(serie Recuerdos) - Recuerdos de mi vida 1

LXX

Aquel día nos dividimos. Un grupo fue a cremar los cuerpos tanto como él de  Marina, que en total cuando llegamos  vimos  su muy avanzada descomposición, los hueso ya asomaban por si solos, los ojos se le habían comido los peces, era obvio ya había pasado unos cuantos años después de lo sucedido. Al final lo único que quedo de ella fue su brillante pelo café oscuro y un olor desagradable. Me despedí de ella, era lo único que podía hacer.

El otro grupo solucionaría lo de Ava y entre ellos estaba mi Diocles y mis dos amigas. Por lo que me dijo Alicet es que tuvieron que buscar a la pequeña Ava y  torturarla para que les diga dónde estaban los cadáveres de los dos humanos que mato, para que les pueda devolver a sus familiares y se encarguen del sepelio, los ángeles de la guarda que estaban al cuidado de ellos fueron ayudados por Arcángel donde les recomendó que se abstengan de cuidar a humanos por un tiempo ya que Euphoria podría matarlos. ¡Pueden creerlo!

Y ahora como tercera parte de esta historia es: Alicet que se casa hoy, y yo estoy repitiendo una escena que viví hace tiempo, me miro en el espejo de tréboles dorados pero en esta ocasión yo soy la dama de honor junto a Iris. El vestido de terciopelo color celeste me queda bien y la coleta resalta mi sonrisa. Salgo del cuarto con el ramo de rosas de Ali y bajo por las escaleras y ahí me la encuentro nerviosa, por su primer matrimonio.

Saludo a Iris que esta alado suyo ambas me estaban esperando para irnos.

-Toma- le doy el ramo de rosas blancas.

-Bueno supongo que ya podemos irnos – dice Iris.

-Aun no, falta media hora- inquiero. - ¿Quieres agua? – le ofrezco a Ali para que se tranquilice.

-Si – le tomo de la mano y la jalo conmigo.

Alicet

-Si les gusta el vestido- es largo y de seda blanca, y de cuello alto descubierto en los brazos.

-Claro, te ves hermosa- lo dice dulcemente Grecia. Atrás mío Iris pone el velo en su lugar.

-Vas ser feliz con el hombre que amas.

-Espero que si- digo.

-No esperes, tiene que serlo- comenta Grecia- la felicidad llaga para todas las personas en algún momento.

-Gracias chicas- agradezco de corazón, pongo mis manos en las caderas – esta vez no hay desmayos o embarazos o desapariciones- miro a ambas.

-Claro que no, yo me cuido con Artemis- dice Iris asustada.

-No habrá  desapariciones en un día especial- dice Grecia.

-Aja- sonrió.

-¿Bueno y donde piensan ir de luna de miel?- pregunta Iris

-Nos vamos al caribe.

-Bien sol, playa, arena y mucho sexo…- dice mientras muerde una manzana Grecia.

-Esta es la tercera manzana que te mandas- le reclamo.

-Bueno tengo hambre y Diocles no tiene nada rico en la nevera solo frutas.

-Hombres- refunfuña Iris.

Después de charlar por veinte minutos es la hora de ir a la iglesia.

-Lista – digo feliz. Y voy a dar un gran paso en mi vida, cambio mi rumbo.

-Si- grita llena de alegría que hace que se formen ecos en la casa.

**

Grecia

Aparecemos en la entrada de la iglesia, Iris y yo nos despedimos de ella y abrimos la puerta, todos nos regresan a ver, damos pasos lentos, el pianista comienza a tocar la típica melodía de un casamiento, Artemis está parado alado del novio le manda una fugaz sonrisa a mi amiga, al que no veo es a Diocles. En mis pensamientos me digo a mi misma no volver a casarme, les tengo un trauma y el peor. Cuando llegamos nos paramos al otro extremo  y este da inicio.

Alicet

Unos escalofríos me acompañan en esta radiante mañana, estoy casándome con un humano. Voy a dejar de ser ángel por él, voy a ser diferente.

-Puedo- me ofrece su brazo Diocles.

-Diocles- quiero llorar de la felicidad.

-Déjame llevarte hasta el hombre que amas- sonríe complacido.

-Si- le respondo. Enredo mi brazo con el suyo y caminamos hacia mi nuevo inicio.

Grecia nos mira sorprendida y sonriente e Iris parece nostálgica. Miles de pensamientos invaden mi mente, y el corazón mi late muy deprisa. Llegamos y Santiago me toma de la mano. Diocles se despide de mí con un tierno beso en la mejilla.

Grecia

Después de unos largos minutos  lleno de palabras por el Padre,  Santiago dice acepto después le sigue Alicet. Y finalizan con un buen beso.

Después de la boda los recién casados decidieron realizan una pequeña reunión con amigos más cercanos y con la familia de Santiago. Llevo mi copa de vino en la mano y me voy hacerle compañía a Jade y a su esposo.

-Hola que tal- les saludo a ambos.

-Isabella, tu amiga se casó con Santiago estoy sorprendida más bien en ¡shock! – su esposo le queda viendo chistoso.




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