XXXI

XXXI

ONEDAY

-Mira, mira la magia que desprende de mi – le indico a Noah los nuevos juguetes que construyo, este es un tren pongo con una pinza sus ruedas y con chasquido de mis dedos le pinto de colores como rojo y negro.

-Excepcional, ahora mira el muñeco de madera que arme – noto que la cabeza está más grande que las extremidades inferiores y superiores-no te olvides de los ojos-le paso dos bolitas de cristal y él las toma y les pega, con un pegamento especial que le di para que nunca se salgan.

Cuando terminamos los empacamos y los ponemos en la vitrina para que la gente los vea, faltan pocos meses para navidad y en esta ocasión Noah va estar conmigo.

-¿Pido algo para comer?

- Si, gracias voy a seguir haciendo los juguetes.

Comemos y seguimos con nuestro trabajo, limpiamos y empaquetamos los juguetes, Noah me ve usar la magia y queda sorprendido, hago aparecer aureolas en el cielo para apreciar le momento.

-Ahora que acabamos con lo nuestro podemos acostarnos un rato en el piso y ver las aureolas – propongo.

-Estaría encantado de verlas contigo- sonríe – voy a traer algo para poner encima. Minutos después trae unos almohadones y los coloca en el piso, nos acostamos y me apego a él para abrazarlo.

-Supongo que para ti esto ya es muy típico- menciona.

-Ver las aureolas si, pero acostarme a verlas con alguien no es típico- alzó la mira y le sonrió- tu eres el primero Noah.

-Estoy alagado, y me encanta, porque también para mí es la primera vez que veo las aureolas.

-Vaya expresidente parece que el trabajo lo mantenía muy ocupado- acarició el un lado de su cachete y está rasposo por la poca barba que le está apareciendo.

-Era muy obvio, todos los días madrugar, salir en un lujoso auto, guardaespaldas que me seguían a todos lado, cuidarme la prensa y siempre pensar antes de actuar.

-Se escucha muy…muy sobreprotector, tenían que velar por tu seguridad para que no te lastimen.

- Lo sé pero no es algo que me gustará, mi padre por otro lado mencionaba que ya debería encontrar una esposa.

Abro los ojos.

-¿Y lo harás?

-¿Tú te casarías conmigo?- me quedo a blanco y me parto para ponerme de la misma forma que esta acostado de manera recta.

-No lo sé- admito- no creo que yo sea una mujer para casarse con alguien de la política- me mira y se sienta con las piernas cruzadas.

-Mi padre y mi madre están concretando citas para mí, ese día que fui a la casa de mis padres me dijeron que ya era tiempo de casarme y les comenté sobre ti – también me siento y me cruzo de brazos.

-Noah, estás seguro, yo, yo, no sé si pueda -me mira estupefacto y sus facciones de cara se endurecen un poco pero después se suavizan.

-Lo se Oneday, ¿sabes que les dije a mis padres? – niego obvia. Toma mis manos y les da un besito, alza la mirada y me toma de la cara – les dije que yo mismo eligiere a la mujer con la que quisiera casarme así me dure muchos años encontrarla – analizó de inmediato las palabras de Noah y pienso ¿acaso el no piensa que vamos a estar juntos para siempre? , bueno una parte de mi creería que si pero ahora me aclaro la mente- o capaz no tanto años – se corrige.

-Por qué, no tantos años- me sonríe muy triste.

-Porque será Oneday- aprieta un poco mis manos y lo miro con mis ojos cristalizándose.

-No se…

Un fuerte golpe nos interrumpe y ambos volteamos a ver quién entro por la puerta principal. Rayos olvidé poner cerrado.

-Sarka – dice Noah.

-Hermanito – miro de arriba hacia abajo a Sarka y su vestimenta es de cuerina, camina hacia nosotros y noto que tiene pintados los labios de color negro. Ambos nos paramos viéndola de arriba hacia abajo.

-Así que aquí estabas, haciendo juguetitos para los niñitos- dice un eje de maldad, yo pestañeo por su actitud y Noah me suelta de las manos.

- ¿Acaso me necesitas para algo?- Noah se cruza de brazos un poco serio.

- No, pero quería ver lo nuevo de aquí- recorre la mirada la tienda y esto me parece de los más extraño, cuando se volvió un poco altanera Sarka- imagino que ya sabes que Dru y yo terminamos- se detiene y camina hacia mí, sostengo su mirada y no me dejo intimidar.

-Claro, él tenía sus asuntos, supongo- digo.

-Porque no te marchas Sarka -Noah le toma del brazo y ella le quita bruscamente.

-No, escuchen ambos o Noah, renuncie al trabajo, y no quiero que nadie me esté llamando para ofrecerme un nuevo trabajo, eso se acabó-Noah le fulmina – viene para despedirme porque…. – se tranquiliza y mira de mala manera – me voy de vacaciones.

-¡Que!, ¿Nuestros padre sabes que te marchas?, No estás en condiciones de irte Sarka y sabes muy bien porque, así que no- me sorprendo por el comportamiento de Noah y está muy molesto, yo en cambio me siento desconcertada por todo este suceso regreso a coger los cojines del suelo y dejarlos solos. Escucho que están discutiendo en voz alta y mucho parloteo por parte de Sarka hasta que ella sale empujando a Noah de la puerta que casi lo tira al suelo.