(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

LXXXV

NOAH

Meses atrás

Llegamos a casa, Washington DC. Enseguida fuimos al hospital para que vean a mi hermana si no sufrió ningún daño. En eso llame a mis padres, y comunique a mi hermana Sara del estado de Sarka. No sabía como revelarles la verdad de lo sucedido pero por lo menos lo intente con la ayuda de Dinora.

Mi padre parecía afectado por su estado y decidió que es importante que Sarka vuelva a terapia, concorde con el mientras mi madre lloraba desconsolada. Se encargó de los trámites y fui a despedirme de Sarka mientras estaba inconsciente.

-Tu puedes ser una mejor persona- es lo único que susurre en sus oídos, sabía que era imposible que me escuchara pero tenía que decírselo.

Ese día tuve que despedirme también de mis padres mientras tanto esperaría noticias de mi hermana, siempre estaría al pendiente de ella. Chispitas me espero con el carro de último modelo y condujo hacia la nada donde nadie podía vernos y podríamos usar nuestra magia.

Mis elfos esperarían por mí. ¡Y lo hicieron! Cuando entre por la puerta de madera había un montón vestidos de la manera más tierna, con sus caritas que no eran de nada de niños. Todos aplaudieron y tarareaban villancicos mientras yo me unía a ellos y comenzaba a cantarlos.

Ese día sí que hubo un gran festejo, recibí mi uniforme de Santa Claus, bien abrigadito y con gorrito me veía todos, cuando de la nada aparecieron varios renos y vimos al principal de todos.

Un día para recordar y alegrarme de lo que soy, antes era un simple mortal vestido de presidente y ahora soy Santa, que da alegría a los niños y ayuda a los que lo necesitan, ah pero nunca olvidare mi nombre, cuyo es de nacimiento. Noah.

Meses después

Si crees en la magia de lo posible, es importante creer en lo imposible primero.

Me llego una carta de Sarka y llore mucho cuando se disculpó por todo, me prometía que cambiaría para bien y su vida sería distinta de hora en adelante.

Mientras guardo la carta en un cofre de madera, escucho como mis elfos empiezan con la reparación de los juguetes que fueron guardados en antaño y quedaron sin dueño.

-Jefe- me llama Chispitas y trae consigo un regalo- esto llego para usted- tomo el regalo y me siento para ojearlo- Esta sin remitente y envuelto de manera extraña con papel viejo- Chispitas se va dejándome solo.

Lo abro y veo una esfera de cristal donde trae una figurita de una bailarina. Muevo la palanquita y la canción del cascanueces comienza a sonar.

Sonrió por el detalle y miro al cielo mientras me deleito con la melodía.




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