(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

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''Ángel de la muerte''

¿Qué fue lo que le paso, que se olvidó de mí?

 Acaso me dejo de amar.

Esto es una trampa del mal.

¿Qué será lo que trama?

¿Quién es el bueno? y ¿Quién es el malo?

 

Estoy acostada en la cama mirando hacia la ventana parece que amaneció con un lindo día -mmm- estiro mis brazos a los lados cerrando mis ojos. Siento una respiración encima de mí ¡no!, para nada abro los ojos los aprietos con fuerzas.

-Abre los ojos - dice una voz ronca.

Los abro despacio y estoy frente a frente con unos ojos azules, es el ángel de la muerte o como diría Dane un ¿desterrado? me espanto con solo verlo así que lo empujo pero él lo  evita y me sujeta ambas muñecas poniéndolas encima de mi cabeza, yo solo respiro rápidamente por el miedo que tengo y lo indefensa que estoy.

-Suéltame, ¡hijo de perra!- trato de forzar pero no puedo él es muy fuerte.

-Acaso te lavaron el cerebro, en realidad dices que me recuerdas pero estas mal Isabella no sabes quién fui en tu vida...... mm yo te lo haré saber pronto-  lo dice en voz baja además no entiendo lo que está tratando de decirme, de la nada posa sus labios húmedos en  los míos, me sorprendo por tal acción que el comienza a besarme profundamente haciendo que yo siga sus suaves movimientos, no puedo deshacerme de esta persona mala, que me pasa, ¡Isabella estás loca! estas besuqueándote con el enemigo.

Mi corazón se acelera, un frío que me recorre por todo el cuerpo, tengo miedo de él, no sé qué me pasa cuando el termina de besarme me mira a los ojos haciendo que tenga más pánico pero uno extraño. Me recuerda a algo pero no sé qué es.

-Tienes que recordarme también, tienes que abrir los ojos Isabella, estás cegada, debes huir de aquí lo más pronto, antes de que sea tarde- parece preocupado.

Finalmente desaparece.

Me quedo atónita por lo que acaba de suceder,  pongo la mano en mi pecho y un gran dolor que me consume, comienzo a llorar porque no sé qué hacer.

Dane aparece en el cuarto haciendo que me asuste. Aún recuerdo lo que paso la anterior noche, ahora he comenzado a desconfiar de él.

-¿Estás bien? - me pregunta curioso.

Un miedo en mi interior se produce de repente en mí, no sé si contarle a Dane lo que a cabo de pasar, decido que no y  me quedo callada.

-Estoy bien, solo extrañaba a mi abuela-miento, la cual no es una mentira muy creíble que digamos.

-Okei, baja a desayunar -señala con el dedo pulgar.

-Enseguida voy- le respondo.

Cuando estoy en la mesa sentada con Dane el ambiente es tan neutro, será porque me siento incomoda y no sé cómo sentirme después de lo que acaba de pasar con el ángel de la muerte esto es tan raro por una extraña sensación tengo miedo de Dane.

-No has tocado el desayuno, come Isabella- señala el plato de tostadas que está enfrente mío.

-Claro - cojo la cuchara que esta alado del plato de frutas y comienzo a comer.

**

Estoy sentada en la mesa del comedor calificando trabajos de la escuela, son muy divertidos estos dibujos  sé que han realizado su mejor esfuerzo y merecen una buena nota. Cada esfuerzo tiene su recompensa.

De pronto me siento un poco mal y mi visión se torna borrosa, no veo muy bien y para rematar me duele la sien es insoportable, de repente vienen flashes como lo diría ahora recuerdos de mi vida, me veo puesta un vestido blanco perfectamente hermoso, de novia de esos antiguos que se olvidan con el tiempo, después estoy caminando por un pasillo largo y oscuro sosteniendo entre mis manos un pequeño  ramo de flores de lavanda blanca, mis ojos se abren más y la luz se hizo en mis recuerdos. Una fuerte luz, muestra a un hombre vestido con una túnica larga de color blanco, no puedo ver su rostro, me siento muy mal que cierro mis ojos mientras mi cabeza cae en una mano.

Cuando despierto nunca imagine que fuera el ángel de la muerte quien estuviese aquí. Está en una silla sentado observándome, nos cruzamos la mirada y yo me doy la vuelta dándole la espalda. Me atrevo a preguntarle sin temor a nada, porque siento dentro de mi frágil corazón que no debería temerle.

-¿Quién eres tú? - le digo con una voz baja mientras me acobijo con la sabana.

-Para que decírtelo si no me recuerdas - su voz es dura y de rabia.

-Por eso te pregunto. ¿Quién eres?- idiota.

-Deberías irte de esta casa - cambia de tema evitando mi pregunta y eso me enoja. ¿Porque quiere que me vaya de aquí?

Me doy la vuelta y me siento en la cama para verle a los ojos.

-En serio deberías verdaderamente recordar, esto es muy extraño Grecia - su voz cambio ahora se volvió diferente más suave.

-Wuo veo que sabes mi antiguo nombre- digo cruzándome de brazos hace muecas y se levanta de la silla para caminar viendo la habitación en la que duermo.




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