-Alicet.
-Si, soy yo –se señala - estas viva, creí que estabas muerta, que ese loco de Dane te…… lo que sea que haya hecho.
-Yo – me mira de pies a cabeza.
-Entremos al auto- me dice.
Después de entrar en el auto, quiero decirle Alicet que ya tengo mis recuerdos, que recuerdo todo, todito hasta a Diocles, me pregunto ¿cómo está?, ¿por qué no vino por mí?
Veo que enciende al auto, jala la palanca y comienza a manejar.
Abro mi boca y siento un dolor en todo mi cuerpo, seguro es del cansancio.
-Alicet….
-Si – sonríe - ¿sucede algo?
-Yo ¿cuidaste bien el arpa?- frena el auto, casi me manda a volar, por suerte me puse a tiempo el cinturón de seguridad.
-¿Que dijiste?- suelta el volante y me mira sorprendida, no esperaba eso.
-Si cuidaste bien el arpa- le digo.
-Jajaja – se ríe ¿por qué? acaso dije algo malo, no lo creo.
-¿Por qué te ríes?
-Porque recordaste Grecia, estoy feliz, al fin después de todo, al fin, por dios -se pone a llorar de la felicidad.
-No es para tanto Alicet – la miro y me sorprende, está muy cambiada es obvio pasaron siglos, décadas, muchos años.
-Si lo es, no sabes cuánto espere que volvieras a nacer, cuando me lo dijeron, me parecía imposible más para Diocles y para otras personas.
-Alicet. ¿Dónde está Diocles? – me siento un poco nerviosa, veo que vuelve a encender el auto y comienza a conducir. Así vamos por unos cuantos minutos.
-El desapareció, no sé dónde está, después que vio que desapareciste…….te criamos muerta. El rayo que lanzo hacia ti Dane o Artemis, bueno para mi siempre va a ser Artemis, Diocles vio que no estabas y peleo con su hermano muy fuerte. El desapareció después de esa pelea, no volvió a casa, la que está en Grecia – Atenas, yo he estado sola desde que se fue – siento un vacío en mi corazón , pongo la mano en mi pecho, porque nadie sabe de él, quiero verlo, abrazarlo decirle que lo amo .
-Okei, necesitamos buscarlo – le digo.
-Okei, pero antes tenemos que ir a un lugar – pone una cara fría y de inseguridad.
-¿Lugar?, no puedo no tengo mis habilidades.
-Mira para atrás- regreso a ver hacia atrás y veo una mochila mediana.
-Trajiste todas esas cosas para mí – aparte de la mochila hay libros, fundas donde imagino que ha de estar guardada más ropa o eso creo.
-Si ahí está tu pasaporte, yo cargo el mío en mi bolso.
-¿Adónde vamos?- miro Alicet un poco sorprendida por la noticia.
-Donde vivías antes, necesitas ver a alguien.
El corazón me bombardea ¿a quién necesito ver?, a mi madre, padrastro y hermanastra. Lo dudo.
-Aguarda, mi prima necesito ver a mi prima y otra cosa cuantos meses pasaron. En qué mes estamos. – recuerdo que debo verla, mierda el bautizo de las bebes de Jade.
-No podemos, el vuelo sale en una hora y media, ruega que el avión no se marche en nuestras narices.–Toma aire y luego dice- bueno desde que te creímos muerta pasaron dos meses, diría yo o me equivoco.
-Para mí pasaron más de lo debido creo que tres o cuatro meses, se podría decir que debía asistir a un bautizo, el de mi amiga Jade.
-Wau.
-Es lo único que vas a decir.
-Si, ahora relájate y cámbiate en la parte de atrás.
-Okei pero debes parar el carro para irme a los asientos de atrás-asiente y lo hace- sabes antes…. como te veo… ahorita, para mi pasaron años, muchos años, me da gusto verte, perdona por no reconocerte Alicet.
-Tranquila, no tenías tus recuerdos – me regresa a ver y me da una gentil sonrisa – me bajo del carro y me voy para la parte de atrás, ella comienza arrancar el auto de nuevo.
No tenía mis verdaderos recuerdos eso me digo.
**
Alicet y yo estamos en el avión y se me hace extraño volver a subirme, después de tanto tiempo. Volver a mi país no me lo imaginaba, como estarán todos, ¿a quién rayos vamos a ver?
-Capaz, puedas ver a Jade y asistir a su bautizo, creo.
Le regreso a ver y sonrió, prefiero quedarme callada por el resto del viaje.
Me veo las manos, no siento ni una pizca de mis habilidades, toco mi espalda y me siento floja, mis alas. Decido recostarme en el asiento y dormir.
Después de unas cuantas horas ya estamos en mi país Ecuador.
-Vamos, el auto alquilado nos espera.
-¡En serio! – le digo exclamando.
-Vamos no conozco a nadie de aquí y en tu estado capas no funcione- que mala.
-¿Cómo lo vas a pagar?- se pone las manos en los bolsillos y no me mira.
-Artemis me dio su tarjeta de crédito y bueno hay más, después vamos a ir New York.
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amor verdadero, recuerdos del pasado, angeles malos y buenos
Editado: 26.07.2021