(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

LXXIII

ONEDAY

Quizás la Navidad no proviene de la tienda. Quizás la Navidad…tal vez… ¡significa un poco más!

Dr. Seuss

Nuestras mentes están llenas de recuerdos, llenas de buenas experiencias y malos recuerdos. Cada persona es libre de llenarse de recuerdos como también olvidarlos porque hacen un daño innecesario. Solo son recuerdos pero más allá de eso queda en uno mismo luchar para seguir de pie.

Nuestros ojos se cruzan azul con azul y blanco con rojo solo se que este es el fin de mi capitulo.

**

Unas horas antes

Inauguramos la tienda Noah, y yo y para sorpresa mía veo a un renovado Chispitas vestido de civil. Su mirada es distinta ya no es triste, ni sufrible es radiante ahora está listo de eso estoy segura. Llámenme loca pero no lo estoy, el conoce de juguetes, sabe manejar una tienda y más que todo cree en la magia, siempre ha creído. Se para alado mío y junto con Noah los tres cortamos el listón rojo, las cámaras toman fotos y hay periodistas para preguntar pero eso no es asunto mío si no de Noah, porque es la última vez que saldrá mediante una televisión.

Lo dejo a un lado y entro a la juguetería y se ve maravillosa. Todo parece sacado de una película de fantasía. Abuelo espero que estés feliz porque yo lo estoy y mucho.

-Estoy nervioso- confiesa Chispitas.

-No lo estés- pongo mi mano en su hombro – esto es un nuevo paso. Mira a tu alrededor hay magia por doquier y lo mejor es que estoy más que segura que los elfos regresaran, lo harán Chispitas.

-Espero que si- miramos juntos a las personas que se amontonan para entrar en esta fría mañana de Diciembre a comprar sus regalos. Si, hoy es veinticuatro después de tres años llego el gran día. Nunca hubiera creído que mi vida cambiaria, que ya no sería la misma si no que sería otra.

Noah procede abrir la tienda no sin antes sonreírme y la gente comienza a entrar y un flashback me traslada al pasado.

¨Aquí será nuestra nueva tienda Oneday- mi abuelo abre la puerta de madera y miro un lugar espacioso.

-¿Abran muchos juguetes abuelo?- pregunto feliz.

-Abra mucho más mi querida nieta- me acaricia la mejilla mientras juntos entramos a lo que un día fue mi tienda de juguetes llamada Juguetería Black¨

Una lágrima se me resbala y es de nostalgia, el triste recuerdo de que lo que fue. Decido cambiar mi estado de ánimo porque no hay que ponerse triste cuando ahora es momento de disfrutar este gran día. Observo a Chispitas en caja, envolviendo el mismo un regalo, estoy seguro que en el futuro eso le costara por ahora dejémosle sufrir un poquitín- me sale una risita- después miro a Noah y eso me acelera el corazón.

Noah esta sentado en una silla grande y los niños hacen cola para sentarse en sus rodillas y contarles que quieren de juguetes, si supieran que él ya lo sabe. Y que sus regalos van a estar ahí mañana. El de todos los niños y personas que creen en la navidad. Le tomo una foto para el recuerdo y miro lo bien que se ve vestido de Santa Claus.

-Oneday- una voz cálida me llama y subo mi mirada para ver a Iris y a Grecia miro a los demás ángeles vestidos como gente normal y busco con la mirada si vino Dru y parece estar ayudando a Chispitas. Vuelvo mi atención a las chicas.

-Hola- digo emocionada.

-Te queda bien el blanco- menciona Iris- y me miro como vine vestida, estoy con mallas y un vestido invernal, acompañada con un abrigo que me llega hasta los tobillos y mis botas cafés.

-Gracias- digo avergonzada porque había olvidado que vine vestida de blanco, vaya antes me vestía muy navideño ahora ya no. Todo cambio, yo cambie.

-Tengo que hablar contigo- dice Grecia y asiento.

-Claro- Iris se queda para observar los juguetes y parece un poco triste. Grecia vuelve a llamarme y decido hacerle caso…

-Lo siento, ¿Qué paso?- pregunto curiosa. Ella me mira y me regala una sonrisa.

-Tienes que saber algo, yo soy la menos indicada para decírtelo. Thomas era el indicado pero él me dijo que te lo dijera yo, ya que fue idea mía y de mi esposo junto a Noah claro.

Mmm interesante.

-Nosotros te apoyamos con la juguetería- se cruza de brazos y parece un poquito avergonzada- la verdad es que Diocles y yo teníamos dinero guardado en el banco hace mucho tiempo- ya se dónde se dirige esta platica-y queríamos ayudarte, construyéndola nuevamente, surgió por parte de los dos, mi esposo te quiere mucho y se sentía mal por lo que había pasado – otra vez lagrimas aparecen alrededor de mis ojos- quería remediarlo, sin sentir culpa y yo solo lo apoye. Sabíamos que ese lugar- señala – el que estaba en Nueva York era especial para ti. Cuando Arcángel le conto de tu misión quiso intervenir pero su padre lo detuvo, que lo mejor que podía hacer, es mirar, pero él no quería eso. El también vio, cuando se incendió tu tienda en Washington y lo mucho que perdiste.

-Lo mucho que significaba- interviene Iris- y lo más valioso que quedaba de Grevor- comienzo a llorar y me pongo de rodillas – no tienes que ponerte triste Oneday- Iris me alza el mentón y se pone en cuclillas al igual que Grecia- tú no estás sola.




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