(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

LXVI

ONEDAY

Después de terminar de limpiar y dejar brilloso el lugar cerramos las puertas con seguro y salimos para con este maravillo grupo idear dos planes; los seres mitológicos van a idear el plan a y los amigos de Dru con Thomas idear el plan b para atrapar a Hades.

Cuando llegamos a un acuerdo salimos del Polo Norte y Dru me deja frente a la mansión Black. Mi hogar. Me voltea y acuna mis mejillas en las palmas de sus manos. Dru y yo somos de la misma altura, altos, no más que uno atlético y fuerte y la otra escuálida y debilucha.

-Te veo luego, voy a ver a la pandilla- hago suposición de sus amigos ángeles y bueno mi supuesto hermano requeté antiguo.

-Claro, ve cuidado porque puede ser que te parta un rayo- él se ríe al igual que yo.

- Imposible- siendo así me da un besote en mis labios. Se separa y me guiña el ojo asiéndome sonrojar. Desaparece.

Quien diría que algún día Dru y yo nos íbamos a besar, que me iba a tratar de una manera diferente. Entro a la mansión Black y miro al cielo despejado hace tres días que no estoy en esta casa. Saco la llave y meto en la cerradura. El olor a lavanda me llega a las fosas nasales. ¿Quién puso lavandas en la casa?

Miro alrededor y hay un montón de lavandas moradas, y en floreros de porcelana, toco y las huelo. Embriagador que me trae recuerdos de no se….Pienso y me viene a la mente Escocia, papa colocaba siempre lavandas en el cuarto de mama. A él le encantaba como también la canción que me tarareaba, una lágrima se me resbala por la mejilla. ¿Cómo es que ese recuerdo apareció de la nada?, imposible lo recordaría. Miro a las lavandas y la habitación comienza a girar. El corazón me late deprisa. Y la luz se hace ante mis ojos, recuerdos no recordados aparecen en mi memoria como la vez….

-¿Quién eres?- le pregunto al hombre con cabello dorado y ojos azules.

-Soy… un simple ángel querida. ¿Me quieres decir porque esa persona siempre viene a visitarte?.

-¿Cuál persona?- pienso, pienso y ¿él es buena persona verdad?

-El hombre que no tiene pelo en su cabeza- me sonríe.

-No lo sé pero me trae regalos, y los pone encima de mi cama. Papa siempre me pregunta quien me dio eso y yo le digo mi ángel de la guarda.

-Tu ángel- me mira curioso.

-Mi ángel, dice que es mi hermano lejano. Yo le digo a papa y me dice lo sé. Mientras que mama se ríe porque piensa que solo estoy fantaseando.

-No creo que estés fantaseando querida. Lo que más me llama la atención es porque te dice que es tu hermano lejano.

-No lo sé – el toca mis sienes y sonríe por última vez.

-No me recordaras nunca niñita- y desaparece borrando el recuerdo que tuve y el recuerdo que tuve de mi hermano.

Siempre, cada antepasado hermanastro (a) de Arcángel fue considerado su hermano así no lo sea. Las lavandas que ponía papa era por eso, porque quería recordarlo hasta que la memoria ya no pudiera.

Nunca más volví a ver a mi familia, una porque mis padres murieron y otra porque Arcángel desapareció. Diocles ya me conocía pero nunca supo que formaba parte de su familia. Mientras que el abuelo Black lo oculto muy bien, y negando que nunca tuvo hijos, solo para protegernos de los malos.

Eh de ahí el recuerdo borrado, pestañeado y pongo la palma de mi mano en el pecho, asquerosa maldición, asquerosa vida en la que tuve que tomar un lugar que nunca me correspondió, y ¿Por qué me borraron ese recuerdo? El único que podía aclarar todo, por eso sentía que ya lo había visto a Diocles en el pasado, ese sensación nunca iba a desaparecer, nunca.

Una mano se posa en mi hombro y miro al ángel, al ángel que una vez fue mi guardián sin ser uno, más bien fue un ángel desterrado que buscaba una salida a su sufrimiento.

-¿Por qué?- susurro con tristeza- ¿Por qué no quisiste que te recordara? Lo haces porque ya se la verdad Arcángel, acaso te divirtió mantenerme al margen sin recuerdos tuyos. Acaso fui – me detengo, no fui la única Diocles, Artemis, Arcángel, Grecia hasta Thomas perdieron por un tiempo sus recuerdos. Pero Thomas fue por un accidente y los demás fuimos ¿Manipulados?

-Yo… no, no digas que cosas de las que te puedes arrepentir, ya sabes la verdad de como fue Oneday. Yo no borre ese recuerdo tuyo fue mi hijo porque debía protegernos por ese tiempo, él no sabía que yo era su padre, pero nadie podía estar diciendo por ahí que una niña veía ángeles.

Niego.

-Eres un desgraciado Arcángel- el cierra los ojos y se pone serio.

-Eso está en el pasado Oneday, comencemos de nuevo. De verdad lo siento por ocultate todo- se arrodilla y me toma de las manos- eres mi hermana y jamás creeme jamás quise hacerte daño. Yo solo buscaba soluciones, buscaba que todos esten bien, que mis hijos sean felices así pasaran siglos, que Grecia reencarnara, que Iris siga cuidando a los niños sin padres e indefensos, que Alicet encuentre el amor, y tu Oneday que tu conozcas tu verdadero hogar – lagrimas le resbalan por sus mejillas - y no estés sola, sé que no soy igual que Black pero siempre te he estado cuidando así este muy ocupado y haya sido el malo de esta historia, porque siempre me tacharon como el malo en el pasado, pero no lo  soy. Tengo a mi hija y a mi esposa Zahara, por ellas nunca caí en la oscuridad del infierno. Por nadie de ustedes porque seguían existiendo- se levanta y me aprieta los hombros- no te alejes de mi como lo hizo Euphoria, no quiero perderte entiendes.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.