(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XXXVIII

Alicet y yo estamos en el aeropuerto.

Me despido de Sasha con un abrazo.– Me avisas cualquier cosa.

-Tenlo por seguro.

-Adiós Sasha-se acerca Alicet  para darle un abrazo también.

-Que lleguen bien, me avisas cuando ya estén allá y ten cuidado Grecia.

-Gracias y puedes llamarme Isabella también.

-Okei .

**

Llegando al aeropuerto de New York.

-¿Estás buscando como llegar al departamento? – le pregunto a Alicet, mientras estiro los brazos por los aires.

-Si…. Artemis vendrá a visitarnos muy pronto.

-En serio, ¿cómo lo sabes?

-Me acaba de mandar un mensaje.

-Oh, tienes el número wee.

-Si, vamos por un taxi.

-Quiero llegar acostarme ¿sabes?, pero dudo que tengamos una cama o ¿sí?

-Tenemos habitaciones separadas y con cama, hay un baño y una cocina pero lo que no tenemos es patio así que, me toco comprar una lavadora para ambas.

-Una lavadora- los ojos se me salen – podemos lavar a mano, no era necesario que compres una, era que me avises me siento como niña rica aunque no lo soy.

-Tú tranquila además, no tienes mucho dinero que digamos, pero hay algo que si puedes hacer.

-¿Qué?

-Comprar la comida, las cosas de aseo.

-Si, cuenta conmigo, eso me pone un poco más tranquila, ahora necesito conseguir un trabajo en esta  enorme ciudad para hacerlo. Y regañar a Artemis por darte el dinero para el departamento.

-Si, hay algo que no te he dicho.- Se voltea  a verme.

-¿Otra?- me cruzo las manos.

-Y muchas más, ahora vamos por el taxi.

-Me tienes que contar todo, oki .

-Oki

El departamento es hermoso, chiquito pero hermoso, estaré cómoda. Alicet me pregunta que habitación quiero si la que da a la calle principal o a la que da al patio trasero de todo el edificio.

-Bueno, elije  cualquiera yo estaré bien con la que elijas.

-Bueno….te dejo la que da a la calle principal.

-Está bien, aunque espero que no entre mucho ruido, ya sabes me refiero a pitido de los autos etc.

-Por eso te deje esa- la miro riéndome un poco.

 -Ah ok…bueno me gusto el departamento –me pongo las manos en la cintura.

-Ah y mañana por la mañana voy a salir a buscar un trabajo de medio tiempo o completo. Estoy insegura.

-Piensa bien que es lo que quieres. ¿Quieres salir a comer afuera? – me pregunta un seria.

-Bueno jaja si tú invitas.- Se me fue el cansancio.

-Claro hasta que consigas un trabajo – me señala con el dedo.

-No seas tan amable conmigo.

**

-Vamos – le digo a Alicet que me está esperando en la puerta.

-¿Qué tal el baño? – me pregunta mientras pone seguro a la puerta.

-Relajante – me puse un pantalón blanco y una blusa hippie de manga larga. Las botas me quedan un poco grandes, creo que compraron las que no era mi talla.

Mientras vamos caminando Alicet y yo, miro al cielo y la luna se ve tan resplandeciente y deseo compartir mis pensamientos con mi amiga.

-Sabes estaba pensando que la luna se ve muy hermosa y que me trajo memorias del pasado, una vez me senté en una roca a ver la luna, en ese tiempo se la veia muy grande, ahora sin mis alas la veo pequeña.

-Oh Grecia, yo… tus alas, creo que son capases de volver, no me preguntes como pero son capaces de volver a ti .

Muestro una sonrisa ligera a Alicet .Cruzamos la calle y alma se me cae en pedazos, no creía que lo vería de esa manera, siento mi corazón romperse en muchos pedazos, mis ojos se humedecen por lo que ve y mis manos solo se forman en puño. Acelero mi  paso para entrar en el lujoso restaurante y escucho a Alicet gritando que ¿adónde voy?. Donde más, a ver a Diocles.

Pero ella me detiene.

-No vayas, no creo que sea buena idea que lo veas.

-Me estas jodiendo, hace semanas que quiero saber de él y mira donde esta- señalo por los aires con mi mano – está besándose con esa mujer bonita, esta diferente, pensé que le importaba – comienzo a llorar y eso no me gusta nada.

-Ven vamos, hablemos lejos de aquí, no tenemos que verlo, no ahora.

-Quiero romperle la cara de lo idiota que es – siento que voy a estallar –y voy a ir y no me vas a detener , lo siento pero es ahora y es ahora y punto final , así que suelta mi brazo .

-Está bien, pero yo voy contigo. Hay no esto va salir mal, creo que antes que hables con él, debo contarte algo – me detengo… que más no me ha dicho esta mujer, regreso a ver al ventanal del restaurante para asegurarme que sigue ahí. Le veo agarrando a la mujer de la mano y charlando tan alegremente como si nada importara.




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