(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

XXXIX

Dos meses después

Alicet

Estoy nerviosa, ya mismo es mi turno.

-¡Alicet!, tu turno jovencita-me levanto de mi asiento y salgo con la cabeza el alto modelando la pasarela como una diosa griega, escucho los aplausos y digo genial la ¡esta pasarela es mía!

Horas después.

-Ey, Alicet porque vienes muy de noche .Wauuu, porque vienes así vestida- me pregunta Grecia.

-Yo… bueno hay algo que no te he dicho – me acerco al sillón que esta junto a la ventana y me siento. Qué alivio el dolor de pies me estába matando.

-¿Y qué es? ¿Por qué algunas veces llegas tarde o vienes con un montón de ropa y de marca?

-Soy modelo – confieso y espero que no se enoje, pero por su expresión creo que no, parece más sorprendida.

-No, en serio - se sienta alado mío y me mira a los ojos entusiasmada.

-En serio, soy modelo no tan reconocida pero soy modelo.

-Y te lo tenías bien guardado, que loca, que genial, que loco todo esto, Alicet es una modelo, nunca me lo imagine sí que estado muy ciega para verlo.

-Tranquila, digamos que lo más hermoso del modelaje es la ropa.

-Si apoyo eso, tienes un armario enorme de ropa, de zapatos y collares, ya me preguntaba yo que pasaba aquí. -Yy…¿cuánto ganas?-me pregunta.

-No es mucho, gano…… digamos entre mil o mil  quinientos.

-Weee, es…. es mucho para mí, con lo que gano en el trabajo que son trescientos  apenas me alcanza para algunas cosas.

-No te preocupes por los gastos sabes que lo administramos ambas y el departamento es comprado. Así que quita esa cara y mejor alégrate porque ahora te voy a poder invitar a mis desfiles.

-En serio, que alegría – se levanta y se pone muy feliz.

-Eso me alegra, además te tengo que decir algo-menciona.

-¿Qué cosa?- me saco los zapatos y los lanzo para la pequeña mesita que está en el centro de la sala.

-Es sobre Santiago, el creo que va venir a vivir a este país, puedes creerlo y parece que le llamaste la atención, aunque es extraño.

-Isabella yo…– me levanto – yo no tengo ningún interés, yo noo jajaja - me detiene y comienza hablar.

-Tranquila, él nunca me perteneció y sabes que tiene el derecho de ser feliz y si en algún momento tú le llegas a gustar, date la oportunidad de conocerlo.

-¡Que! Pero …..- se escuchó extraño.

-Pero nada, sé que puso sus ojos en ti y no estoy para nada enojada – se acerca a mí me toma de las manos.

-Has vivido muchos siglos sin amar Alicet y creo que necesitas darte la oportunidad ahora, ya sea con él o con otro que te guste.

Las palabras de Isabella me sorprenden, esto se me hace extraño, ¿yo? tener un romance con Santiago ni en sueños, además dudo que yo le guste acaba de perder a su esposa y no fue hace mucho.

-Veremos qué pasa – le digo y me voy a descansar. Necesito dormir.

La luz entra por mi ventana y es tan fuerte, maldito sol. Hoy va a venir Iris a visitarnos y esto es una sorpresa para Isabella y a la vez extraño. Me levanto de la cama todavía con dolor en mis pies y me voy para el baño a tomar una ducha.

Después de un relajante baño en el día salgo para el comedor y veo –¡Ohhhhh por Dios!- abro la boca y siento como si se me cayera al suelo es nada más y nada menos que Santiago ¿qué hace aquí?. Isabella le está diciendo que entre y le hace caso, viene con su hijo y con un par de maletas.

-Ali, que bueno que ya despertaste, mira quien está aquí – me mira sonriente.

-Hola – digo con una mueca de que rayos.

-Ja, se te forma una seña en la frente – me dice Santiago – buenos días.

-Buenos días señorita Alicet – me dice el hijo.

-Seguro te has de preguntar que hace aquí, ¿cierto?- regreso a ver a Isabella y le saco la lengua.

-Osea … si – le digo a mi vieja amiga-¿por qué estás aquí? ¿paso algo grave?- luego le pregunto a Santiago un poco preocupada.

-Lo que pasa es que me embargaron la casa, yo viene a vivir a New York con mi madre, bueno solo es hasta que encuentre un lugar para quedarnos.

-¿Qué pasa con el trabajo?- pregunta Isabella.

-Mi madre me ayudo a conseguirlo, como me gradué de la universidad  y tengo una  maestría, un doctorado además de un PHD  que voy hacer aquí.  Soy  Doctor pude conseguir el trabajo, pero por lo que vine es porque queria encargarles el día de hoy a mi hijo con ustedes hasta las nueve de la noche que es la hora que me dieron para salir .Claro si es que pueden. De verdad lo necesito.

-Hasta las nueve, wau. Así que eres doctor.-Digo sorprendida y no me lo esperaba.

-Yo tampoco lo sabía – me dice Isabella pensativa.-Se puede quedar con Alicet el niño, no te preocupes ella puede hacerlo ya que no creo que vaya a trabajar hoy o si.




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