Recuerdos y más recuerdos es lo que se trata mi vida ahora recordar que fueron de ellos. De mi vida.
Despierto del relajante sueño, lo primero que veo es un cuarto muy blanco y cuando me refiero a blanco me refiero a que tiene todo blanco hasta la puerta.....no me había dado cuenta, se ve hermoso –sonrió- alguien aparece por la puerta, una mujer muy alta con una hermosa figura y con un cabello negro largo además de brillante, sus ojos son azules tan puro como el mar.
Me pregunta algo, pero yo estoy más desconcertada que le vuelvo a preguntar.
- ¿Dijiste algo? -ella me sonríe.
-Te pregunte, ¿Cómo estás?
-¡Ahh!- me llevo la mano a la boca tapándola – bien creo.
-Eso crees, bueno el me encargo que te cuidara.
Me imagino a la persona que le dijo eso.
- ¿Por qué?, creo que tengo que regresar a casa-parece confundida, pero lo toma con calma.
-No puedes, el ya no te va aceptar en su casa-me reprocha cruzada de brazos.
-¿Cómo?, ¿porqué? él puede sospechar.
-Isabella él ya sabe lo que paso ayer, no lo sé cómo, pero ya lo sabe. Dane es malo, él te mintió, el té descubrió, él no es tonto Isabella.
-¡Que! Co... Co... Como -titubeo.
-Él te vio, té siguió adonde fuiste ayer, pronto regresara él, mejor dicho como le llamas tú, el ángel de la muerte, aunque no lo es.-Se ríe por tales palabras.
-Me siento muy perdida, necesito una explicación – le digo tapándome la cara con mis manos.
-Él te va contar todo.... que tal si mejor vienes a desayunar-me sonríe parece dulce.
Muevo mi cabeza, con un sí.
Cuando ya estamos comiendo me doy cuenta que la mesa es de madera con una pintura blanca, encima le cubre un mantel del mismo tono, pero de encaje con bordes de flores, las sillas son también de madera pintadas de blanco, para variar me da miedo ensuciar algo así que desayuno despacio sin regar nada.
Por la tarde estoy nuevamente en la habitación sentada alado de la ventana, parece que no estoy en Seattle, esto parece el cielo. Porque afuera esta una neblina que cubre todo el panorama. Vago en mis pensamientos con lo sucedido ayer, Babi me preocupa, seguro sospecha y me odia ¡mierda!, ¡porque rayos vino a vivir a Seattle!, ahora tengo que explicarle todo -sacudo mi cabeza por pensar así, todo tiene una explicación, pero se la daré algún día cuando la vea.
Cuando termino de pensar me paro de la silla camino a un espejo que está frente de un pequeño sillón redondo -no lo puedo creer es el espejo de mis sueños, ¡el mismo! – toco la parte de los filos, son hermosos de pronto me miro al espejo y estoy distinta, más flaca o más fea me toco mis mejillas con ambas manos, mi piel esta suave como pompis de bebe y estoy en pijama ¡qué horror! recién lo noto. Toco nuevamente al espejo cerrando los ojos y me asusto cuando escucho un tremendo rayo, corro para la ventana y miro que está lloviendo muy fuerte de pronto siento que alguien toca mi hombro me volteo asustada y veo al ángel de la muerte ‘‘según yo’’, me canse de llamarlo así, porque no creo que sea malo ahora que me salvo, entonces respiro profundo enrollo mis manos haciendo un puño, me armo de valor y le pregunto.
- ¿Me contaras quién soy?, ¿Quién eres? y por qué…. todo- finalizo, quiero saberlo todo.
El me mira como arrepentido se acerca abrazarme, pero yo no le regreso el abrazo, me acerco un poco más y le digo en su oreja rozándole la barba que tiene y le digo nuevamente. –Me dirás todo.
-Si Grecia- responde tranquilo.
Estoy sentada nuevamente en la mesa, pero esta vez con el ángel y la chica que no sé cómo se llama.
El ángel dice.
-Empecemos desde cero – pone ambas manos sobre la mesa, miro a la chica y me sonríe y yo estoy muy perdida.
-Mi hermano no se llama Diocles, no es su verdadero nombre, bueno su nombre en este tiempo es Dane comenzó a usar ese nombre desde el siglo diecinueve...... y el verdadero nombre, el real y el único para un ángel, es Artemis, que se convirtió en malvado, nunca creí que pasara esto, lo que nos hizo a todos. Él es engañoso.
Pongos mis ojos como platos, sin decir ninguna palabra, no puedo creer Dane me ha engañado todo este tiempo, porque...porque. Y son hermanos.
-Somos ángeles del cielo Isabella y tú nunca has sido un ángel de la guarda, no están a tu cuidado los humanos más bien nunca lo fuiste – toma aliento- tú eres un ángel de la vida, la que devuelve y decide la vida de aquellos mortales, la que dirige si pertenece al cielo o al infierno eso eres, eres de las pocas que queda. Mientras que yo soy un ser superior ante ti o lo era, claro soy un ángel, pero esa es otra historia aparte. Fuimos castigados por mi hermano y estamos muchos ángeles desterrados también hay ángeles que son malos y se los llama oscuros debería decir que la culpa fue de Artemis. - Me sorprende por lo que dice de su hermano, pelea entre hermanos ¡increíble! además me siento totalmente una estúpida por creerle, no sé qué rayos sacaba mintiéndome es un hijo de perra ¿Artemis? siento una gran rabia en mi interior, un enojo que me hace enfrentarlo, quiero que sufra el bien maldito.
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amor verdadero, recuerdos del pasado, angeles malos y buenos
Editado: 26.07.2021