella época sintió compasión por mí y  me regalo mi primer regalo, fue un gorro verde para aquel invierno. Fue lo único que recibí.

Cuando regrese a mi cama, el 25 de Diciembre, el vino a cambiarme la vida. Me levante de nuevo, ya que escuche voces, pequeñas voces que sonreían y lo vi. El hombre viejo tenía una gran barriga, una barba blanca muy larga y un gorro rojo. Era papa Noel y era real. Justo cuando iba a regresar a mi cama el me noto y me sonrió.

-Niño ven aquí- me llamo con el dedo yo siendo un niño muy tímido me acerque, era algo único y fantástico.

-¿Crees es la magia?- me pregunto y yo asentí por primera vez. –Muy bien, comerías conmigo estas galletas- tome asiento en el sillón rojo y los duendes se sientan alado de él.

El miedo me invadió en ese momento, ya sea que hubiera aparecido alguien. Todos me sonrieron se vio un poco tétrico, pero después me relaje y me senté a comer galletas con él.

-¿Cuál es tu deseo Grevor?- me pregunto.

-Tener un hogar al que pertenecer- digo viendo hacia la ventana.

-¿Quisieras unírtenos?, alguien te ha estado cuidando en secreto, sin ser asignado. Ella lo hiso por cariño.

Me volteo a verlo.

-Unirme a donde.

-A mi hogar, vivir conmigo, hacer juguetes.

La emoción me invadió en ese momento, acepte sin pensarlo. Desde ahí comencé a creer en la magia y en todo lo que rodea esta fantasía.

Regresando a mis recuerdos de 1900, cuando lo vi por primera vez, me trajo a mis recuerdos de cuando era niño, y la primera vez que vi a su papa, cuando acompañe a papa Noel a entregarle su regalo, tuvimos una conexión de amistad desde ahí.  Enterarme de la muerte de cada uno de su familia fue difícil para mí, me acerque para conocerlo mejor. Desde ahí supe que debía estar cerca, así que renuncie a ser un elfo y me embarque a crear un hogar en la civilización. Y puse mi negocio de juguetes que con el paso del tiempo fue progresando ahora actualmente en este siglo 21 mi nieta se hace cargo de eso en Nueva York. Y renunciar a mi inmortalidad fue lo más satisfactorio que me ha pasado y la mejor decisión que he tomado. Guie a Thomas hacia su dirección, ayude a Victoria conseguir la vida que quería, ayude a Francis a encontrar al amor de su vida y su conexión con él, y por ultimo ayude a mi nieta dejándole una pista. A donde le lleve el destino. Seguro ella me recordara con cariño.

-El padre de Thomas estaría orgulloso de su hijo- por último, digo en voz alta viendo el atardecer del verano.

-Tú crees- me volteo y veo a la mujer. Ojos verdes que parecen azulados de lejos, cabello rubio y una silueta fina, me sonríe y despliega sus alas para acercarse a mi.- Estoy feliz por ti Grevor, has crecido y ahora estas todo un viejo- me acaricia mi mejilla y por un momento me siento como un niño que quiere llorar.

-He esperado mucho para verte- el ángel que me cuidaba desde niño está aquí.

-Siempre estuve atenta a ti, y a los niños que necesitaban encontrar un hogar, regresar con su familia así estuvieran muertos. Aunque fui desterrada me gusta esto y no podría renunciar.

-Gracias por llevarme con el cuando era niño.

-No fue por nada Grevor. Ya cumpliste tu sueño, formar una familia, guiar a tus conocidos hacia su destino.

-Voy a extrañarlos, me hará falta a donde vaya.

-Para nada, porque al lugar que vas estarás reunido con tu familia, cerca de tus amigos que viste morir con el tiempo. Papa Noel seguro estará orgulloso de lo que realizaste aquí en tierra firme con los humanos.

Asiento y estiro mis brazos hacia atrás mío juntándolos.

-Ya estoy viejo, seguro he estado vagando viendo que se cumpla todo como lo planee.

-Claro que se cumplió, Thomas va con su amada, Victoria correrá hacia su destino, tu nieta será guiada para vivir su experiencia y ella decidirá por sí mismo. Dru estará alado de ella como un amigo, guiándola.

-Gracias nuevamente, ¿me gustaría saber tu nombre?- toma mi mano llena de pecas, siento su suave tacto.

-Me llamo Iris- mis pies se levantan y volamos hasta descender hasta el piso.

-Y ahora que haremos- pregunto apoyándome en su brazo. Una extraña sensación de conformidad me invade y es como si quisiera ir a dormir para siempre.

-Es hora de ir a tu hogar, un hogar que es infinito y tranquilo. Estarás bien Grevor. Todos en el polo Norte te recordaran, todos tus amigos te recordaran.




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