(serie Recuerdos) - Mi Secreto De Navidad 3

EPÍLOGO

EPÍLOGO

70 AÑOS DESPUÉS

DRU

Ella dijo lo nuestro es inmortal, pero a veces las palabras no son suficientes más cuando te borran la memoria y tienes que recordar, eso es lo que Diocles me dijo que iba hacer hoy. Un día donde Grecia se venia a despedir de Santiago, un día donde compartimos momentos felices. Yo era el único que sabía lo que iba a pasar, me escondí atrás de un árbol mientras presenciaba la escena, Grecia lo único que hizo fue mirar el cielo oscuro lleno de estrellas en la remota Escocia.

Me sentí muy mal por ella pero al ver su cambio de actitud me dejo pasmado, ella lo único que hizo fue sonreír melancólicamente mientras tomaba la mano de su rey. Me alejo un poco más tranquilo y agarro bien mi vino mientras bajo la cima verdosa.

Oneday me espera sentada en el suelo y me recibe con un abrazo.

-¿Cómo fue?- pregunta cálidamente. Le conté lo que venía hacer con Grecia y lo importante que era para mí Santiago y su familia y ella decidió darme ese espacio para disfrutar.

-Le quite una botella de vino a Santiguo- sonríe y me da un pequeño manotazo en el brazo- ¡auuu!- me sobo y me alejo divertido.

-Siempre yendo de travieso, apuesto que te la trajiste sin su permiso- niego de inmediato.

-Para nada, le pedí permiso- si que sentí el manotazo de mi chica, debo admitir que con los años se ha hecho fuerte y eso me pone orgulloso. Me acerco y tomo su mano para traerla hacia mi pecho.

-¿Seguro?, porque soy capaz de ir a preguntarle si te dio permiso- le sonrío y le piñizco la nalga.

-¡Auu!, atrevido- se aleja asustada.

Me rio.

-Oneday, tu solo tienes que confiar en mí. Un ángel no debe mentir, eso ya lo sabes- se cruza de brazos- además no olvides que me sentiría mal si no escuchara la voz de Santiago por última vez.

-Está bien. Confió nuevamente en ti- se descontrola y su ánimo cambia a estar más radiante. Justo en ese momento se lanza sobre mis brazos.

-Nos vamos a casa y nos tomamos ese vinito mientras hacemos cochinadas- me carcajeo y acepto su propuesta.

-Claro que si mi ex - elfita.

-No me digas así ya no soy una elfa-

-Lo siento, es que a veces se me sale y no lo puedo controlar- comienzo a caminar en la oscura carretera.

-¡Perdonado mi Dru!

-¡Bien mi angelita!- seguimos en la misma posición besándonos como locos. Por que eso somos, dos locos que se besan en plena noche de invierno a pocos días para navidad y ver a toda la manada. Y nada nos va a detener.

SEMANAS DESPUÉS

HAWAI

ONEDAY

El sol brilla y con ello le acompaña los arcoíris. Nosotros siempre brillamos

Todos estamos aquí un veinticinco de Diciembre, puedo decir que esta navidad me gusta más ya que nos acompaña Noah. Lo vemos descender en su trineo. Toda mi familia lo va a recibir hasta que se queda mirando de manera extraña a la nieta de Iris y ella le huye a esa mirada y se va a sentar frente al mar donde las hijas de Grecia le siguen.

Le saludo con un cálido abrazo.

-¡Que emoción verte después de décadas!- sonríe con nostalgia.

-Lo mismo digo, ya que no te has atrevido a mandarme aunque sea una carta.

-Te mandaba al inicio pero como no respondías porque imaginaba que estabas ocupado deje de hacerlo.

-No sabes la falta que me hicieron tus cartas, debiste seguir intentándolo.

Enserio, ya me siento mal.

-Entonces lo volveré a intentar- le respondo en forma de disculpa.

-¡Chicos!- nos llama Sasha- Vengan, va a cantar la nieta de Tabari, y es un concierto gratis- dice emocionada saltando como loca.

Nos reímos.

-Me da gusto verte- decimos al unísono mientras caminamos para ver cantar a Sakura - Somewhere over the Rainbow.

¡Mierda! Hace muchos años no escuchaba esa música.

-Arcángel aparece de la nada y se acerca para abrazar a Grecia y su hijo Diocles, parecen concentrados charlando hasta Grecia pone la mano en su pecho emocionada por algo.

Solo imagino lo que me conto Dru la otra noche y eso me desconcierta por que no sé que vendrá ahora entre el cielo y el inframundo.

Media hora después de música y baile Noah comienza a repartir regalos y miro de reojo a la rubia abrir el suyo y abro la boca por la esfera de cristal que tiene donde está la silueta de ballet, justo lo que ella hace.

Sonrió tiernamente y miro a Noah mientras sigue repartiendo y me acerco ayudarlo.

-Gracias por los regalos amigo.

-De nada One, espero que te haya gustado- abro el mío en ese momento y miro un cuadro donde esta una foto de todos, repaso la silueta de Thomas y aún recuerdo cuando lo iba a visitar entre sus ultimo años de vida para que me leyera sus últimos libros publicados - una lagrima se me resbala por añorarlos.




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