XII

HADES

-Soy Hades- abre la boca y me mira…. Sigue y sigue callada y yo espero que diga algo pero no- soy el rey del inframundo-continuo revelando un poco-abre los ojos y se tensa por un momento.

-¿Qué es el inframundo? – pregunta con cautela y yo me pregunto que no mas le enseño Vanessa para que me haga preguntas tan simples que respondería hasta un mortal.

-Un lugar donde van a pagar los malos, donde condenas tu alma al mas allá, donde van los que mueren.

Su piel se eriza, lo noto por los bellos delicados que se alzan.

-Hades- sonrió al escuchar mi nombre de esos labios que me besaron sin pensarlo- un gusto en conocerte, solo no me lleves al mas allá si algún día muero- me rio mas fuerte que nunca.

-No lo haría Elphi- me siento en la silla nuevamente no sin antes sacar un libro que le puede abrir su mente. Se lo entrego en sus manos y ella mira la tapa maltrata con el paso de los años.

-Dioses griegos- relee y asiento emocionado.

-Me gustaría que lo leyeras para mi, no tiene muchas paginas máximo unas ciento cincuenta- me sonríe y sale de las sabanas blancas para pararse frente a mi, alzo mi cabeza y miro, su rostro, su silueta y su hermoso cabello que me gustaría trenzar.

-Lo hare, por que me lo pides con amabilidad- asiento con cautela y aprieto mis manos en un puño – Hades- sigue así ángel llamándome por mi nombre – perdón.

Cambio mi compostura y me levanto para estar a la par.

-Perdón, por……besarte sin tu consentimiento. Yo no lo hice….con malas intenciones si no mas bien porque …leí en los libros que cuando besas a un hombre todo cambia- se pone nerviosa y se que le cuesta mucho admitir todo esto como a mi y no la culpo. Solo que lo malinterpreto, ¿Cambia? pero sintiendo emociones como el amor como el deseo o el odio. En cambio yo sentí culpa, necesidad y …. Una sensación que no debería experimentar hacia ella. Pero lo hago.

Paso saliva por mi garganta y cruzo los brazos para decirle frente a esos ojitos de tristeza.

-Perdonada ángel- ¡mierda!, se me fue de mas la palabra.

Ella sonríe y repite.

-Ángel- suelto mis brazos por el error que acabo de cometer. Pero a la vez me siento tranquilo demostrar algo verdadero después de tantas mentiras y si quiero su ayuda es mejor que lo sepa.

-Elphi- repito su nombre alejándome de ella y abriendo la ventana donde se ve el hermoso paisaje, ella observa cada parte de mi- tu eres un ángel- el libro se le cae de la mano y es como si fuera el momento donde me doy cuenta que ella me gusta así, desaliñada con sus vestidos y pies descalzos, y ni hablar del cabello, y mas aun me encanta lo dulce que es hacia la naturaleza. ¡Uh mierda!

El viento nos sopla a ambos por el silencio.

-¿Un ángel?, soy un ángel- su cara cambia a sorprendida y asustada.

-Si, eso eres, un hermoso ángel que capture- su mirada se alza y me mira, el cuerpo le tiembla y me acerco.

Cambio mi animo y me vuelvo a lo que soy. Un engañoso. No puedo dejarme llevar por esos sentimientos.

-¿Capturaste?- con tantas preguntas me desespera revelo solo media verdad.

-Es lo unico que te diré Elphi- meto mis manos en los bolsillos y me mira destrozada.

-¿No me dirás más?

-Si quieres saber. Ayúdame- respondo admitiendo lo que quiero de ella sin meter mis emociones traicioneras. La manipulación los es todo y quiero hacerlo.

-Que me darás si te ayudo- se pone seria y triste derramando lagrimas de verdad.

-La verdad completa- respondo con voz gruesa e ignorando su rostro – serás libre, piénsalo tienes esta noche mañana apareceré para preguntarte.

- ¿Si me niego?- le miro serio, miento mis manos en los bolsillo para apretarlos con tanta fuerza que se me van a partir. Control Hades, solo el control te salvara.

-Seguirás encerrada, viviendo sola. Y lo peor de todo es que no veras la luz nunca mas Elphi. Esta vez te encerrare en una celda donde no entre luz.

-No serias capaz- me mira enojada.

Chasqueo la lengua malignamente.

-Soy Hades niña- con eso desaparezco.

**

-Me sirves una copa- tomo asiento alado de mi otro sobrino Ares, el dios de la guerra, el que crea caos y destrucción. Cuyo destino es la muerte trayéndoles hacia mi.

Sirve un poco de licor. Lo bebo enseguida sintiendo el ardor en mi garganta. El curva sus labios en una sonrisa maliciosa cuando termina su bebida

-Acaso te propinaron un puñete en la cara- me regresa a ver- porque pareces mas muerto que vivo- me estiro en la silla y dejo el vaso de mala gana en la mesa mientras los meseros del bar siguen sirviendo a los demás clientes.

-No me propinaron nada en la cara- le respondo con un deje disgusto- pero si presionaron mis limites – se burla y veo que cruza los brazos mientras sigo serio.

-Escuche rumores tío.

-¿Cuáles?- pregunto llevando su afirmación a las típicas conversaciones que no me gustan.

-¿Qué secuestraste a un angelito- alzo una ceja mientras pienso en la palabra que siempre me disgusta.

-No estoy feliz por ello- pido mas licor y el mesero me la sirve.

-¿Acaso no cumple con tus requerimientos?- bebo esta vez saboreando el liquido e ignorando su pregunta.

-Si no tienes nada mas que hacer te puedes ir, ya que espero a alguien- le informo y el se ríe disgustado.

Se levanta y me palmea el hombro derecho donde tengo mi vaso.

-Si algún día quieres hablar estoy dispuesto a escucharte tío-lo miro- ya sabes… de las emociones, de lo que normalmente sienten los humanos.

Le voy gritar justo cuando aparece el ángel de mis curiosidades.

-Vaya otro ángel- dice sorprendido.

-Desaparécete- ordeno y lo hace.

-Bienvenida querida- sonrió maliciosamente con mi bebida al roce de mis labios- toma asiento.