(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XV

Nos miramos a los ojos, los dos y no lo reconozco está muy cambiado se dejó crecer la barba, está más delgado y vestido todo de negro, sus ojos azulados ya no están, son negros  muy negros  en donde vi ojos negros -ya me acorde- al verdadero Diocles quiero desaparecer así que cierro mis ojos con fuerza para hacerlo y a la vez no verlo a él, pero  no puedo desaparecer quiero poder volar por cielos pero he practicado tan poco que no lo consigo hacer. ¡Maldición!

-Demasiado tarde para que desaparezcas y trates escapar de mi Grecia ¿sabes? aunque yo  haya manipulado tus recuerdos,  no me arrepiento de nada, es mejor una vez lo hice y sentí culpa pero eso fue hace muchos años. -Tengo tanto miedo  que no presto mucha atención a sus palabras y es mas  no soy capaz de abrir los ojos así que los aprieto con tanta fuerza  y hago puño en mis manos, la respiración se me acelera me siento una completa debilucha tanto tiempo practicando para no poder enfrentarlo. Esta muy cerca de mí, toca mi  barbilla con su mano helada finalmente abro los ojos para apartarme  pero no puedo el reacciona más rápido que yo y me coge las  muñecas para lanzarme para arriba. Al  cielo.

-¿Sabes qué?, vamos a comenzar,  he cambiado de opinión no sé dónde rayos te has estado refugiando pero por lo que sucedió la última vez no me lo quito de la cabeza,  lo detesto, odio que no hayamos concluido a muerte aquel día  –me grita y esta vez no puedo tener el control del vuelo  así que estoy cayendo rápido sin darme cuenta que Dane me sostiene de la pierna izquierda intento zafarme pero me es imposible me está agarrando muy fuerte.

-No,  ni lo intentes ¡perra! esta vez he decidido matarte –que  ¡no, no, no! -miro de lado a lado y concluyo mirándolo a él. –No- intento forcejear para zafarme , lo logro y  mi cuerpo toma el control, me acerco a él proporcionándole un puñetazo en la cara que sale volando en frente mío, cuando veo que extiende sus enormes alas junto con sus brazos, el cielo se comienza a nublar los rayos aparecen de la nada por todas partes, no sé qué hacer, mis únicas habilidades dudo que puedan hacer algo increíble, él va terminar matándome con sus enormes alas  de color negro, los rayos aumentan y lo único que puedo hacer es extender mi brazos igual que él, se acerca muy  rápido a mí y escucho una voz a lo lejos gritando –¡basta!- regreso a ver a un lado y es Diocles alado de Alicet, nuevamente regreso  a ver a Dane y lanza un rayo con su mano izquierda  junto a mí.Cierro mis ojos .

La gotas de agua baña toda parte de mi,  me doy cuenta que tengo los ojos cerrados así que los abro de inmediato y me encuentro con una luz brillante que está iluminando desde lejos,  pongo mi manos frente de mí  ya que está muy fuerte, alguien se está  acercando y  hace que no la pueda ver, cierro mis ojos otra vez y de repente siento un fuerte golpe en la parte de atrás de mi cabeza haciéndome caer y dejándome inconsciente.Veo negro ahora.

Recuerda para eso volviste a la vida,  así que recuerda todo”.

Esa voz cálida y relajante  en mi oído la escucho,  mis ojos se abren enseguida, un dolor de cabeza infernal es lo que siento en este momento, coloco ambas manos a los lados de mi cabeza y  unas imágenes aparecen, de Diocles, de todos hasta de Artemis, pero algo cambia, él no me mato, nunca viví con  una familia,  sé que tuve padres, pero era todo distinto. Mis  verdaderos recuerdos solo míos me están estallando en mi cabeza  las imágenes no paran, recuerdo a Alicet, a todos los de la cueva. No paran. Hasta recuerdo a Ava.

-¡No!–grito siento un vacío en mi pecho, como si me lo arrancaran,  mis ojos me arden, para rematar siento como si me clavaran un  cuchillo en la espalda -pongo mis manos en mi pecho y lloro desconsoladamente  hasta que un mareo aparece  y caigo en un colchón duro como el acero, no siento nada solo dolor en mi corazón. Y viendo que esta vez sera distinto y sintiendome diferente.

**

Érase una vez un ángel que nunca fue una persona normal, nunca fue mortal, siempre tuvo la inmortalidad de su lado, nunca iba a morir hasta que sucedió lo peor, la mataron en el día de su casamiento. ¿Cómo podrían matarla, si es inmortal?

Muchos siglos, años, décadas, meses, semanas, días, y que otra cosa más podría ser, atrás.

Nuestra hija va hacer fuerte, ¿sabes porque? porque fue elegida por los ángeles de los cielo, ellos aparecieron delante mío y me la pidieron, nuestra hija no es normal -sostengo a mi hija en brazos mientras le hablo a mi esposa que está cansada después del parto.

-Entonces, que se la lleven, no la quiero volver a ver, me ha traído bastantes complicaciones en el embarazo - lo dice con tanto odio y maldigo eso, maldigo que no quiera estar con nuestra hija.

Salgo de la pequeña habitación con ella en brazos.

-Te vendrán a buscar, voy a guardar ropa para ti- le digo a mi pequeña bebe.

 -Eso no es necesario-escucho una voz gruesa y masculina, me regreso a verlo y es un hombre joven, alto con una perfecta cara y ojos azules penetrantes iguales a los del mar.

-¿No lo es?- le pregunto mientras extiende sus enormes alas por los lados, son blancas y con filos dorados, esto es sorprendente nunca antes había visto en mi vida algo así. Nunca.

-Puedo acercarme a ella-me señala con los ojos a mi hija y yo asiento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.