(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XXX

-Nunca pensé que el padre de Diocles fuera aparecer por aquí, en casa de Moe.

-Créeme que yo estoy más sorprendida que tú. Tengo que contárselo a Diocles.

-No lo hagas él ya se ha de ver enterado.

-Sera, ¿dónde estabas?,  pensé que estabas con Moe ayudándolo en el trabajo.

-Lo estaba, pero unos hombres me querían acosar, querían tocarme y les di su merecido. Además tú deberías estar en el cielo planificando tu boda.

-No se ir mucho, pedí permiso para estar aquí e ir a los cielos cuando me necesiten. ¿Cómo estás?, con respecto a lo sucedido, esos desgraciados- recalco, como puede haber gente así, por eso mi diadema no debe estar a la vista.

-Eso es bueno, después de que desapareció el hogar quedo todo triste, supe que van a construir uno, pero no sé dónde si te lo preguntas. Bueno con respecto a eso lo odie y se lo merecían por molestar, imagínate  a cuantas mujeres les pasara hoy en día.

-Se fuerte, no te dejes de nadie. Ahora que curiosidad con que la que me dejas  y mi boda la voy hacer en tierra firme y me gustaría que tú e Iris sean mis damas angelicales y me ayuden a planificarla, quiero que sea sencilla–  le digo sonriente.

-¡Claro! cuentas  conmigo  Grecia, va ser divertido- lo dice como niña pequeña.

-Ya, comencemos.

**

-Grecia.

-Dio, ¿qué haces aquí?- Alicet y yo regresamos a verle.

-Quiero que salgas afuera – me paro.

-¿Para qué?- pregunto con pereza.

-Nos van a dibujar – regreso a ver Alicet sorprendida y con una cara de felicidad más que la mía.

-Dio, eso es lindo lo que vas hacer por Grecia – sonríe con dulzura -  ya quisiera yo que me dibujen.

-Si, apura Grecia que el joven está esperando – salgo dando saltitos de lo entusiasmada que estoy. Regreso a ver hacia atrás y Diocles me sonríe.

-Gracias.

-De nada.

Diocles y yo estamos sentados en una silla de madera realizada por el, bueno yo estoy sentada en sus piernas ¡que loco! pero ya que, nos vamos a  casar. Alicet nos mira sonriente por el dibujo que nos están haciendo. Ese dibujo o retrato quiero que se vea hermoso, quiero guardarlo por la eternidad.

Cuando el joven termina de retratarnos, me da el dibujo y Diocles le paga, yo observo cada parte del dibujo, mis labios, mis ojos, mi cara hasta la cara de Diocles, él se ve más lindo que  yo.

-Lo colgaremos cuando tengamos nuestro pequeño hogar en la tierra, ya que quisiera vivir aquí como ángeles, contigo – le regreso a ver sonriente. Pero yo quisiera ser mortal. Decido no decirle.

-¿Para siempre quieres vivir aquí?- pregunto con cautela.

-Sí, para toda la vida hasta que decidamos pasar a una edad muy adulta.

-Lo quiero- miento, no miento quiero estar con él toda la vida pero también quiero envejecer a la manera de un ser humano normal y corriente, ser un ángel me ha traído muchos problemas y no puedo vivir una vida normal.

-Hay tortolos, me dejan ver el dibujo – le doy el dibujo Alicet para que lo mire, después me voy a darle un abrazo a Diocles y le planto un beso en sus suaves  labios. Decido hacer a un lado mis pensamientos.

-Se ven hermosos – nos dice Alicet.

-Gracias – decimos ambos.

Después de una hora charlando con Diocles sobre nuestra boda, llega Moe con unos troncos y Alicet lo ayuda a cargar y los pone a un lado de la mesa. Ahora que lo pienso Moe y Alicet harían bonita pareja pero dudo que Moe quiera algo con ella aunque creo que él tiene a alguien ya.

-Comemos – nos dice Moe a todos.

-Si – decimos al mismo tiempo los tres.

Artemis      

-¡Maldita sea!, ¿Artemis tu lo sabias?– que le pasa a esta loca, veo como se le salen los ojos del odio y la amargura que siente.

-¿Cómo te enteraste?- le pregunto.

-Los rumores crecen, yo lo sé todo – se acerca a mi lentamente y me coge de las mejillas apretándolas  muy fuerte.

-No me asustas, y si no te lo dije es porque no es mi obligación, no soy tu peón.

-Pero, eres malo igual o ¿no? , no me hagas dudar. La voy a matar y tú me vas ayudar ya que no pudiste quitarle todo su poder. – me zafó de su agarre bruscamente y le tomo de las muñecas.

-No vuelvas hacer eso Ava  a  mí nadie me toca así – le suelto y me doy la vuelta para irme de este espantoso lugar oscuro. El bosque.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.