LXIV

Ha pasado dos semanas después de lo ocurrido, Santiago volvió a teñirse el pelo  de su color natural, Alicet está ya planeando su boda ¡que rápido! lo pienso, ya que no me ha dicho ni siquiera la fecha, Iris decidió mudarse con Artemis están planeando como  desterrar a Euphoria, ningún ángel desterrado a ingresado al cielo ya que puede ser peligroso, siguiendo con Diocles que se puede esperar está haciendo su vida, por lo que escuche de su hermano nueva chicas le siguen ¡idiota! y yo finalmente aquí estoy viendo a mis estudiantes dar el examen, unos tienen cara de no saber lo que hacen y otros creo que les va muy bien. Cuando termina el primer estudiante le sonrió y le digo que deje su examen encima del escritorio.

Mi hora de trabajo concluye con un fuerte sol, debí guardar una gorra esta mañana  que descuido mío y para rematar no me puse protector solar. Cuando voy bajando por las escalares me tropiezo con Henry.

-Henry- digo un poco asustada.

-Cariño, ya te vas – no fue una pregunta sino una afirmación.

-Si, ¿paso algo?- veo que salió de la oficina del rector.

-Tenía que entregar unos documentos a la oficina- dice un poco nervioso.

-¿Henry será que podríamos hablar?, ¿Tienes tiempo hoy?- abre sus enormes ojos y se oscurecen.

-De que.

-Sera mejor que nos reunamos- no quiero dar detalles porque si lo hago no vaya a querer hablar conmigo.

-Está bien, te parece en mi departamento a las ocho la noche de hoy- nunca he ido a su apartamento, si acepto esta sería la primera vez, que extraño.

Abro la boca y dudo por un momento si de aceptar- está bien.

-Bien te veo esta noche, hermosa- se acerca a mí para darme un beso en la mejilla.-Espera – me dice- tienes una pluma blanca-pongo los ojos como platos, mierda mis alas.

-Ahh, en serio– me muestra la pluma larga de mis alas e invento una mentira enseguida. - Esta mañana Alicet trajo plumas para su siguiente sesión de fotos- el corazón me late rápido y  unos escalofríos me recorre por los brazos.

-Plumas, una sesión de fotos con plumas que ridículo, no me gusta que sea modelo- eso me irrita que no le guste nada. Pero es la vida de mi amiga y la respeto.

-Es lo que le gusta a ella- le contesto.

-Deberías aconsejarle que deje de exhibirse, te veo luego Isabella.- Se marcha sin que pueda responderle.

Mi celular vibra y veo un mensaje de Dane.

No te olvides de Jade

Cierto le prometí que iba a visitar a mi vieja amiga, la razón es porque podría ser la última vez que la vea.

Llego a la cafetería donde le dije que nos viéramos y llego puntual esta formal con ropa de trabajo.

-Hola Jade- grito emocionada.

-Isa- se acerca a mí y me abraza muy fuerte.

-Tranquila que me vas asfixiar.

-Te extrañaba tanto, ¿cómo te ha ido cuéntame? – está emocionada igual que yo.

-Ni bien ni mal, volví al trabajo, estoy…. bueno soy maestra por decirlo- me agarra de la mano.

-Tú puedes conseguir todo lo que te propongas. Dane ¿cómo está?

-Bien, volvió con el amor de su vida, tuvo un cambio drástico en estos meses.

-Me alegro por él.

-¿Y tus hijas?

-Me alegro que preguntes por ellas, están en perfecta condiciónes, ahora después de tomar este cafecito voy por ellas a la guardería, si las vieras están grandes.

-Lo imagino-voy directo al grano- Jade – alza la cabeza después de tomar un sorbo de café late.-Dudo que podamos  seguir viéndonos.

-¡Queee!, ¿Por qué?..... Que está pasando Isabella, estas muy cambiada.

-No digas eso, lo que pasa es que se abrió la puerta del cielo, y se va a dar una batalla – le lanzo la bomba- voy a luchar por mi hogar con otros ángeles y pueda que vuelva también.

Se tapa la boca y la cara se le cae al suelo de lo que le acabo de contar.

-¿Ya tienes tus alas?

-Y mis dones- le completo la pregunta aunque es una respuesta.

-Está bien, si algún día bajas al cielo ven a visitarme.

-Claro que lo hare. Aunque alla arriba es distinto.

-Aunque estoy muy triste, me dejas, esto es maravilloso.

-No tanto continúo.

-Otra cosa paso.

Le afirmo y decido contarle todo a Jade…todito de lo que me ha pasado en estos meses ya que si me voy es bueno que sepa por lo menos un relato de mi vida.

**

Cuando llego al departamento, veo un montón de cajas de telas costosas.

-Y esto Alicet, porque está todo un desastre.

-Amiga lo siento estaba viendo telas para mandar hacer sus vestidos de dama de honor.

-Así que voy a ser tu dama de honor que honrada me siento- me alegro por la sorpresa.