-¿Qué hacemos aquí Diocles?- el corazón me bombardea muy rápido que suelto su mano, el atardecer se ve hermoso, las flores de lavanda brillan como nunca, mi mente trae esos recuerdos dolorosos, el día que lo vi por última vez, el día que vi sus ojos azules por última vez, el día que morí.
-Sé que te trae mucho dolor y si no te gusta no largamos de aquí.
-No – digo inmediatamente – es doloroso, sé que no es el mismo lugar pero, es hermoso, me gusta los atardeceres-no me había dado cuenta que estaba temblando así que me repongo rápido para no desmayarme. –¿De que querías hablar?
-Del pasado, de cómo me siento, quiero que escuches lo que paso ahora desde mi punto de vista.- Alicet se lo conto, era obvio son mejores amigos.
-Habla rápido porque la noche se acerca- me froto los brazos por mi estado de nerviosismo.
-La vida, mi vida ha sido dura desde que te fuiste, pase por un estado de depresión, ansiedad, me creían loco las personas de ese tiempo, es verdad que me enamore de nuevo pero eso fue antes de que me enterara de que ibas a volver a nacer, tuve que hacerme cargo de un montón de ángeles que fueron desterrados por mi padre, mi hermano desapareció en ese tiempo ,Ava desapareció , no sé muy bien lo que paso el día que te mataron – eso se escuchó fuerte- Artemis no me lo quiso decir, pero en el fondo sentí que mi padre si sabía lo que te paso. Mi corazón se destrozó cuando te marchaste, el día en que te creme mis ojos se sintieron vacíos, sentí que no tenía razón para seguir viviendo en la tierra pero que podía hacer, fui desterrado, me hice cargo del hijo de Iris, te puedo asegurar que su hijo me lleno el alma en los momentos que me sentía solo, vi sufrir a mi gente, vi sufrir a Moe, a Iris, Alicet. Me volví frio, no quería que nadie me volviera amar. Cuando apareció aquella chica alta, cabello castaño claro, ojos verdes me volví loco por conocerla, supe que me había enamorado de nuevo a primera vista –eso me duele, me está lastimando y no me está agradando, tengo ganas de gritar, no soporto tanto dolor reprimido.
-Diocles es mejor que pares- digo apretando mis dientes, le levanto la mano para que me haga caso.
-Está bien, veo que no te gusta esa parte.
-Claro que no, saber que amaste a otra- confieso.
-Pero que querías, que me quedara solo, Grecia estaba solo por mucho tiempo desde tu partida.
-Tienes razón, tenías derecho de enamorarte de nuevo, pero me lastima – quiero decirle que no hizo nada malo, la vida seguía pero mi desesperación y mi enojo no me deja. Peor el engaño.
-Entonces ya no voy a continuar. Yo quisiera saber que paso el día que desapareciste- me pongo rígida, veo que la noche llego y está haciendo un poco de viento, mis manos se pusieron heladas-Diocles yo, yo quisiera contarte pero, es muy feo.
-Si no quieres ahora está bien no te voy a obligar a nada-miro su expresión de decepción, el me regresa a ver a los ojos y miro ese brillo de luna, la primera vez que lo vi, fue cuando me enamore a primera vista de él, la cabeza me comienza a doler, algo en mi interior me dice que es ahora o nunca, así decido contarle una pequeña parte.
-Me mataron Diocles – su mirada cambia y es vacía, se pone tenso.
-Eso lo sé, supongo que fue mi hermano, aunque hace tiempo escuche que no fue así mediante una carta que me mandaron.
-Me mato Ava – se lo digo directo, me pongo un poco nerviosa. Nuevamente cambia su expresión esta vez es de enojo, se pone de rodillas y es algo que me sorprende. Yo también me pongo para estar a la par.
-Si es verdad, la carta decía la verdad entonces – no sé de que carta me habla pero es verdad lo que digo, me arrodillo para estar iguales. Le tomo de la mano.
-Espero que no hayas odiado a tu hermano tanto, no lo conoces muy bien Diocles- es algo que tenía que decírselo hace muchísimo tiempo.
-Dejo embarazada a Iris, y ella nunca quiso decírselo – me pregunto porque, él tenía derecho de saberlo.
-Él si lo hubiera sabido, créeme que hubiera sido un poco diferente- nos miramos a los ojos.
-Capaz no, yo no confió en mi hermano.
-El en aquel tiempo que ha vivido conmigo, ha sido diferente y él ha sufrido mucho, me ha lastimado pero entiende que está siendo controlado, manipulado por Ava. O estaba no lo sé pero Artemis puede ser una persona buena Diocles, es tu hermano y te necesita. Un día de estos va a venir hablar conmigo para contarme todo lo que paso.
-¿Tú le crees?, no sé porque lo haces se supone que fuiste un ángel de la vida.
-Y, ¿no lo sigo siendo?, aunque no tenga mis alas lo sigo siendo- replico y que siento completamente culpable por todo esto.
-Tienes razón, pero a veces creo que ya no, pero ¿por qué le crees?
-El me saco de ese manicomio- digo en tono triste.
-¿Manicomio?- pregunta confuso.
- Centro psiquiátrico, es la palabra más definida, como profesional en psicología lo digo- él me sonríe sin mostrarme sus dientes.
-Eso no sabía Grecia, no me has dicho mucho.
-Porque recién estoy empezando- me paro porque me duele estar de rodillas.- Diocles no es fácil– camino dándole la espalda el aún sigue de rodillas pero de pronto siento su respiración en mi oído y me abraza por atrás.
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Editado: 26.07.2021