(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

XL

ONEDAY

“Si me hubieran dicho que lo tendría por siempre hubieran acertado pero lo material no es por siempre”

Me despido con un abrazo de Jack y uno bien fuerte.

-Nos volveremos a ver y estate alerta por si algo extraño ocurre- me dice muy cariñoso.

Le giño el ojo y chasqueo mis dedos despareciendo.

Aparezco en plena calle y salgo corriendo hacia la vereda, miro si pasa un taxi y lo hace, doy mi dirección y me subo. Dos horas después viendo por la ventanilla del oscuro paisaje y triste llego a mi dulce hogar. Miro una silueta viendo entre los cristales, las luces están apagadas así que me preguntó que es lo que planea esa silueta, ¿robar?, espero que no.

-Te puedo ayudar en algo- más bien no sonó a pregunta, sino afirmación.

-Estado esperando que llegues- dice la mujer pelirroja. Observo como va vestida. Ropa oscura, pelo despeinado, ojeras bien marcadas y apesta alcohol.

Me preocupo por su apariencia física ya que nunca imagine ver a Sarka delante de mi puerta más con una mirada fría y sombría a la vez como si ocultase algo. Por qué lo oculta.

-¿Quieres que hablemos?- pregunto señalando la puerta que va a mi apartamento y ella asiente. Un repentino escalofrío me recorre la columna vertebral. Abro la puerta y le hago pasar para que suba las escaleras, mientras lo hace saco mi celular y envió un mensaje a Noah lo más rápido que puedo. Cierro y subo atrás suyo, imaginándome que puede querer. Y porque bebió como camionero.

Entramos y me dirijo a la cocina. Dejo mis llaves en la mesita.

-Chocolate caliente- pregunto mientras ella analiza mi espacio privado cosa que me pone nerviosa. Asiente y decide sentarse.

Después me siento frente a ella entregándole la chocolatada y sonrie, pero es una sonrisa ironica y eso me decepciona.

-Típico por estas fechas, cuando el clima esta frío, es muy común de los duendes o elfos, lo que sea da igual- dice dando un sorbo y viéndome con malicia.

Y una señal en mi mente se enciende, adonde quiere llegar.

-Te pasa algo Sarka, porque es como si estuvieras enojada conmigo o más bien con el mundo.

-Obvio que observadora eres, me viste y enseguida sentiste pena por mi, más en el estado que aparezco- su enojo me deja un poco disgustada. En ningún momento he sentido pena más bien sorpresa. Voy al grano.

-¿Has visto a tu hermano?, lo último que se es que el té envió a Londres, porque.....

Me interrumpe.

-Hui, ¡no quiero volver a estar en un clínica psiquiátrica donde esos loqueros me miren!, sabes lo que quiero-grita resbalándose la taza que tenía  sus piernas- quiero… nuevamente a Dru, pertenecerle, pertenecer a ese mundo- se aproxima hacia mi y un miedo diminuto aparece por ver el estado de Sarka.  Ha empeorado.

«Me pregunto como ustedes con todo esos poderes y mágica no cambian el mundo, como es que alguien como tú los tiene y nos los aprovecha- me escupe en la cara y solo la dejo que termine, con lo que tiene que decir- eres una débil que también está loca que sufre en silencio por alguien muerto que ni siquiera sabe que quiere.»

La empujo con el pie- ¡Ya basta!, quien te crees para decirme todo eso, cuando sabes muy bien que todo esto resulto un cambio drástico para mí. No te lo permito- me mira y se ríe descaradamente, muy cruel, muy inhumano. Ella no es ella, es otra persona.

-Yo- se señala- me creo todo, única, que ha sufrido y que se ha recompuesto, pero que al final siguió ocultando su verdadero ser. Acaso crees que soy tonta, sé que Dru se preocupaba por ti y mucho. ¿Celos?, obvio- no sé dónde quiere llegar pero el tema de Dru es algo que siempre he querido evitar desde que se fue. Ya que me lastima solo recordarlo pero aquí esta ella muévame mencionándolo más aun cuando no está.

-Dru te quiere, o te quiso, yo solo era su amiga Sarka- corrijo la situación, porque en fondo yo siempre lo vi de esa manera, pensaba muchas veces y creaba escenarios donde él me pertenecía o si sentía lo mismo, pero no. Ahora es diferente porque creo que me ve como una amiga. Eso es lo creo y quiero creer porque estoy con Noah.  ¿No?

Niega.

-Eres tonta, ¿Nunca lo viste?, siempre estuvo cuidándote, te describía detalladamente, es que Oneday es muy no se que, Oneday lo otro, siempre ese nombre- se jala los pelos – nunca lo viste a los ojos no, él es muy bueno ocultando sus emociones hacia ti, solo hacia ti porque para los demás era muy abierto- se ríe malévolamente. Trata de pararse y yo me alejo enseguida tomando mis llaves. Noah espero que hayas visto el mensaje porque si no aquí se va desatar una batalla y no es de nieve.

-Bueno dejemos hablar del ángel- se va acercando mientras yo me deslizo por las paredes para llegar a la puerta, tarde porque se percata de mis movimientos y ambas forcejeamos con los brazos, me toma del pelo jalándolo, y empujándome hacia la cocina, se resbalan los objetos y yo con ellos.

Corre hacia mí y yo le lanzo lo primero que en encuentro, vasos, cucharas. Se cubre con su brazo hasta que le lanzo algo pesado, el sartén se le estrella en la cara y justo es mi oportunidad para correr me arrastro por debajo de hueco de la isla y tomo las llaves que cayeron al piso. Abro la puerta y salgo corriendo dirigiéndome a la otra puerta que da hacia mi juguetería. Me desespero con las llaves y doy con la correcta entro y busco mi celular entre mi ropa, por desgracia no está asi que corro al teléfono de mi escritorio.




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