(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XXXIV

Tiempo Actual

Un mes después

Me despierto nuevamente  en el mismo lugar, no sé dónde estoy,  pero hay algo que nunca desaparece, es el estar esposada y acostada  en  una cama, trato de sacudirla con fuerza cada día para ver si aparecen mis habilidades pero nada, no puedo.

Cada día aparecer una persona  diferente y es para repetir el mismo proceso, veo que  trae en la bandeja de metal  el típico  vaso con  agua y unas pastillas blancas. Nuevamente.

- ¿Quién eres tú ahora?– la primera vez  que desperté en este lugar espantoso  lo note me sentí muy diferente ¡más rara! , única diría yo, me toco mis labios como cada día para ver que sigo siendo yo, Isabella y a la vez Grecia pero ahora más segura de quién soy, podría decir que quiero quedarme con el nombre de Grecia. Es un infierno,  la señora se acerca a mí.

-Tranquila estas en casa, bienvenida Grecia -esa maldita frase también me tiene harta ¡estás en casa!,  ¡mi trasero! -la mujer me ofrece el agua y la pastilla, a la vez yo niego con la cabeza  ¡ya no más! estoy cansada de que me  den esas pastillas, creo que bloquean mis habilidades,  noto que ambas  manos me comienzan a templar.

 –Aléjate de mí –le grito esta vez alterada quiero irme de aquí –le escupo en la cara y la señora se horroriza y recibo  una fuerte cachetada, eso me dolió sentí como mis dientes crujieron.

-Grecia tranquila nadie va hacerte daño -veo que de repente entran unos hombres vestidos de trajes blancos – ¡ayúdenme!  Tiene que tomarse la pastilla, atenle la otra mano –dice la señora y yo  me niego, los hombres con trajes de blanco se acercan y me sostienen de mi  único brazo que esta suelto  y a la vez  débil.

Me sostienen muy fuerte y señora bruscamente coge mi quijada para meterme la pastilla yo trato de no tragármela pero fallo la estúpida me mete su dedo índice y después me hace beber el agua.

**

Cada día que pasa me vuelvo más débil, parezco un vegetal.

- Isabella, ¿cómo estás?, veo que no comes -regreso a ver a la persona que me está hablando pero le saco el dedo del medio -ya me hablaras pero ahora vas a ver alguien,  ya que esa persona necesita verte.

Tocan la puerta y veo entrar a la mismísima mujer que me mato, Ava.

-Pero mira, estoy segura que  fuiste tú quien me puso en este lugar– la miro a los ojos y parece feliz.

-Calla, déjenme a solas con ella- regreso a ver a la señora y se levanta con una  ira liviana, sé que le caigo mal, ¿pero eso me importa?, no.

-Que viva que estas Grecia, perdón Isabella.

-Llameme Grecia porque de tu asquerosa boca no me gusta que me llames Isabella, seguro ya estas feliz, nuevamente ganaste, me alejaste de Diocles-  la miro  con fastidio y enojo por todo lo que me hizo y Dane donde esta.

Se pone pensativa. –Ya nos veremos Grecia, mientras tanto quédate aquí, porque en este lugar  te vas a pudrir, no vas a volver a ver el cielo nunca.

-Ya veremos, loca obsesionada, el tiempo cambio y creo que yo  también cómo lo puedes ver.

-¿Por qué lo dices?, ¿Acaso recordaste?- se acerca a mí cautelosa.

-No – miento.

-Recordaste, hija de perra- la escupo y me comienzo a reír en su cara, ella me mira con asco –me la vas a pagar – camina hasta la puerta y sale cerrando con fuerza.

No tengo fuerza, ni habilidades, estoy enojada en estos momentos con todo el mundo.

Dos meses después

Me torturan bañándome con agua helada además por lo que veo,  creo que estoy en un centro psiquiátrico, miro a la gente a mi alrededor y son personas toscas, pálidas, tan dormidas, tan locas seria la palabra perfecta.

Como tan poco que se me notan  las costillas, esas pastillas me están haciendo daño. Miro a la pared que está enfrente mío y no hay reloj, ni para ver la hora. Alguien posa su mano en mi hombro, me volteo para atrás para ver quien es.

-Deberías comer, vas a desaparecer- dice esa voz gruesa.

-Tú, eres malo, manipulador, nadie te lo quita, por tu culpa estoy aquí.

-Entonces es verdad lo que me dijo, ¿recuerdas todo o solo flashes?

-Todo, sé que te cure. Me arrepiento, porque eres más malo que ella.

-Nuevamente, se equivocan todos- se enfada- solo estoy con ella…por… por que queria que no te lastimara, hice todo lo que pude también, como manipular tus recuerdos para que no te buscara, sé que ella también me manipulo y sé que estuve a punto de hacer cosas feas- parece arrepentido, parece que fuera a llorar.- Ella me sedujo, se enteró de que estabas viva y quiso arruinarlo todo. Cambio mi personalidad Isabella.

-Y eso no te  quita lo malo que eres- digo en un tono seco, sé que Dane puede ser bueno, pero ahora no me nace confiar en él, después de la última vez, no.

-Lo admito, si, te engañe muchas veces, altere tus recuerdos pero no sabes toda la historia. Lo hice porque Ava me manipulaba como te dije, ponte en mi lugar  ella esta atrás de todo esto y mi personalidad…. la que viste mientras vivíamos  juntos es quien soy, el que te apoya- se pone la mano en el pecho y me causa un poco de pena aunque no debería. Me estoy dejando engañar de nuevo, que tonta que soy, no pienso caer en su trampa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.