(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XXXV

Grecia

Digamos que no duermo para nada bien, cada noche  tengo pesadillas sobe mi muerte, es como si hubiera sido ayer. Pongo la mano en mi pecho y me digo ¿porque todo a mi?, extraño a Diocles, ¿como estará?, ¿qué estará haciendo?, ¿por qué no me busca?

Alicet

Salgo de mi relajante ducha y me envuelvo en mi toalla, después me dirijo a mi dormitorio y me siento al filo de la cama para ponerme la crema de rosas, cojo un poquito del botecito y comienzo a frotarla en mi pierna, de pronto escucho un ruido y me doy la vuelta en alerta. Me levanto rápido y le apunto con el dedo.

-Qué.... ¿Qué haces aquí Artemis?-  digo confusa y me aferro fuerte a mi  toalla para que no se me caiga  y le amenazó con la mirada.

-Tranquila – el levanta las manos en modo de defensa, me aterra que este loco aparezca aquí, me va hacer algo, y estoy sola.

-Vete- corro a coger un libro de mi escritorio y se lo lanzo.

-Tranquila otra vez – él lo esquiva y me voy a un rincón, abro mis alas para salir volando enseguida por la ventana así este en toalla. -No voy hacerte daño Alicet.

-Cállate – grito con desesperación, se acerca a mí y yo le trato de lanzar una patada, pero logra frenarla.  

-No te voy hacer nada, escúchame es sobre Isabella – Grecia, ella está muerta, Diocles se alejó por eso.

-Grecia, es imposible vimos como la mataste con el rayo- mis lágrimas comienzan a brotarme.

-Ella no está muerta, si le lance el rayo pero… nada, ella está viva y necesito tu ayuda para rescatarla –Isabella viva,  Diocles debe saberlo pero triste porque no sé dónde está, desapareció.

-¿Dónde está? - hago un puño en mi mano.

-En un lugar muy feo, necesito que te mudes de aquí, de Grecia y compres  un departamento en New York. Yo te voy a dar el dinero.

-¿Qué? – acaso se volvió loco, porque quiere que compre un departamento -¿por qué?, mejor dime donde esta Grecia para decirle a Diocles.

-No te lo voy a decir, ve y cómpralo, yo y alguien más la vamos a rescatar del lugar donde esta y no puedes decírselo a mi hermano – alza la voz- en serio te lo digo, debes prometerme que no le dirás. Mira te voy a decir el plan pero escucha con atención.

-Okei, pero deja cambiarme – dudo de lo que vaya a decirme, que estará tramando, y me alegro de que Isabella este viva.

-¿No vas a escapar? – pregunta fulminándome con su mirada macabra y yo le saco el dedo del medio.–Okei esperare aquí sentado.

-Entonces voy al baño a cambiarme- busco en mis cajones mi ropa y mis bragas, me da un poco de vergüenza que me vea buscando pero dudo que se vaya a mover y darme privacidad.

Cuando termino de cambiarme, salgo y veo Artemis viendo una de mis revistas de moda, genial lo que faltaba. Me acerco a él  se la arrebato.

-¿Eres modelo?- su expresión es de confusión y me causa gracias por alguna extraña razón. Creó que me volví loca.

-No, pero estoy trabajando en ello – miento, si lo soy pero no de las tan reconocidas.

-Wau, no eres muy famosa que digamos – lo dice con ironía y me mira de pies a cabeza.

-Cállate y cuéntame el plan.

-Bueno voy a rescatar a Grecia con alguien más y ella va a salir sola que digamos, no conmigo ni con la otra persona, ella va estar más perdida porque en el lugar en el que esta es en Seattle, necesito que aparezcas y le lleves a su país primero, estoy seguro que querrá visitar a alguien ahí, y después quiero que le lleves a New York pero antes debes comprar un departamento, yo después voy aparecer ahí y les voy a contar a ambas mi verdad – habla muy disparatado y me confundo, su verdad, jajaja me rio y a la vez siento pena, si supiera la verdad que le oculta Iris.

-Está bien, ¿pero tengo que ir contigo?- no sé porque acepte rápido, todavía pienso que es de lo peor, mi mente me dice que crea en él. Ahora si me pregunto qué paso el día de la boda de mi amiga.

-Conmigo no, te voy a dar la dirección del lugar, trata de que nadie te vea porque es muy arriesgado pueden atraparte y hacerte lo peor.

-Está bien si quieres voy mañana a comprar un departamento en New York , así que deja el dinero –se levanta, saca su billetera y me da una tarjeta.

-Wau así que eres rico- tomo las tarjetas y son tan brillantes.

-No, bueno algo así pero quiero que quede claro, que  yo trabaje todos estos malditos siglos para tener el dinero que tengo ahora.

-Yo también tengo mi propio dinero aunque no mucho. Pero Diocles hizo más que tú – le digo para ver si tienen una pizca de celos de su hermano.

-Diocles, ¿dónde está mi hermano?-pero en vez de eso me sale con esta pregunta difícil de contestar.

-No lo sé, desapareció- le digo la verdad.

-Que, ¿cómo?

-Él está muy mal diría yo, creo que cayo nuevamente en depresión, creo que está más loco al igual que tu –se queda callado pensando en lo que le dije y me doy cuenta que no estoy viendo al Artemis que yo conocí hace años , estoy viendo a uno diferente ahora me intriga más saber su verdad.-Rescata a Isabella McEwan.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.