(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XVIII

Grecia

Pone sus gruesas manos en mis mejillas y sigue besándome, cuando se detiene se aparta a unos pocos milímetros de mí.

-Lo siento, no debí hacerlo – ¡no debiste!, creo que si debiste por un momento olvide para que vine, creo que he cambiado de opinión. No que digo  sigo manteniéndome firme.

-Yo – me da vergüenza verlo a la cara, así que aparato enseguida mi cabeza pero en cambio él toma mis manos y me dice.

-Voy hacer sincero contigo, me gustas –le regreso a ver a los ojos para asegurarme de que escuche bien.- Si me gustas, se lo que paso también, ¿por qué no te quedaste con Moe? ¿Por miedo a Artemis?, sé que tu provocaste esos rayos- me acuerdo de lo que dijo Artemis, de mi padre, madre y también lo del ángel oscuro, aparto mis manos enseguida de las de Diocles y pone una expresión extraña.

-¿Qué pasa? – miro sus hermosos ojos.

-No sé si creerte, mientes Diocles- le confieso.

-¿Mentir?, eso no es verdad ¿por qué lo dices?, lo que acabo de decir es verdad, ¿te dijo algo Artemis?

-Artemis, claro que si,  por ahí me entere de algo.

-¿Qué cosa? –aprieta los dientes y parece enfadado, como cambio de un estado romántico a un estado de furia.

-No te voy decir, voy a encontrar respuestas yo misma.

-¡No! es peligroso, ¿No te cansas de meterte en lugares peligrosos?, ¿dime quién no más se acercado a ti aparte de Artemis? y que te dijeron- me habla tratando de calmar su humor.

-Ah, Artemis es el único que se ha acercado a mí – miento y no sé porque ¿acaso soy mentirosa? bueno ya me volví una.

-¿Que te dijo Artemis Grecia?- tensa su mentón.

-No que sabias perfectamente lo que paso- le grito un poco y después me calmo- me dijo que me robo mis habilidades, que tenía unos padres, ¿es verdad sí o no?-le fulmino mi mirada y cruzo mis brazos por una respuesta, su expresión cambia a miedo se voltea para  darme  la espalda y se pone las manos en la cabeza. - Dijo que lo iba a matar, que seguía vivo en un pasado, quiero saber Diocles por favor no mientas.

-Te lo iba a decir, pero a su tiempo, y si tenías una madre y un padre; tu padre Grecia te iba a criar pero le dijeron que no y tu madre no te quería ella era muy diferente muy diosa se podría decir-¿eh?- si quieres verlo, te llevare hasta él, en el pasado, ahora es imposible que lo veas en este tiempo porque él ya está muerto recuerda que aquí pasan lento los días y horas pero en el cielo pasan muy rápido, es muy diferente.

-Lo sé, si me acuerdo, he presenciado mis días y meses aquí, en tierra firme…en este hermoso mundo.

- También me dio un collar para ti el cual es muy valioso y por lo que veo no lo tienes ¿dónde está tu collar?- se gira y me mira fijamente ¡mierda! esos ojos que tiene intimidan mucho y matan al alma, ahora se dio cuenta que no lo tengo que voy hacer cuando le diga la verdad ¿se enojara?, ¿tengo que contárselo? me toma las manos nuevamente. –Espero que no me mientas con nada más yo solo te he mentido en esto. Y tu collar, es importante, él te lo dio para que le recuerdes tiene memorias de él y de tu madre y algo más enorme, esta bañado con agua pura ¿dónde está? -la piel se me pone de gallina y también comienzo a temblar Diocles se da cuenta de inmediato y se aparta soltándome las manos.- ¿Dónde está?, responde ¡mierda!- no me gusta que me grite el muy imbécil, decido  abrir mi boca para decir.

-Primero no me grites, y bueno tuve que darle a una persona muy mala para salvar a un pueblo o comunidad no sé lo que es –miro su rostro y esta vez se puso oscuro y hace una mueca de enfado, me alejo de él sin dejar de mirarlo, no sé si Diocles vaya a explotar de furia pero al alejarme mi espalda choca con una pared.

-¡Se lo diste a un ángel oscuro!, sabes lo que has hecho, le diste tu "collar", le diste el ultimo regalo de tu padre – se le salen los ojos del enojo y  se ve chistoso.

-Sí, te lo estoy diciendo, tuve que hacerlo para salvar a las personas. El pueblo.

-¡No puede ser! -grita –voy a ver si logro recuperarlo, va ser muy difícil proviniendo de un ángel oscuro, no será fácil y es mejor que vayas a descansar se te ve muy agotada, mañana hablaremos sobre de lo que hizo Artemis  y si se lo que te hizo y lo siento, no tiene perdón él se ha pasado de raya otra vez - ahora suavizo su tono. Quien lo entiende.

Otra vez, que extraño todo esto. -Adiós Diocles, no voy a dormir aquí lo siento si quieres mañana vuelvo – me despido con las manos y me elevo para volar pero él me detiene de mi tobillo.

-No vas a irte es muy peligroso, duerme aquí, en mi cuarto – los ojos se me salen, dormir en su cuarto, cama.

-Estás hablando en serio y ¿qué pasa con Ava?- me sorprendo.

-En serio me gustas y he terminado con ella de una manera muy loca para mi agrado -han terminado eso no me lo esperaba se veian felizmente juntos, por eso me pregunto Artemis si me gusta Diocles. Maldito loco.

-Eres un ángel muy raro, seguro quieres utilizarme, lastimarme, he leído sobre el amor de este tiempo y lástima mucho a las personas, más a los amores no correspondidos, ellos lloran en silencio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.