(serie recuerdos)- Recuerdos de Dioses - 4

I

70 años antes

HADES

Esto es inicio de un final.

Si, mi padrecito, es un come almas y come tiempo. O lo fue. Ahora yo soy un come mortales. Me gusta castigalos me gusta malcriarlos. Me rio en su cara cuando algo no les sale bien y piden ayuda del mal.

¡Malditos desgraciados! Serán quemado vivos en el purgatorio.

Cuando voy acercarme alguien me toma del cuello y me pega contra la pared miro al mismo Arcángel y le muestro mis mejores sonrisas.

-¡Ni se te ocurra!- el angelito esta serio ufff además de enojado. Porque siempre tiene que aparecer y mas para arruinarme los planes.

-Porque, acaso te asuste que lo lleve por el camino del mal.

-El no es tu padre, Hades- me trata de ahorcar y yo le sujeto del brazo para que me suelte.

-Pero se parece y lo peor es que reencarno.

-No te recuerda y nunca lo va a recordar. Porque la persona que estas viendo ahí, no es un dios griego, no tiene poderes y lo peor no sabe que existes. Asi que olvidate de él porque nunca será tuyo.

Me zafo bruscamente.

-Ni creas que esto se va a quedar así. El que esta ahí, se parece mucho a mi padre y apostaría que tiene recuerdos, y quien sabe su hijito podría pertenecer a mi mundo.

Me toma del mentón y lo aprieta.

-No te la dejare fácil - y con eso me lanza al piso donde me termino riendo en su jeta.

-Desaparece de aquí Hades- lo hago para aparecer en Grecia y ve el mar en una noche de verano.

Mmmm como disfrute ver esa hermosa película llena de fantasía y romance donde llama la pasión y la travesura.

Yo hice muchas de las cuales no me arrepiento. Una de esas es robarle la hija a Grecia, la angelita de mis ojos. Juro por mi alma que jamas se la entregare y si algún día me la arrebatan ella vendrá hacia mí, porque la moldeare para mí.

Flashback

Día que Hades estaba encerrado

Los ángeles se fueron y Atenea que les sigue. Pero esto no se va quedar así. Me las cobrare muy caro, ellos supieron todo y me dejaron como una rata de mercado encadenado en esta silla. Me muevo bruscamente y un dolor infernal me traspasa el alma. El sudor se comienza hacer vidente por lo mucho que fuerzo la cadena que me mantiene cautivo.

-¡Maldición! me la van a pagar muy caro ángeles de mierda.

Una risa burlona hace detener mi forcejeo para ver quien se esta riendo de manera estúpida.

-Patroncito- dice la voz chillona de Antonie- quien lo imaginaria, el gran Hades encadenado y lo peor de todos por ángeles.

-¿Cómo entraste aquí?- pregunto ahora enojado.

-Solo estoy en tu imaginación, idiota. Acaso crees que yo puedo aparecerme por los cielos- niego divertido mientras me muerdo los labios.

-Gran truco, ahora se acomedido y sacadme de aquí. Necesito vengarme de la peor manera que estos ángeles van a llorar a lo cruel- nos reímos y asiente- por cierto espero que mi mascotita este cuidado mi reino.

-Usted no se preocupe, majestad.

El eco de mi risa se escucha por todos lados.

Cuando veo la nueva traición de los cielos, solo me queda imaginar que será su destrucción, piel palida y cabello negro, y ojos celestes, nueva en su ámbito y muy manipulable, dócil de manejar, esta angelita me será de mucha utilidad para vigilarlos. A todos.

-Desata mis cadenas- ordeno y ella me mira sin que estuviera mirando a una persona. Saca las llaves mágicas y sonrió entusiasmado. ¡Click! Soy libre, me toco las muñecas mientras me paro y miro a través del suelo lo horrible que me veo. Vuelvo a mirar a la traicionera – llevame a la cuna de Elphi- asiente nuevamente en silencio y me guia nuevamente.

Cielo, cielo y más cielo, lleno de pura imaginación. Pero yo soy oscuridad y hago que todo se oscurezca, la joven me guia por un pasillo iluminado, todo es blanco donde muestra la pureza del lugar. Cuando llegamos la aparto bruscamente y me hacer a la cuna.

La bebe está envuelta en sabanas de seda blanca, carga su diadema dorada y va vestida con un vestidito angelical lleno de plumas que traen buena suerte.

-¡Nooo!- grita la voz femenina. Mierda, parece que despertó de la maldición- ¡Porfavor¡ no lo haga- se acerca a mí para atacar pero la detengo empujándola bruscamente y la sostengo antes que se golpee la cabeza, la pongo despacio en el piso y me levanto para llevarme a la bebe. Pero una capa transparente me hace abrir los ojos, Protección.

Tiene una capa de protección, me alejo mientras respiro con dificultad y toso. Los llantos se vuelven insoportables mientras trato de levantarme. Lucho contra eso mientras la mocosa me mira sonriente. Ahora ya despierta se mantiene parada dentro de su cuna.

-Ves lo que me has hecho- sigo tosiendo. La protección es muy fuerte así que me aviento contra la fuerza que me azota, extiendo mi mano mientras la bebe también lo hace y la sostengo atrayéndola hacia mí. La abrazo hacia mi pecho con fuerza mientras nuestra gravedad hace que el cielo nos expulse, caemos entre truenos.




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