ONEDAY
Después de la charla regreso a la mansión y casi me muero del susto cuando veo a Dru sentado en medio pasillo de la entrada a oscuras.
-¡Druuu!, ¿Qué carajos te pasa?- le grito asustada y casi le lanzo el florero lleno de lavandas.
-Hola hermosa- se comienza a burlar- quería darte un susto, se levanta mientras enciendo el foco y me alejo de lo disgustada que estoy.
-Como se te ocurre, podrías haberme dado un susto de muerte- giramos en círculo hasta que él llega a la puerta y la cierra y yo estoy a centímetro de la escaleras.
-Bueno, era con buena intención- noto que en la mano tiene un control y es del reproductor de música. Me inquieta. Y a este que le pasa.
-¿Por qué estás aquí?- pregunto en voz bajita.
-Hoy esto feliz, hermosa- porque me llama hermosa a cada rato. Hace que me ponga nerviosa y me plantee si soy hermosa.
- ¿Yyy eso porque?- subo el primer escalón, algo me dice que tengo que correr de él porque me mira más que feliz muy coqueto, como si buscara algo. Da el primer y yo subo el segundo escalón.
-Porque hable con mis padres- asiento- y porque eso es un tema para después- abro los ojos y me preparo para correr.
-¿Por qué?- una música comienza a sonar de la nada y parece requeté antigua casi de los setenta, abro la boca y comienzo a reírme como loca.
-¡Carajo no era esa!- dice Dru avergonzado y trata de apagarlo pero parece que no puede.
-Ni modo será con esa- lanza el control al otro lado de la sala y yo pego un grito cuando veo que el viene hacia mí y comenzamos a correr. Él me está cazando y parece muy motivado por lo que está a punto de suceder después. Ya me imagino que es y eso me excita.
Entro al cuarto vacío que esta por pintar y tropiezo con la pintura amarilla que compre y deje abierta para probar el color. Me caigo y miro a Dru cerrando la puerta.
-Te atrape elfita y sabes muy bien lo que quiero- niego bromeando. Observo cada parte de su rostro sudoroso y rayos eso me calienta. No lo voy a negar.
-No sé lo que quieres- miento como una descarada.
-Claro que lo sabes- la música llega hasta acá arriba y no miento que esta noche abra acción.
Bueno si el quiero yo también y voy a dar ese paso. Es por eso que digo coqueta.
-Enseñame papi – me comienzo a reír, mientras él se abalanza hacia mí, ah no sin antes quitarse la camisa y mostrarme ese abdomen de infarto que tanto quiero comerme.
-Así que soy tu papi- afirma con una voz que me mata del deseo.
-Esta vez lo eres – nos besamos mientras le desabrocho el pantalón y el me desnuda bien rápido y en un dos por tres estamos embarrados de pintura, oh y el piso lo está.
-Dime que tomas píldoras, elfita- me pregunta cuándo va a penetrarme.
- Comencé a tomarlas de nuevo cuando salí contigo- admito un poco nerviosa.
-Excelente- pone su mano gruesa en me seno y lo masajea con la pintura amarilla y eso me gusta, luego pone la otra y yo gimo con locura.
-Abre tu alas papi, que hoy tuve un mal día y me gustaría apreciarla mientras follamos.
-Follar, yo no voy a follarte elfita, yo quiero hacelo con pasión. No ves esperado con tantas ansias este día- y abre sus alas al mismo momento que entra en mí.
Si que grito.
-¡Si!- exclamo excitada y moviéndome. No besamos como si fuéramos arrancarnos los labios, no siento cuando me levanta y me pega contra la pared mientras el sigue empujando muy dentro de mi y pasando sus manos por todo mi cuerpo.
-Que rico elfita- susurra gimiendo en mi oído.
-Más adentro y más rápido mi hombre travieso- volvemos al piso y me penetra como salvaje mientras los dos gemimos como locos, la música esta a punto de acabar y nosotros seguimos moviéndonos al compás de nuestro cuerpo. Todo suena.
Le rasguño la espalda cuando juntos alcanzamos el cielo y yo caigo escuálida en el piso y Dru respira en mi cuello.
Anteriormente ya hablamos de esto, en sí de tener relaciones sexuales, y yo acepte pero también le huía una por nervios y otra por destrozarlo, en cambio cuando el trataba de seducirme a la manera tradicional, le detuve y le dije que me gusta lo más salvaje y sorpresivo que pueda aparecer durante el sexo.
Y hoy si que se pasó, el muy travieso hasta me hizo olvidarme de Hades. Ugh Hades lo descarto lejos de mi mente y decido besar a Dru y confesar lo que mas quiero.
-Te quiero Dru- se lo digo con sinceridad, el me mira sonriente y se ve tierno después del sexo.
- Y yo a ti elfita- nuestros labios se juntan- te quiero pero no creas que he acabado- me rio y aquí vamos por otro round.
Y si que quiero porque me vuelve loca.
**
Abrimos al mismo tiempo los ojos. Estamos acostados en mi cama y la luz marca un nuevo día. Lo abrazo y el me pone contra su pecho desnudo, lo acaricio y después lo miro, sus ojos están cerrados. Es hora de contarle lo que hice.
-Fui a ver a Hades- abre los ojos para mirarme, se queda callado por un momento como pensando que decirme. Me soba el brazo y esta muy caliente su mano, rayos esto me desespera.
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Editado: 10.11.2024