(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

XXV

ONEDAY

Como todo día, hoy amaneció con un sol del infierno, mi ropa de hoy es floja y es para que mi cuerpo este fresco, como todo día estoy atendiendo mi tienda, vendiendo juguetes, como todo día estoy haciendo la limpieza, como todo día mis días van cambiando.

Las campanas de la entrada de la puerta suenan y alzo la cabeza para verlo con su traje formal azul y corbata roja.

-Pareces una gitana vestida así- dice entrando cerrando la puerta, veo si hay alguien más en la tienda y veo que estamos solos.

-Lo siento- me apresuro a decir y debo admitir que estoy nerviosa por su presencia y por haberlo dado un piquito en los labios. Vaya tonta.

-De que- me da una sonrisa coqueta y yo me alejo mientras él se va acercando…

-Tú sabes porque, por lo que sucedió la anterior vez- me detengo y él también, estamos muy cerca y se me resbala la escoba de las manos mientras él la toma y me da un beso, siento sus labios helados mientras yo me lamo los míos, el alza su mirada y me doy cuenta que también tiene unos ojos fenomenales como un cielo despejado.

-¿Te arrepientes?- ahora pone sus manos en ambos lados de mis mejillas y cierro los ojos para pensar que decirle más no verle a la cara- Oneday- dice mi nombre y un lamento interno se debate dentro de mí, soy una elfa, una elfa, piensa en juguetes o en Santa pero menos en él.

Abro mis ojos y un recuerdo de él me viene. Que estúpida.

Bailando amargamente tango en España a inicios de los años veinte.

Corriendo por la pradera una de las montaña de Ecuador.

Nadando en el mar infinito de Monte Carlo.

Reacciono y veo a Noah, tengo que ser honesta conmigo mismo.

-Oneday- vuelve a decir mi nombre.

-Este… nunca viví un romance- me volteo para no verlo- hoy puedo perder si escuchas una respuesta equivocada.

-¿Qué puedes perder?- se acerca atrás y su aliento está cerca de mis oídos, pone sus manos en mis caderas.

-Mis sueños- yo también giro un poquito para sentir sus cachetes barbudos- mi meta- digo en susurros.

-No te retengas Oneday, yo sé que ese beso significo algo- muy cerca sus labios, muy cerca su cuerpo, muy cerca de mi corazón que puede cambiar. Y me da un beso muy apasionado y juntos nos estampamos contra la pared.

-Creo que si me gustas un poquito- digo entre besos.

-Un poquito- recorre con sus manos mi cuerpo- vaya sensación más extraña nunca me imaginé algo así con él.

 -Puede ser, es que…- trato de parar pero es tan adicto, y más cuando nunca he besado así.

Esto parece manipulación, esto parece mi peor destino.

La gitana puede que haya tenido razón.

“Tú decides si quieres correr o quieres volar”

Alzo mis piernas y las pongo alado de sus caderas. Me aprieta el muslo de mi pierna izquierda y yo lo atraigo más sintiendo su miembro muy cerca de mi pelvis. Que es esta sensación, está muy excitando, quiero comérmelo como a los dulces de mora. Entre más besos y sensaciones calenturientas decido detener esto y lo empujo con mi magia.

Él se queda sorprendido.

-Debemos parar- digo y me arreglo la blusa que esta por un lado de mi teta.

-Lo siento, no sé que me paso.

-Estas calenturiento- digo desviando su mirada y cogiendo la escoba del suelo.

-Cree….o que si y tú también- dice el muy sinvergüenza- veo que también te gusto.

-Y si solo es atracción física no más Noah, vamos soy una elfa que ha tenido sexo con un hombre.

Abre los ojos como sapo ahogado.

-¡Que! Debes estar bromeando Oneday- vuelve acercarse pero lo detengo poniendo la escoba en medio de ambos.

-Si, es verdad pero fue hace mucho y esa fue la última también pero hasta ahora no he necesitado a nadie para que me de placer.

-Ni un vibrador- me sorprendo por lo que dice y le echo el vaso de agua que estaba encima del escritorio y esta se ríe con locura.

-Es mejor que te vayas- y desaparezco corriendo por las escaleras.

En este caso correré.




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