(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

XLVII

NOAH

Despertar.

¿De qué forma puedo hacerlo?

Abro mis ojos y lo primero que miro es el calendario. Mucho tiempo, pasaron dos meses y estamos a inicios de marzo y el clima todavía está frío. Como mi corazón y mi personalidad. Ahora vivo en un apartamento de lujo, solo, y desempleado al renunciar a mi trabajo. El día que hable con mis padres sobre mi renuncia se sintieron decepcionados de mi, pero estaba tan cansado que recuerdo lo que les dije.

Ya no quiero más presión, ni política. Quiero vivir mi vida, acaso está mal.

Soy un hombre grande, padre. Respete mi decisión.

Renuncio a todo.

Voy a vivir y crear mi propia magia.

-Si propia magia- me dirijo al baño y me doy una ducha caliente, me lavo los dientes, me visto con ropa normal, unos vaqueros y un saco rojo, me pongo los zapatos, bota negra y finalmente decido hacer mi desayuno.

Mientras desayuno, reviso los mensajes y si, todavía estoy al tanto de la situación de mi hermana Sarka, por desgracia no habido avances, sigo en el mismo estado que el de la última vez cuando ataco a Oneday, los psiquiatras cree que últimamente está teniendo alucinaciones con una persona, que es el propio mal encarnado según palabras de ella.

No sé de que manera ayudarle.

Una notificación me llega y es de mi madre.

Noah piénsalo otra vez, en una semana elegirán a alguien para tu puesto. No puedes renunciar insisto.

Siguen con eso.

Como castigo mi padre me quito los guardias y la mansión como también las cuentas que manejaba entre la familia. Para recalcar solo tengo mi dinero de lo que he trabajado. Noah si que te diste un cambio.

**

Por la tarde voy al voluntariado en una fundación. Uno el cual encontré en línea mientras hacía galletas. Este se encarga de los niños que no tienen padres y son huérfanos.

Saludo a las personas que ayudan en este voluntariado, cuando me dirijo a la cocina una mano se detiene en mi hombro, me doy la vuelta y miro al hombre de cabello blanco vestido de civil.

-Al fin llegas- dice sonriente.

-Había tráfico, tampoco puedo pasar volando encima de ellos- bromeo y juntos nos acercamos para ponernos los delantales. El hombre de cabello blanco saca algunos ingredientes de la nevera. Mientras yo arreglo los platos y veo a los niños ingresar al comedor en fila india. Se nos unen más gente para ayudar a servir y también lo hago con gusto.

Niños con caras tristes, y ropas viejas se acercan. Jack le da a cada uno un caramelo de una funda que veo que trajo. De dónde saca tanto, me recuerda mucho a Oneday. Tan parecidos, y tan mágicos. Últimamente mi imaginación a estado volando mucho, como interesándose en cosas de colores, música, tener ese sentimiento de como si alguien me necesitara.

Le sirvo el desayuno a una niña y ella me sonríe, una sonrisa muy dulce. Ella llama a que me agache y lo hago.

-Quiero una muñeca para navidad- también sonrió.

- Y la tendrás- me aliento a decirle y se leja con su plato de comida sin apartar su mirada de mí.

-¿Lo harás posible? – pregunta el hombre de pelo blanco

- Lo intentare, para que todos estoy niños tengan algo para este año, para navidad, podría con mis ahorros hacer juguetes de madera o de trapo como me enseño una persona.

El me mira y otro que también sonríe.

-Me agrada escuchar eso- y seguimos sirviendo el desayuno a los niños.

 




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