(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XIX

Diocles

-¿Qué crees que haces? – apretó mis puños con tanta fuerza.

-No iras a pegarme porque aparecí ahí en el salón – veo como chilla de rabia no puedo creer que estuve con ella.

-No quiero que te presentes así de nuevo si quieres echarme encara que te deje por ella, hazlo cuando ella no esté presente. Y no quiero que le faltes el respeto tampoco.

-No quiero, lo que quiero es que te alejes de ella, que la dejes, es un maldito ángel.

-No hables así Ava – le grito muy fuerte.

-Y no me grites, espero que Grecia también se dé cuenta de tu lado malo, seguro que finges como tu hermano Artemis.

-Él se ha equivocado mucho y lo sigue haciendo, si vuelve a cometer un error más será desterrado- me acerco a ella para que le quede claro lo que digo tampoco quiero que lo interprete como amenaza.

-Aléjate de ella Diocles o la vas a pagar, ¡te lo advierto!, mal nacido de mierda, estúpido ángel mayor, ojala también te destierren – miro sus ojos azules cristalinos, que paso con ella, que paso con la Ava que conocía desde que era un niño.

-No me amenaces, no me hables así, no me busques y aléjate de Grecia, veré cual será tu castigo- le digo eso por último y me marcho dejándola sola.

-¡Maldito ángel!- escucho sus chillidos.

Grecia

-Me visto para ir a tierra firme, como no puedo bajar de ángel, lo hago de civil .Quiero ver a Moe quiero saber cómo esta. En mis pensamientos me pregunto ¿qué le habrá dicho Diocles a Ava?, me muero de curiosidad pero bueno además él dijo que me quiere llevar a un lugar muy lejano de la realidad .Que será, más curiosidad.

-¿Adónde vas?-miro a Diocles mientras me agarro el cabello con una liga.

-A ver a Moe… hace tiempos que no lo veo y a que me ayude con  una cosa que me ordenaron que hiciera.

-¡Claro! pero antes de que vayas vienes conmigo para llevarte al lugar especial, es muy lejos de aquí- sonríe con amor.

- Claro, que será, donde me llevaras – le doy un beso en la mejilla y él toma mi mano para darme un beso en ella.

**

-Mírame no me esquivez la mirada, mi amor –lo dice tan dulce y sincero, no me importa lo que diga la gente yo lo amo. Amo a Diocles así lo diga muy rápido.

-Eres tan hermoso, tus ojos como un cielo despejado, tu cabello castaño café o rubio o lo que sea, tus lunares, tu labios –le toco el cabello es muy suave. Estamos acostados o más bien flotando yo encima de el en un lugar muy hermoso Diocles no me quiere decir el lugar.

Dejo de montarlo y me pongo a su lado, el me rodea con su brazo y me planta un tierno beso en la mejilla.

-Es hermoso este lugar,  deja ver al cielo, las nubes y como brilla el sol, ¡oye! me da miedo que aparezca un ser humano, creo que deberíamos regresar.

-Un rato más quiero tenerte un rato más, no quiero ver a mi padre-lo dice riéndose tímidamente, me da miedo preguntarle de lo que hablo con Ava.

Asiento con la cabeza en respuesta de un sí, yo tampoco me quiero ir y es verdad.

**

-Estoy aquí Grecia –aparece Moe con una corona de flores, tan lindo se le ve, esta vestido con su chitón pequeño que le llega hasta las rodillas y anda descalzo no me gusta que ande así, sé que es pobre, pero no merece que este descalzo,  me acabo de enterar mientras venía a verlo que su hermana murió hace poco de una extraña enfermedad. Sus padres lo vendieron a él tanto como a su hermana por necesidad tardo meses en reunir una cantidad para que pudieran devolvérsela y estar juntos pero las malas cosas siempre pasan, solo compartió poco tiempo con ella y no pude hacer nada, porque no podía usar mi  habilidad de la vida.

Miro sus pies descalzos, me agacho y me saco mis "crépidas" sencillas y se las doy, él las toma sonriente y por último se las pone.

-¿Más cómodo?- le pregunto.

-Si......muchas gracias –agacha la cabeza para agradecerme y es algo que también me molesta no me debe obediencia ni nada por el estilo.

-No hagas eso, yo no mando aquí ni alla arriba –señalo con el dedo.

-Es que esto es nuevo para mí y ¡loco! también.

-Bueno, puedes solo no decirle a nadie de esto, porque dudo que te puedan creer. Ya que no te veo hace mucho y estás de más edad además pensé que ya te habías acostumbrado después de la última vez que las viste. No te hagas.

-Guardare el secreto,  tú sabes que no señorita-cómo no.

-¿En qué años estamos? hazme acuerdo por favor.

-En el año cuatrocientos setenta y uno después de cristo.

-Necesito que me ayudes a buscar a un ángel niño escapo de los cielos. Vitales está muy enojado.




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