LXXIX

Parte 2

ONEDAY

En mis ojos están los colores del cielo y de la tierra pero algo distinto que voy a ver es el fuego ardiendo por todo lado.

Noah lanza la cadena sobre el cuello de Krampus, saliendo un grujido fuerte, este forcejea y arrastra a Noah por el suelo. Corro y me lanzo a espaldas del peludo mientras saco el cuchillo y le lo clavo a un lado del cuello, uno de sus cuernos golpea mi cabeza haciéndome caer. Recibo un fuerte golpe en mi trasero. Miro al cielo que están cayendo copos de nieve y no me doy cuenta de lo que sucede a mi alrededor hasta que todos tratan de ayudarnos excepto Diocles que parece despagar por los aires.

-¡Ahora!- grita Artemis y miro sus enormes alas doradas blancas, guau yo quiero unas así. ¡Mierda en que estoy pensando!

Noah, Artemis y Dru y los seres mitológicos acorralan a Krampus hasta que comienza hablar.

-Idiotas- tiene una voz grave que me da escalofríos- ustedes tratando de detenerme cuando el usurpador trata de tomar el inframundo- se comienza a reír, y Noah me regresa a ver haciéndome una señal. Hago rodar la esfera de cristal hasta que llega a sus manos.

-Bueno será detenido ese usurpador- menciona Noah enojado y lanza la bola de cristal hacia Krampus mientras grita como nunca.

-Los voy a castigar a todos- y con eso es atrapado en la bola de cristal. Me levanto de inmediato mientras los otros tratan de asimilar lo que acaba de pasar. Una punzada en mi pecho hace ponerme la mano justo en el corazón. Ignoro a todos y corro para la casa. Me meto en el baño y me miro en el espejo.

Y la una luz se hace ante mis ojos. Las crueles palabras de Hades me resuenan en la cabeza haciéndome lagrimear.

-Deberías estar feliz- su voz resuena en el baño y me giro para mirarlo.

-¡Imbécil! Tú lo mandaste.

-Era una distracción mientras cometía mi pecado- dice con una sonrisa falsa que no llega ni hasta más allá de sus mejillas- tregua- afirma y yo niego .

-Nunca.

-Tregua- me mira analizándome – has pagado por tus pecados Oneday, esta fuera la maldición- abro los ojos sorprendida. No sé que decir. - Iris también, su maldición fue quitada – lo vuelvo a mirar extraña y no se por lo hizo. Me tapo la boca porque estoy segura que hubo un cambio.

-¿Por qué?- pregunto asustada, con la piel de gallina y no pudiéndome imaginar que hubo algo.

-Euphoria me traiciono, el usurpado quiere quitarme mi trono, y ni muerto voy a dejar algo que me dejaron si no hay cielo no habrá tierra, pero si hay cielo habrá pecadores para que vayan bajo la tierra. Me gusta castigar y yo soy Hades el rey del inframundo. Así que por eso les quite la maldición, asegurate recompensada querida.

Toma mi mano y le planta un beso. La saco de inmediato asqueada.

-Ahora ve ayudar a tus amigas mientras espero en mi asiento a los pecadores que ignoraron mi leyes.

En eso se abre la puerta, Dru y Hades se miran. Dru está apunto de atacar pero desaparecemos. Y el fuego aparece delante de mí.

Hades se aparta sonriente, como si hubiera triunfado y cometido muchos pecados.

Reacciono de inmediato y me doy cuenta que estoy en el inframundo.

¡Más mierda! Pataleo el suelo duro y en eso escucho bulla.

Miro como Grecia se abalanza hacia su espalda y se monta para aplastarle los ojos a Ava. Ella grita y le jala los pelos .

-Ahora si voy a matarte, ¡maldita perra!- ambas comienzan una pelea épica

Se mandan cachetadas, patadas y es una pelea de esas de puño y sangre hasta que Grecia saca una pistola y le apunta la cabeza.

Estas en el inframundo y todo se vale, dice Hades dentro de mi mente.

-Jajaj. De esta nos vas a salir viva Ava, esta vez mueres no iras al cielo ni al mismo infierno, has hecho mucho daño, nos has manipulado, destruido, hasta al mismísimo Hades, y eso que es el rey del inframundo. Pero mira nadie estuvo de tu parte ni Euphoria.

-Eso crees- dice con sangre en la boca hasta que le escupe en la cara de Grecia.

-Eso creo yo también- otra pistola aparece de la nada y le apunta la parte de atrás de la cabeza y se revela quien es, Iris.- Hola Ava, como voy a disfrutar matarte otra vez.

Alguien pasa alado mío y tiene el cabello negro, el viento sopla su larga melena, ella también saca una pistola y le apunta la sien derecha –lista para morir de verdad- menciona Alicet. Las tres me regresan a ver y yo me pongo tensa.

Aparece una pistola negra en mi mano y esta pesada. Le miro y niego.

-Tienes que hacerlo Oneday por todas nosotras y por lo que has sufrido- dice la voz en mi mente y niego, no soy una asesina y esta no es mi batalla. Un viento me empuja hacia delante y apunto la sien izquierda nerviosa mientras la mano me tiembla. Todas parecen serias, se les ve en la mirada, por ella han sufrido, por Hades hemos sufrido y ya no seguiremos sufriendo. El fuego nos rodea a todas como en el suelo y ahora que lo pienso estamos apuntando a Ava en las cuatro partes de su cabeza que si lo vemos desde arriba parece una cruz. Que épico.