(serie recuerdos)- Recuerdos de Dioses - 4

XI

ELPHI

Primara vez que recibo un abrazo de una persona diferente que no sea Vanessa, se siente cálido y reconfortarle. Es lo que necesitaba tanto.

No me importa si es una extraña se lo devuelvo mientras el señor nos mira con esa mirada que parece de culpabilidad.

-El desayuno ya esta señor- Antonie aparece y se sorprende al ver a la extraña mujer cuyas vestimenta me deja perpleja- amo- le mira y el asiente rendido.

La mujer se aleja sosteniendo mis hombros.

-Hola-dice con cariño.

-Hola- le saludo sonriendo.

-Soy…..

-No- grita el señor pero ella lo ignora mirándole enojada.

-Soy Atenea- Atenea repito en susurros, un nombre extraño que trae recuerdos de algo antiguo.

-Soy Elphi- me presento – bienvenida es la primera vez que veo a otra mujer aparate de mi cuidadora- menciono y ella asiente con lagrimas que me sorprenden mucho mas.

-Pasemos al desayuno- susurra Antonie y todo los regresamos a ver.

-Claro pequeño Antonie, me agrada estar aquí- mira de reojo a Hades y el camina rendido y con la mirada seria. Eso me da curiosidad.

Nos sentamos en la mesa que preparo Antonie. La mujer se sienta alado mío mientras el señor en el centro. Antonie permanece parado ya que aún sigue sorprendido por ver a la misteriosa mujer. Y yo aún más porque el señor está desayunando en el jardín con nosotros. No es de esperarse.

-Toma asiento Antonie- le invita Atenea, y sonrió porque justo iba hacer lo mismo.

-No es necesario señora puedo permanecer de pie.

-Nada que ver, tu preparaste este desayuno y es justo que comas de el, no importa lo que te haya dicho mi tío pero estás fuera del inframundo.

Le regreso a ver por lo que acaba de mencionar y el señor se tensa tapándose los ojos.

Parece que se está conteniendo mucho y cualquier momento nos mandará a volar.

-Si usted lo dice lo hare- Antonie se sienta y comenzamos a comer, el señor no menciona una palabra por el resto de la mañana.

**

Todos estamos sentados en una de las alcobas para recibir invitados. Mientras peino mi cabello en una trenza observo a la bella mujer. De verdad parece una mujer poderosa e histórica. Atenas suena a pasado. Y me da mucha curiosidad por saber más de ella. Por otro lado ¿Sería buena idea pedirle ayuda?, o será igual que su tío.

El señor bebé y sigue bebiendo de su vino mientras mira el paisaje por la ventana, no me a regresado la mirada desde que llegué y peor aún no se a disculpado ni yo por lo de ayer.

-¿Alguna vez has tocado algún instrumento Elphi?- pregunta Atenas rompiendo el silencio matador y niego de inmediato.

-Nunca he tocado un instrumento, si te refieres a la música- asiente triste y se levanta para sacar de sus túnicas una arpa antigua.

-¿Te gusta la música?- me sigue preguntando.

-Nunca escuchado música Atenas.

-Oh querida- me toca el mentón con suavidad mientras le da una mirada brusca a su tipo- tu y yo vamos hablar- le dice y vuelve su atención a mi.

-Esta es un arpa- asiento sabiendo lo que es- toca su contextura.

Lo hago y sus cuerdas son suaves, no es metálica ni hecha por hilos si no como si fueran tallos de flores exhibiendo una suavidad delicada.

-Es hermosa- admito - ¿Usted toca?- pregunto curiosa y asiente.

-Y solo porque no has escuchado una música en tu vida, cantare para ti- achico mis ojos nerviosa. El señor le regresa ver sorprendió.

-¿Sobrina está segura?- deja su copa de vino en filo de la ventana teniendo un buen equilibrio.

-Claro, será la única vez que me escuchara Elphi ya que no canto mucho desde hace varios siglos.

-Es un gusto señora- sonrió.

Se sienta y el señor alado suyo mientras la observa con admiración y orgullo.

Es así cuando escucho la melodía del arpa y la suave voz de Atenas, su música me envuelve en un manto difícil de resistirse, ¡Dio mío!, mi corazón late con rapidez por las emociones que me están generando, sigue y sigue. Hasta que no lo resisto más y mis ojos se cierran. Aún escuchando la hermosa canción en griego.

¿Griego?

Mi subconsciente me lleva entre las tinieblas

Todo es blanco muchas nubes, nubes por todos lados. Hasta que visualizo personas vestidas de diferente manera, con vestidos hermosos y lleno de accesorios que llaman mi atención. Pero la mujer sentada en el tronco parece triste camino hacia ella para ver qué le pasa. Toco su hombro mientras cruzamos miradas por primera vez.

Una lágrima resbala por mi mejilla al ver los mismo ojos iguales a los mío y la sonrisa diferente a la mía.

-Me recuerdas a alguien- menciona mientras toca mis manos calientes y yo sigo resbalando lagrimas sin llorar, ella las limpia con cariño.

-No derrames las tristezas de tu corazón.

-Ayúdame - es lo único que digo antes de desaparecer y abrir mis ojos en mi habitación.

El señor está sentado en una silla de madera observándome con detenimiento.

-¿Y la mujer? - pregunto levantándome en la oscuridad de la noche. ¿Cuando anocheció?, ¡Rayos! ¿Dormí tanto?

-Se fue- dice.

Uhh no me pude despedir ni pedirle ayuda.

Nos miramos a los ojos- ¿Dormí tanto? - pregunto y el asiente- no lo entiendo - afirmó confusa llevándome las manos a mi revoltoso cabello.

-Parece que te dormiste durante el canto, tratamos de despertarte pero no reaccionabas, así que te traje a tu habitación para que sigas durmiendo- me muero de la vergüenza.

-Disculpadme con tu sobrina, no era mi intención quedarme dormida pero su música fue muy relajante, como si me arrastrara a la ensoñación- se ríe y se levanta para sentarse muy cerca de mi.

-Elphi- respondo con mi cabeza - empecemos de nuevo- dice de la nada- déjame presentarme- abro mis ojos para salir de mi aturdimiento y escuchar lo que esté hombre tiene que decirme.

-Empezar de nuevo, ¿Cómo?

-Me refiero....desde que llegué las cosas han estado saliendo mal y después de la charla con mi sobrina lo he pensado. Quiero empezar de nuevo.




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