Y como era de esperarse la boda apareció por todos los medios de farándula, noticias hasta el periódico, las redes estaban inundadas con eso. Mientras yo solo veía atrás de la pantalla todo ese lujo que me perdí.
-Guardo cada frasco de cristal enfundado de papel periódico en la caja.
Tres días después de la boda llame a Victoria para que me ayude a trasladar mi tienda a Washington DC. Si más cerca del presidente como a la vez más lejos. Pero para nada nos vamos a ver. Eso lo aseguro yo, y Dinora que me ayuda.
-Gracias por estar aquí, es muy importante. Cambiare mi estilo de vida y seré otra lo prometo.
Deja de barrer y se voltea a verme.
-Más te vale, porque has estado sumisa en una depresión y ansiedad desde que murió tu abuelo y no lo permito, debes ir con un psicólogo.
-Yo… no necesito un psicólogo, vamos soy una elfa- digo un poco divertida y dudando de mis palabras.
-Claro que sí, mírate ahorita estas vestida igual a mi como una hippie, nunca imagine verte vestida así.
-Yo, no sabía que ponerme quería verme distinta, recuerdas. Voy a comenzar de nuevo, y voy a seguir con mi vida- cierro la última caja de juguetes. Observo la tienda y la voy a extrañar mucho, tantos recuerdos, momentos con él y sin él.
-Acabe de barrer- dice feliz y dejando la escoba parada junto a la pared.
-Gracias por ayudarme a limpiar este lugar, seguramente se vende a un buen precio. Espero que no te moleste que mi nueva tienda va quedar muy cerca de donde tú vives.
-Para nada, seremos vecinas- toma mi mano y la acaricia cariñosamente.
-Me gusta- pienso en lo que se viene y que estoy dispuesta a vivir diferente.
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Camilo y Victoria aparecen y me dan indicaciones del lugar, de las ventas que podría ganar a futuro y la promoción que le puedo dar nuevamente a mi tienda, me cuentan mucha cosas hasta se desvían un poco de la conversación comentándome un poco de su vida como que está embarazada nuevamente.
Por la tarde voy a retirar más cajas para guardar los juguetes de mi tienda y no se destrocen cuando viajen por vuelo.
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Y así como magia infinita de colores pasan los meses, mi nueva yo quiere nacer, quiere divertirse, vestirse diferente, ser más activa y disfrutar de la vida. Comerse el mundo. Mi nueva tienda ya está lista decorada de juguetes navideños como juguetes normales, las paredes ya no son rojas ni verdes, si no amarillas y celestes justo mezclado como un atardecer.
Decidí hacer caso a Dinora y fui por primera vez con un psicólogo, le conté un poco de mí, como lo que me estaba afectando y mis problemas emocionales, eso fue de lo más relajante. Debo decir que me ayudo, solo necesitaba expulsar y gritar a los cuatro vientos lo que sentía.
Mi nuevo apartamento tiene una decoración diferente, y ya no es blanco, si no tiene un color rosado pastel, las alfombras tienen círculos de colores y flores de diferentes nombres las adornan. Tengo un estante llenos de libros que ame leer en todo el trascurso de mi existencia. Y que puedo decir me volví una hippie muy moderna.
¿Han visto alguna vez kdramas?, pues yo, es la primera vez que veo uno, y hay un ost que me fascino, y es una vez más de los chicos son mejores que la flores, guao ese kdrama nunca pasara de moda, ya lleva por su noveno remake.
Por la noche decido mirar el cielo y comenzar a vivir… es lo único que puedo hacer por este momento. Hasta que escucho su retirada de la presidencia.
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Un año después
La alarma suena y me despierto apurada para vestirme e ir ayudar a Dinora en el trabajo, me pongo un vestido floreado, con un sombrero de paja, la primavera esta por acabar y solo queda otro año para que termine el plazo de lo que ya sabemos. Cierro con seguro mi apartamento. Estos días el viento a estado explosivo, ha hecho que muchos de mis sombreros salgan volando pero con este no va pasar lo mismo y como me gusta ponérmelos no los pienso dejar. Mi cabello sigue siendo el mismo, blanco y largo solo que esta vez tiene flecos de tres capaz, hace tiempo que ya no me pinto de rojo los labios si no de rosado.
Llego a tiempo para ayudarle a Dinora a mover las mesas para la profunda limpieza que van hacer del lugar. Me quito el sombrero y lo dejo encima de la barra.
-One, que bueno que llegaste- le saludo con un beso en la mejilla.
-Pensé que no llegaría y que que las cobijas se me iban a pegar- digo con sarcasmo.
-Ya que estas aquí tenemos que mover las mesas viejas, las que ya se despellejan, tú entiendes. Después quiero que me ayudes a reemplazar los focos quemados por unos nuevos.
-Manos a la acción- digo divertida.
Y así pasa mi día hasta que por la tarde tengo que ir a mi juguetería para llevar un encargo que me hicieron para un cumpleaños. Lo enrollo en una caja naranja y le pongo un lazo blanco. Tomo las llaves y salgo de mi tienda.
Tomo un taxi, y me dirijo a la dirección que me dieron. Cuando llego veo que la puerta es de rejas, al fondo hay jardineros podando el césped y plantando flores, y en si es una enorme casa que parece castillo, como ha de ser por dentro. Llamo a una de las personas pero no me escuchan así que grito y me regresan a ver asustados, un jardinero viene corriendo y me pregunta:
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amor verdadero, navidad blanca y oscura, elfa y angeles buenos y malos
Editado: 10.11.2024