ELPHI
Imagine que podía tener un poco de felicidad pero es imposible. Hasta que un simple choque puede cambiarlo todo. Soy Elphi y quiero ser un verdadero ángel, pero uno libre.
Corro lo mas rápido que puedo mientras me choco con varias personas desconocidas, tiro un bote de basura por accidente y hago caer un helado a un niño y sus llantos llegan mis oídos. No puedo ser atrapada por Hades, no puedo. El temor que sintió mi pecho al ver su imponente figura y la aterradora mirada. Su enojo a mi respuesta es un avance de lo que podría esperarme si me encierra y de la peor manera. ¡Oh por los cielos!, deje Seraphina sola.
Que mala amiga soy. Ella dando todo por mi y yo nada por ella.
Me caigo por accidente y me raspo el pantalón. Sangre. Miro como loca alrededor mío y me levanto echa un desastre. Pero mi brazo golpea con el brazo de otra persona que hace despertar algo raro en mi.
-Cuidado señorita- nos miramos a los ojos, los de él son como verdes y a la luz del sol son como la miel, como café. No distingo. Pero me llaman.
Porque siento varias sensaciones, electrificantes y helados por mi cuerpo como si quisiera despegar del suelo.
El me observa con cuidado y la mujer que lo acompaña de melena ceniza, se sorprende como si viera algo en mi que yo desconozco.
-Grecia…..no…no…lo siento, no eres ella pero te pareces a ella- miro a ambos y están vestidos de negro como yo. Esto es mucho para mi, me esta asustando, no se como manejarlo. Porque siento algo vacío en mi pecho y porque me cuesta hablar. Ella quiere acercarse pero yo me alejo.
-¡Espera!- dice el chico tratando de tomar mi mano pero la alejo espantada.
Ocúltalo.
Ocúltalo.
Ocúltalo.
-No me toquen – musito en voz baja, mientras ellos me ven preocupados, me sigo alejando al ver de reojo la silueta de Hades a lo lejos asustado, eso me pone en alerta.
Y por un momento el mundo comienza a girar.
Alguien agarra mi mano y es Seraphina que me jala para que corramos mientras ignoramos nuestro entorno. Así que la sigo, no me importa esa sensación aunque debería reconocerla pero con tanta presión no puedo, no puedo.
-Corre – es lo unico que dice, mientras para un auto con la palabra grabada en un letrero taxi . Nos subimos mientras respiramos con dificultad y miro por la ventana a las personas que me observaron extraño o si aparece Hades.
Me llevo la mano al pecho y por primera vez siento que algo despertó en mi interior, algo diferente que tengo que reconocer.
**
Llegamos al hostal y Seraphina comienza a recoger sus cosas como loca. ¿Acaso se va? ¿Regresa a su pais? Bueno después del desastre que se armo, estoy segura que se asusto.
-Elphi- alzo mi mirada triste- ese hombre que apareció es el que te busca- asiento avergonzada. Tomo asiento y juego con mis manos.
-El es malo- admito pero a la vez dudando un montón. Y pasándome la mano por mi cabello desordenado- el es peligroso, y lo peor de todo es que me encontró- se sienta alado mio.
-Lo vi en su mirada, el esta loco, como se le ocurre ocultarte desde que eras una bebe.
-Ay Seraphina no sabes todo aun.
-Quieres contármelo, no estas en la obligación de hacerlo- y mejor así, no se que podría hacerle Hades, mas no me lo perdonaría.
Así que niego y ella entiende.
-No se que hacer Seraphina- toma mis manos y le da un pequeño apretón.
-Encontraremos una solución, no te preocupes, no te dejare sola. No hasta que se termine mi tour y hayamos pensado en algo.
Niego angustiada, sin encontrar una salida. Rayos, la estoy involucrando mucho a mis situaciones extrañas.
-Tranquila Sera, algo se me ocurrirá.
Por la noche, en la oscuridad del baño, mientras observo el panorama de Escocia, solo se me ocurre una idea, que puede ser para bien o para mal. Tengo que descubrir quien soy, se que soy fuerte, se que tengo habilidades, y mas que todo un ángel, un ángel que tiene alas. Frente al espejo, examino mi espalda sin un rastro de lo que debería existir, lo peor de todo no se como salen o crecen, miro mis manos y trato de hacer algo con ellas, algún movimiento que me indique mis habilidades. Pero nada. No hay signos de nada.
Abro la llave de la ducha e invoco a Poseidón.
“Yo se que es inopotuno, se que te pido mucho pero necesito una nueva vida, ya sea que tenga que luchar, por favor Poseidón ayúdame a esconderme de Hades ”
Lagrimas brotan de mi.
-Mi pequeña angelito- la voz gruesa de Poseidón me hace levantar la mirada, su enorme figura lleva túnicas azules como el mar- sabes que no puedes huir por mucho tiempo de ti- se arrodilla para estar a la par- tienes que afrontar los retos que te pone la vida- niego de inmediato.
-No puedo poner en peligro a mi amiga.
Me atraganto con mi llanto desquiciado.
-Tu amiga va estar bien, Hades no le hará daño, créeme, pero tu tienes que ser muy inteligente ante las situaciones, eres un ángel, uno muy fuerte y con unas habilidades increíbles- me rio tristemente.
-¡Mírame!,no puedo ni si quiera encontrarme, no se como. Nunca tuve respuestas a eso.
-Tu madre tampoco las tuvo, angelito- abro los ojos- tu madre tuvo que ser valiente y si quieres llegar a tu familia a la que te sigue buscando tendrás que pararte y luchar con todas tus agallas o sino el serás consumida por la decepción.
Se levanta y sonríe con ternura.
-Empieza desde donde inicio el día de hoy- con eso desaparece y yo me levanto para verme en el espejo toda demacrada.
Tengo que buscarme, tengo que hacerlo si no nunca sabré quien soy y porque Hades quiere tanto mi ayuda.
Salgo del baño buscando un papel y un lápiz para escribirle a Seraphina mientras sueña con Morfeo.
Busco mi maleta y saco ropa de ella para vestirme como me gusta con mis vestidos largos y sacos abrigados de lana, me peino y algo se me pasa por la cabeza. Busco entre las cosas de mi amiga y saco unas tijeras y revistas. Veo la foto de una mujer con el pelo en medio de la frente y a su lado capas en cada parte de su cabello, imito el corte hasta lo que parece ser maquillaje, delineándome de negro la parte baja del ojo. Me miro en el espejo viendo mi cambio.
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secuestro y amor prohibido, dioses griegos y ángeles del cielo
Editado: 08.12.2025