LVIII

NOAH

¨Todos fuimos inconscientes de la importancia de una situación¨

Cuando vinieron a contarme que Oneday se fue con la persona menos adecuada que pueda existir mi intranquilo corazón latió con miedo de que algo le pueda pasar. Dru parecía destrozado y arrepentido. Últimamente me estado acercando a él para hacer las paces y volvamos hacer amigos. Los que éramos antes, porque finamente me di cuenta que la amistad es la más importante y más cuando conoces a esa persona que te enseña a conocerla.

Toco su brazo y algo brillante sale de nosotros, me regresa a ver y sonríe.

-Aun no lo descubres- dice triste.

No sé de que habla pero decido cambiar de tema.

-Seguro te encuentras muy desesperado por saber dónde está- menciono y pongo los codos en mis rodillas llevando mis manos a mi quijada.

-Casa dijo ella- se toca las sienes y las masajea- esa ya no es su casa sabes- me regresa a ver- nunca fue su casa, más bien el polo norte la adopto para que tenga un lugar junto a su abuelo- abro mi boca por lo que me está contando- estoy cansado de que no seamos capaces de contarle la verdad y tú no sepas ni cuál es tu misión- se levanta rendido.

-¿Acaso tu sabes cuál es mi misión? – le pregunto y me regresa a ver.

-No pienso decírtelo Noah, debes descubrirlo tú mismo. Oneday ya hizo su parte y lo peor de todo es que no lo sabe, tiene miedo de muchas cosas y huye como si eso resolvería esta situación- su voz suena rota llena de sentimientos encontrados.

-Es…. Me siento perdido- me levanto también y miro a todos discutiendo con Arcángel, Thomas y Grecia, Diocles se mantiene al margen viéndome a mí y a Dru, mientras Iris y Artemis parecen que se están susurrando algo.

Estamos en la casa de una ex ángel llamada Alicet, todo parece hogareño, como también espiritual los sillones son blancos al igual que las paredes. Me pregunto que tienen con el color blanco aparte de que significa pureza, no les cansa el color. Un joven con el pelo revoltoso y negro sale de la cocina mordiendo una manzana se acerca a Tabari y juntos comienzan una charla. El tal Santiago que por lo que se es doctor sirve en vasos refrescos. Dru se separa de mí y se va para la ventana y yo vuelvo a sentarme más perdido que nunca, y solo espero que Oneday esté bien y salga de esta.