(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

V

Esto es tan hipnótico. Miro los colores amarillos mezclado con el rojo dando su tono naranja. Vuelvo a meter la cuchara en el plato y me mando una bocanada de conflex con leche, y vuelvo a ver el video de las aureolas, existen muchas pero esta me llamo la atención. Decido imprimirla y guardarla en mi agenda. Algo más que extraño del polo norte.

Dije que iba a ir el veinticuatro a Washington y la fecha está cerca, estoy nerviosa. Estos últimos días he tenido que terminar de empacar, hacer y dejar una lista de limpieza de lo que quiero que hagan en mi tienda y por último comprarme una peluca del color castaño para que no noten mi cabello blanco, y mejorar mi magia para que tampoco vean mis orejas puntiagudas y parezcan normales ante la sociedad.

Comprar algunas cosas nuevas como maquillaje y ropa decente.

Busco el sobre que me dio mi abuelo y lo vuelvo a leer.

Sé que hemos pasado juntos por cosas inexplicables, cosas que no se repiten y que ningún ser mortal es capaz de hacer, te he visto crecer, madurar, y desarrollarte en todo este tiempo. Desde la vez que te vi por última vez como humana estabas agonizando, no sabía si ibas a sobrevivir o morir, yo no quería la segunda, porque quería tenerte alado mío. Pero me di cuenta que te estaba atando al algo que el fondo tú no has de ver querido, y me lamento por ello. Vi verte seguir con tu vida de elfa, siendo obediente a Santa Claus, pero hasta él lo vio cuando no eras lo que tu querías, ¿y no es lo que quieres?, tu eres la única que puede forjar tu camino, tu destino y esta fue mi última petición, Santa solo te guio.

 Si quieres ser libre del mundo mágico que te rodea tu misión es que hagas creer la verdadera fortaleza de la amistad, de armonía y de amor al presidente. Yo no lo vi venir, pero otros lo vieron y me lo dijeron, como sabor a sal, como sabor a menta y como sabor a dulce, mira hacia el presente y no hacia el pasado. Tienes tres años, para hacerle creer en la magia. Si tienes éxito serás libre y mortal, pero si fallas serás inmortal por siempre y volverás al polo norte sin retorno al mundo humano. Tú decides.

No dejes de creer en la magia Oneday.

Con amor Grevor Black.

¡Rayos!, lo entienden esta carta nunca debió llegar a mis manos, nunca, como se atrevió mi abuelo a pensar, si yo quiero ser libre, estoy feliz con la vida que llevo. Me masajeo las sienes. Tomo la carta y me dan ganas de romperla pero lo pienso, es el último recuerdo que tengo de mi abuelo y se me parte el alma.

**

Todo está listo hoy es veinticuatro de diciembre y tengo ganas de gritar. Thomas volvió de Francia para despedirse de mí y vino con Jack para que le deje las llaves.

-Que sorpresa- digo bajándome las gafas negras.

-Vaya que gafas, te ves más bonita sin ellas- menciona Thomas. Se acerca y toma mi mano, la siya está caliente mientras la mia esta fría.

-Eres una elfa, como es que no utilizas unos guantes- desvió su mirada y veo a Jack ayudando a guardar mis cartones y maletas en el camión que me ayuda a llevar.

-No sé si quiera ir, tengo que hacer algo que en realidad no quiero, no quiero cambiar a alguien, ¿Quién sabe? por algo es así… más mis fotografías que pueden estar bajo candado - suelta mi mano y me mira con tristeza.

-One, yo sé que es difícil y si no quieres no lo hagas, ya lo has retrasado mucho podrías seguir haciéndolo pero, cuando lo hagas yo no estaré ahí para ayudarte- me vuelvo a verlo.

-Yo- cierro mis ojos y pienso en mi abuelo, por algo quería esto- lo hare, soy una elfa y hare que Santa este orgulloso de mi, pero no me volveré mortal- el asiente y me mira sin saber que decir.

-La magia nunca muere, creo que podrías negociar y hacer llegar una carta a Santa- lo recomienda sonriéndome tristemente y de la mejor manera que puede.

-Lo pensare. Entonces….- Jack aparece atrás mío.

-¿Estas lista?- pregunta y les digo ambos.

-Si deséenme suerte.

-¿Segura que ese chico… ?, como se llamaba- mira hacia arriba Jack.

-Ah, Dru. Si me estará esperando a lo que aterrice el avión. No se preocupen y disfruten la noche buena, seguro que Santa les entregara regalos.

Ambos se ríen.

Después de tanto conversar, chismear y bromear me despido de ellos con abrazos, besos y tristeza y a la vez con emociones que son únicas. También le entrego las llaves a Jack y se ve emocionado por este reto de mantener limpia mi tienda. Por ultimo me embarco en la buseta y cuando llego me encargo de que todo esto sea trasladado al avión.  Me dirijo al embarque mirando mi pasaporte como también el boleto. ¿Estaré haciendo lo correcto?, ¿Cuándo cambio tanto mi vida ?, ¿Es lo que quiero?

Miro alrededor a mucha gente movilizarse por las festividades, no puedo creer que haya gente que viaje el veinticuatro cuando deberían estar en casa con sus familias. Llego y espero en la fila hasta que la azafata me revise, lo hace y entro para dirigirme al avión.

La horas son eternas como el frío que estoy sintiendo en este momento. Como no se me ocurrió sacar mi abrigo grueso de la maleta, ahora suframos de este frío. Pero qué más da, tocara hacerlo cuando llegue, eso si es que puedo.




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