Me desperté con la respiración agitada y un poco sudada, me siento en la cama tratando de recordar lo que había soñado pero no lo recordaba. Me llevo ambas manos a la cabeza para tratar de tranquilizarme, ya que hace mucho no tenía pesadillas y menos una que no recordara.
Miro a alrededor tratando de recordar donde estoy, a los segundos recordé que estaba en la casa de mi madre. Me levanto voy al baño hago mis necesidades y me ducho. Después llamo a un taxi y le pido que me lleve a la ciudad. Allí alquilo un automóvil y compro algunas cosas que necesitaba, también veo un poco la ciudad ya que a través de los años tuvo muchos cambios, algo que me gustó mucho.
Ya a la tarde llego a casa y voy a la habitación donde dormí, por mi mochila y busco el cargador de mi teléfono y lo conecto para cargarlo. Miro por la ventana y a lo lejos pude ver al hombre que me choco ayer, Alan. No puede evitar no reírme por la forma que miraba a su alrededor como si buscara algo. Luego de un rato este se va, miro la hora y era casi la misma hora en la que nos conocimos ayer. Era muy raro y a la vez excitante.
-Es tiempo de volver a salir con hombres, Emma.-me dije a mi misma-. Hace mucho que no te diviertes.
Luego me puse a ver que tenía la casa ya la mayoría de los muebles sanos habían sido donados como lo pedí, solo quedaban pocos muebles que los donaría unos días antes de mi partida. Cuando estaba terminando de revisar la casa, veo una caja en la cocina que no había visto cuando llegue. La abro y veo que eran recuerdos, fotos y pequeños adornos que guardaba mi madre de nosotras. Tenía fotos de nosotras de bebes, uno de esas la aparte para guardarla y otra ya de adolescente. Seguí viendo las fotos hasta que vi una que salía con un hombre que no recordaba, parecía que en ese tiempo tenía la edad de mi madre. Miro detrás de la foto decía solo una feche un año antes de haber nacido Dela y yo. Después veo otra foto que sale el solo mirando un libro, se lo veía muy concentrado, miro detrás de la foto y había algo escrito.
Para recordar: estás leyendo un libro de anatomía que yo no entiendo, pero me resultas muy sexy verte leer tan concentrado. Algún día te llamare Dr. Francisco Alvares, y estaré muy orgullosa de ti.
-Así que estuviste enamorada mamá.-digo en voz alta-. Era muy guapo este tal Francisco, interesante.
Guarde también esa foto y todo lo demás lo volví a meter en la caja. Pero en el fondo de esta veo una pequeña caja de metal la cual tenía un seguro. Este al parecer tenía un código de cuatro dígitos.
-¿Cuál será?-pienso en voz alta. Coloco el año de nacimiento mío y no se habría luego coloco el de mamá y este se abrió. Adentro había un pequeño estuche de terciopelo, lo saco y al abrirlo veo un collar precioso y caro-. ¿De dónde salió esto?
Lo vuelvo a guardar para llevarlo y ser valorado si de verdad era valioso. Lo que no me servía lo lleve afuera y le prendí fuego. Ya que eran cosas que no necesitaba y me traían malos recuerdos.
Entro dentro de la casa por mi teléfono y llamo a Derek, pero no me atendía. Después le escribo un mensaje que estaba bien que en dos días lo volvería a llamar.
Al otro día me levante y fui a explorar los alrededores del lugar. Todo se veía muy próspero y bonito, según me informaron un millonario invirtió en el lugar para impulsar el turismo y dar trabajos a los de la zona.
Pasaron un par de días y veía a Alan correr todos los días cerca de mi casa a la misma hora. El sujeto no estaba mal, tenía ese porte de tipo malo a lo lejos pero se notaba que no lo era a la vez.
Ya era otro día y estaba terminando de desayunar cuando recibo una llamada que estaba esperando.
-Ciao, mio caro Giorgio. (Hola, mí querido Giorgio)-lo saludo muy alegre al italiano en su idioma.
-Ciao, mia cara Emma. (Hola, mí querida Emma)-me responde en hombre de mediana edad también muy alegre.
-¿Cómo estás? Es raro que no estés conmigo,-le digo haciéndome la inocente- creo que te extraño.
-Eres malvada.-nos reímos porque nos conocíamos muy bien, desde hace muchos años que conocía a Giorgio, Derek le había encomendado mi seguridad y lo hacía excelente hasta ahora-. Si no fuera por el señor Derek...-dice sarcásticamente-. En este momento seria tu sombra. Pero prometí que te daríamos espacio y yo cumplo mis promesas. Y respondiendo a tu pregunta no estoy bien, también te extraño.
-Por eso eres el mejor.-lo alague-. Averiguaste lo que te pedí.
-Sí, tengo una dirección donde trabaja y su actual domicilio. Creo que no estás tan lejos de donde te quedas, te envié los datos a tu correo.
-Muchas gracias. Derek no sabe nada, ¿cierto?
-No, si se entera que le debías dinero a alguien se enojaría contigo. Y después me despediría por encubrirte.
-Tú sabes que no lo permitiré, eres un padre para nosotros. Si él te despide yo te contratare y trabajaras conmigo.
-¿Haciendo qué? Me parece que no tenemos las mismas metas.
-Claro que las tenemos. Cambiando de tema...necesito información de otra persona, ya sabes que de esto nada a Derek.
-Por supuesto.
-Tengo su nombre y una foto, te la mandare por correo. ¿Cuándo te mandara Derek por mí?
-Creo que dentro de dos o tres días como mucho, está muy preocupado que estés sola sin protección.
-Estoy segura donde estoy. Cuando vengas por mi puedes traerme la información de esa persona, no es urgente.
-Está bien, llámame si necesitas algo más.
-Lo haré. Nos vemos Giorgio.
-Cuídate Emma.
Luego de cortar la llamada abro mi correo y veo la información que me mando Giorgio, y yo le envió el nombre y la foto de la persona que quería información. Y estaba en lo cierto Matt volvió a vivir hace poco en el mismo lugar donde lo conocí. También había información de sus empleos y su familia. Sin perder el tiempo me monte en mi auto y voy directamente al pueblo. Pero primero voy a un cajero automático por dinero cuando lo tengo lo meto en una pequeña bolsita de papel y lo guardo en mi bolso.