(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

LXXXVI

DRU

A mi también me llego una carta de Sarka y sabía que no necesitaba mi perdón porque en el fondo ella lo tendría.

Los mases pasaron rápido y estoy muy contento por todo lo que ha hecho Oneday, y también ella lo está por mí, porque subí de rango y me convertí en los jefes de los jefes para liderar las batallas donde no se necesite al rey. Porque eso me gusta aplastar cucarachas que son inservibles.

Trato de ignorar lo que le paso a mi amiga pero a la vez es tan duro porque tengo que hacer como si algo no existiera y sé que cuando despierte de ese recuerdo nos va una buena paliza a todos y no imagino a Diocles. Todos sabemos que la tiene encerrada en algún lugar de ese inframundo pero es tan imposible traspasar esas paredes cuando somos ángeles del cielo y nuestro lugar está en hacer el bien, además varios pensamientos cruzan mi mente como que Elphi puede ser de ayuda para él o puede ser otra cosa, eso no lo sabré hasta que ella algún día aparezca y nos cuente. Bueno esa es otra historia.

Vuelvo a mi presente y veo a mi Oneday con su vestido blanco bañado con muchas plumas que no tengo idea de donde sacaría, solo espero que sean falsas para ponerlas en el vestido.

-¿Lista?- pregunto emocionado y extiendo mi mano.

-Más que lista estoy nerviosa- toma mi mano y le abrazo con amor.

-No tienes que estarlo, ellos te van adorar cuando te vean- le guiño un ojo brindándole toda la seguridad que se merece. Vamos mis padres no son malos solo muy protectores con sus angelitos malcriados.

-Si es así vamos- me jala sonriente y juntos salimos de la mansión para volar por los aires. He de admitir que ha mejorado mucho en su vuelo y pronto no le daría miedo hacer acrobacias que le harán ver como una profesional.

Entre más allá de los cielos donde se pasan varias ciudades, montañas y ríos llegamos a la ciudad de Grecia. Descendemos ocultando nuestras alas y caminamos entre el bosque.

- Al fin voy a conocer bien Grecia pero con tus padres- asiento atrayéndola hacia mí y poniendo mi mano en su cadera.

-Obvio es el mejor regalo de todos, no crees- sonríe descaradamente y ella me peñista- ¡Au!, porque haces eso.

-Porque yo quería conocerla solo contigo, además quería fotos donde nos veamos románticos- me rio.

-Ya habrá una próxima- llegamos y señaló con la mirada- mira ahí están- mis padres están vestidos como civiles, tan adorables y perfectos. Están sentados en un restaurante donde se ven las flores y los árboles que dan frescura al verano. Mi hermano aparece después con sus churros rebeldes llevando una bandeja de comida.

Nos acercamos y mis padres se levantan.

-¡Padres! Llegamos- comenzamos las presentación y al fin mis amados padres conocen al amor de mi vida. Oneday está roja de tantos abrazos y halagos. Mi madre me sonríe y me guiña el ojo mientras nos sentamos, momento después mi padre comienza con sus preguntas extrañas pero mi hermano interviene para contar sus nuevas aventuras por el mundo mortal.

Uff es tan mágico este momento, de pronto todo pasa en cámara lenta veo un puesto de frutas y a una un niño con una diadema. Me levanto con cuidado mientras todos están alegres conversando de mis antepasados y camino hacia el niño.

-¿Acaso te perdiste angelito?- se asusta y luego asiente, se le resbala la manzana y la tomo poniéndola en su mano.

-No sé como regresar a casa- sonrió inconscientemente por lo mismo que me paso a mi hace muchos siglos atrás- ¿eres del cielo?- vuelve asentir y me levanto- soy Dru- extiendo mi mano presentándome.

-Soy Babol un angelito guardián- sonríe mientras muerde su manzana.

-Si, ¿A quien cuidas Babol? - me cruzo de brazos divertido y en eso esta Oneday mirándome de reojo cariñosa por lo que estoy haciendo.

- A una adolescente pelirroja, es un poco fastidiosa pero aun así lo hago. Cuando desaparecí del lugar estaba pensando en frutas y en Grecia y aparecí aquí, y ahora no se como regresar- dice en susurros- mis padre me van a regañar- me arrodillo.

-Entonces necesitas volver al lugar en el que esta la adolescente ¿verdad?- asiente y tomo sus manitas- te llevare con ella.

Me acerco a mi hermosa familia y les explico la situación. Mi hermano se apunta para acompañarme me niego porque quiero hacer algo especial este momento como lo hicieron conmigo.

Si así justo así, es un día especial para mí.

Después de dejar al angelito y pasar el tiempo con mis padres y hermano, nos dejan y se van por los cielos mientras nosotros nos quedamos abrazados viendo el atardecer en las Polis Griegas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.