(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

VI

¡Ya llegamos viva! - grita Dane de la felicidad.

Le miro sorprendida por lo que dice pero después le ignoro esquivando la mirada que me da y mejor me pongo a ver el paisaje que está delante mío, es hermoso y  me siento alegre por ver el cielo en la noche aunque este nublado miro la hora y marca las doce de la mañana. ¡Dios mío!

Regreso a ver a Dane y me pongo nerviosa por lo que me va a decir,  me mira profundamente serio y siento como si este fuera el mejor momento para que sonase una música triste, estilo rock clásico.

- ¿Estás bien? – pregunta un poco tembloroso.

- Creo que no - le respondo enseguida.

- Yo tampoco, no estoy bien, siento que el corazón me late rápido - me dice y le noto nervioso.

- ¿Este momento que estamos experimentando es triste?- pregunto.

- ¡No!, claro que no- lo niega aunque parece que si.

- ¿Qué es lo que quieres decirme?, ¿Qué tan importante es que debe ser aquí? - mis palabras salen fluidamente.

- La verdad es que...... quieres que comience por el inicio o porque vas a vivir mucho tiempo.

- ¿Es una pregunta? - le pregunto señalándolo.

- No, digamos que te estoy dando el gusto de elegir. -Me quedo mirándolo por lo que dice.

- Quiero que comiences por el inicio - le digo con confianza y pongo mis manos en mis bolsillos traseros.

- Está bien, voy a comenzar Isabella- escucho con atención.

- Era un época diferente, tu vivías ahí te llamabas Grecia yo me llamaba Diocles pensé que cuando te vi debí decirte mi verdadero nombre pero decidí no hacerlo, así que mejor te dije con el que me hago llamar ahora, en este tiempo y antiguos  desde que te perdí. Pero me gusta el nombre que uso ahora ...... eres un ángel Isabella y yo también lo soy, pero en cambio yo tengo mis alas y tú no, yo era una persona importante para ti. Era tu esposo.

Me quedo aterrada por lo que dice, siento que se volvió demente este tipo, esto no me puede pasar a mí, Dane mi esposo ¡que rayos!

De pronto me molesta lo que dijo. - Si te oyes lo que estás diciendo estas fantaseando con ángeles como puedes decir eso, me espantas Dane, no lo puedo creer-le grito, no es bueno.

- Tranquila Isabella. - me dice levantando sus manos en defensa.

Me toca los brazos y le grito.- ¡No me toques ahora estoy espantada!- veo que se aparta de mí. Estoy asustada, pero recuerdo que quiero saber todo lo demás me tranquilizo respiro hondo y le pregunto -¿Qué paso?, ¿Cómo es que soy tu esposa? - le pregunto y me mira nervioso.

- Bueno yo era tu esposo te digo en forma pasada así que tranquila - me dice pero creo que eso no salva la conversación. - Comenzare a contártelo todo, solo escúchame sin decir ninguna palabra hasta que termine- asiento y escucho con atención.

- En aquellos tiempos era el año cuatrocientos setenta d.c en el que moriste siendo ahorcada por un hombre antes de que fueras un ángel,  yo  vi  la forma en la que te ahorco. Yo sabía todo de ti porque yo era tú " ángel de la guarda" desde que naciste que fue en el año cuatrocientos cincuenta d.c en Atenas, tu madre te puso el nombre de Grecia porque representaba algo para ella no sabía el porqué, luego pasaron los años y fuiste creciendo, cuando cumpliste los ocho años te sentiste sola por falta de cariño de tus padres, después te convertiste en una joven de quince años  te sentías como la chica más fea del mundo pero con el paso de tiempo fuiste cambiando la apariencia y te fuiste convirtiendo en una joven bella . Hasta que una noche paso enfrente de tus ojos la muerte, a los veintiún años sucedió, te vi morir  me sentí apenado que quise que volvieras a vivir quise usar mis dones que tenía en aquella época yo podía revivir a la gente joven, tenía hasta una edad de poder revivirlos, era hasta los veinticinco años pero siempre hay una consecuencia mi amigo que también es o era un ángel me vio queriendo traerte de nuevo a la vida.

Se acercó dónde mí y me dijo que no podía traerte de nuevo a la vida en el mundo humano y agrego que fuiste escogida para ser un " ángel de la guarda" te eligieron por ser diferente y tener un gran espíritu de bondad y amor a la vida- frunzo la frente por las ridiculeces que dice pero trato de creerle y no reírme.- Te convertiste en un ángel frente a mí, vi tus alas blancas llenas de plumas, iguales a las de un águila, sus bordes era suaves como la planta de algodón, te guíe, te enseñe como debes tratar con los humanos, no hacerte notar, al inicio fue difícil para ti pero con los pasos de los años tomaste practica de todo. Viste a tu madre y padre morir por vejez ellos también sufrieron por tu muerte, a los descendientes de tus hermanas y hermanos los viste envejecer, fuiste el ángel de la guarda de la hija de tu hermana la mayor se llamaba Amanda, fuiste ángel de la guarda de muchas personas con el paso de los años Isabella.

Tú y yo fuimos amigos, te ayude en los momentos difíciles estabas tan desesperada por que no sabías cómo manejarlo; cuando tú fuiste el ángel de la guarda del primer niño que ibas a cuidar estabas muy nerviosa, te acompañe a la cabaña de piedra en la que había nacido el niño. Como tú sabes somos invisibles para ellos, comenzaste a cuidar al niño en el hogar en el que vivía, presenciaste la muerte de su madre, murió muy joven por cierto, su padre crio de él.




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