ELPHI
Ella murió y no pude hacer nada, solo observé como se cerraban sus ojos cuya vida se apagó rápido. Me quedé estática, temblorosa y con muchas ganas de llorar. Y lo hice. Permanecí alado de su cadáver. Hasta que un hombre enano apareció de la nada y me alejo de ella.
Lo único que pude hacer es permanecer sentada en el suelo esperando alguna respuesta por parte de alguien. Ya sea que me mandarán, u obligarán hacer algo. Pero eso no existía en esos momentos. Al fin creo que era libre o eso creía. Hasta que el enano me dijo que alguien está esperando por mi en el primer piso.
Mi corazón tembló del miedo. Más cautiverio. Pero sería del ¿Malo? Me levanto y camino descalza y despacio sin que se escuchen mis pisadas. Abro - cierro mis manos a una rápida velocidad. Miro al fondo el pasillo y me paro frente a la puerta de madera.
¡Por favor! Solo quiero ser libre está vez.
Golpeo y escucho “Adelante” .
Abro y la figura de un hombre alto, corpulento vestido de negro me observa detenidamente. El estruendo de la ventana me hace brincar. ¡Aiiii! ¡Mierda! Este me va a matar y no sobreviviré.
Expulso aire caminando lentamente hasta estar a la par, miro detenidamente su potente mirada cuyos ojos cafés son iguales a los míos. Pero porque siento que no son suyos. Que nada de él es real. Llamémosle instinto.
Él me analiza como si pudiera ver en mi interior hasta ve mi extraño maquillaje, acaso me veo mal. Bueno es lo que me gusta. Desvía su mirada y expulso el aire que no sabía que contenía.
-¡Preséntate!- ordena grosero mientras trato de sentarme pero la silla no copera. Su voz me da un poco de miedo y cualquier cosa que vaya a decir me gustaría que permanezca en silencio. Pero creo va ser imposible
- Yo… yo… me llamo Elphi- tartamudeo nerviosa-tengo….creo que 72 años o 71 no estoy segura – camina hacia mi y parece que mi corazón se va a salir. Cálmate. Porque me mira tanto acaso tengo algo en mi hermosos ojitos. ¡Ush! eso me molesta- tengo habilidades que desconozco pero que las he estado explorando- permanece muy cerca y aprovecho para observar detalladamente su rostro que parece inexpresivo pero atreves de los ojos no lo son - oh…oh … - mmm no se cómo responder a eso- no se de dónde provienen mis habilidades, solo se lo que Verónica me dijo- admito muy nerviosa, si, exagero demasiado.
-¿Y que te dijo?- pregunta mientras yo desvío su mirada hacia las ventanas porque no puedo soportarlo. Su extraña mirada. Solo se que debo irme, ocultarme de él porque me va comer vivita.
Así que le digo al final.
-Que debo obedecer a un señor porque usted necesita mi ayuda. Y que es una persona mala.
Me levanto bruscamente.
-Quiero que sepa que no me nace ser mala y lo que usted quiere de mi será su condena. Señor desconocido- huyo para encerrarme en mi habitación. Cierro la puerta bruscamente respirando con dificultad y cayendo rendida en el suelo.
Eso fue una tensión muy fuerte. Parecía que iba a morir ahí mismo. Escucho pisadas en el piso de abajo y me subo rápido a la cama para hacerme la dormida. Entra murmurando palabras que no entiendo eso hace que no quiera verlo. ¡Mierda! Solo se que está va ser mi condena, no podré huir de él, ni él de mi. Vamos juntos por un camino que será un infierno.
Después que termina lo observo de reojo viendo la ventana. Su espalda ess muy ancha que cubre toda la luz de la habitación. Miro su sombra o lo que es de ella y no parece la de un humano, ¿Quién es esta persona?
Uhm un pequeño dolor aparece en mi cabeza, achico cerrando mis ojos. Me doy la vuelta tocándome cabeza, son voces a lo lejos que entran en mi cerebro y no reconozco.
Demasiadas……
-¿Te encuentras bien?- pregunta el señor desconocidos. Rayos no quiero hablarle ni siquiera mirarle porque me da temor. No quiero estar bajo sus órdenes. No quiero nada. Alguien ayúdeme. ¡Por favor! – Te hice una pregunta- dice grosero y enojado.
-Me duele la cabeza- respondo quebrada. Con ganas de gritar y ala vez llorar. Me siento tan cohibida con está vida.
Lo siento cerca de mi y gira mi cabeza- mírame- ordena y observo con desgana, pone sus manos en mi quijada y me observa, otra vez esa mirada inexpresiva-¿Dónde te duele?
-La cien de ambos lados- toco accidentalmente sus manos y la retiro deprisa – lo siento- trago saliva- me duele muy adentro, y surgen voces que no se van, es como si me llamarán y no se quien es- admito con un nudo en la garganta que parece que voy a llorar. Si, lo sé me veo ridícula.
Si mirada cambia y es asustadiza. Poniéndome a pálpitos en alerta.
-¿Cómo suenan esas voces? – pregunta ronco por la situación. Y no comprendo nada.
-Como …. Personas pero sufren por alguien, lloran en silencio – me incorporo mirándole a los ojos- el corazón me palpita muy deprisa que comienzo a sudar frío.
El me acaricia la cara y se siente bien, llega hasta mi cienes y las masajea lentamente. Nuevamente nos miramos profundo. Creo que nunca van a cesar estar miradas.
-¿Cómo se llama?- pregunto exhausta por todo lo que a pasado.
-De verdad quieres saber quién soy Elphi- eso es una pregunta, una afirmación, o una puerta a saber más de el.
- No lo sé, ¿quiere que le siga llamando señor?
-Si, porque voy a usarte para mis planes- abro los ojos de decepción, cosa alguna que no debería sentir, pero duele. Parece darse cuenta mientras baja hasta mi cuello, hombros y los masajea- es mejor que cambies esa cara, la depresión que sientes debe desaparecer Elphi, el anhelo que sientes debe dejar de existir, porque cuando descubras todo me odiaras. Y cambiarás, así que mejor alégrate, tu vida cambiara- deja de masajear y se levanta- ahora descansa parece que mitigo un poco el dolor y las voces- es verdad ya no están en mi cabeza porque el me distrajo.
Pero sigo decepcionada. Además depresión una nueva palabra que agregaré a mi diccionario.
#782 en Fantasía
#209 en Joven Adulto
secuestro y amor prohibido, dioses griegos y ángeles del cielo
Editado: 02.06.2025