Ya lo había hecho. Le había dicho a Emma lo que quería y sentía.
¿Qué me había empujado a hacer lo que debería haber hecho desde el principio?
Alex. Maldito Alex.
Me había contado que el ex de Emma había estado preguntando por ella. Y el imbécil de Derek, le había proporcionado lo que quería. Eso me había disparado una alarma dentro de mí, al pensar que Emma estaba indecisa sobre nuestra relación. Pero lo que más me motivo a moverme fue ver al sujeto hospedado en el mismo hotel que yo.
Por eso no dejaría que me dejará, no podía ver un futuro sin ella y nuestros hijos.
Cuando le termine de decir que la amaba y que nos casaríamos, salí rápidamente de su casa para que no me negara nada. También así pensaba bien lo que le acababa de decir, porque al ver su cara, nunca se imaginó lo que le dije.
Pero no llegue muy lejos, antes de salir completamente de la casa uno de los chicos de Emma se interpone en mi camino.
-No tan rápido niño bonito.-me lo dice sarcásticamente.
-Fred, córrete de mi camino.-le digo con el mismo tono. El sujeto me caía bien, pero a veces era un grano el culo.
-¡Alan!-escuchamos a Emma gritar.
-Esa mi señal-dice Fred.
-Que...-no termine de hablar porque Fred me pega un puñetazo en la mandíbula que me hace tambalearme. Cuando me estabilizo lo fulmino con la mirada mientras me toco donde me golpeo.
-Eso fue por poner triste a la jefa.-me señala con el dedo-. Ahora ve con ella adentro y pasa la noche con ella. Yo me encargare de los chicos, cualquier cosa me llamas y...
Este no termina de decirme cosas que no comprendía bien. Pero al parecer quería que solucionara ya mi relación con Emma.
-Fred-lo llama el tipo con asentó ruso-. Tenemos una situación en el salón. Halcón uno caído, nivel patoso con pérdida de conciencia.
-Se estaba tardando.-le responde Fred, este me mira y luego me toma del brazo y me lleva al salón.
-Suéltame.-le digo cabreado, por la golpiza y llevarme a rastras.
-Es Emma.
-¿Emma?
Cuando llegamos al salón, me señala un lugar en el piso donde dos sujetos están con Emma, uno le estaba tomando el pulso, mientras el otro trataba de despertarla.
-Emma...-me coloco al lado suyo olvidándome que me habían golpeado y el creciente cabreo a Fred y efectivamente estaba inconsciente, y tenía un lado de su cara un poco roja. Parecía de un golpe-. ¿Qué le paso?-pregunto tomando su mano y rostro.
-La jefa es muy patosa a veces.-me contesta el sujeto que le estaba tomando el pulso-. Lo que vimos en la cámara del salón fue que iba corriendo y se calló golpeándose con la pared, la primera vez estaba consiente pero cuando trato de levantarse se volvió a golpear y no se levantó más. Acudimos inmediatamente para ver que estaba bien. Esperaremos a que se despierte y la evaluare otra vez.
-¿Eres también médico?-le pregunto al sujeto sin de dejar de mirar a Emma.
-No. Serví en el ejército en la unidad médica, tengo conocimientos de primeros auxilios. Y una vez al año tomo un curso rápido para reforzar mis conocimientos. Ya que fue un requisito para cuidar a la jefa.
-Lo entiendo...-en eso vemos que Emma se empieza a despertar-. Hey, Emma, amor.-cuando abre completamente sus ojos, me mira y me sonríe-. ¿Te encuentras bien?
-Si...-me responde mientras me toca en el lugar donde me había golpeado Fred-. Tienes que ponerte hielo.
-Tú también.-ella hace una mueca linda con sus labios y no me pude resistir, así que le doy un suave beso. Cuando escuchamos que carraspean, nos separamos y miro a los chicos de Emma que nos miran seriamente.
-¿Jefa?-dice el sujeto que sabe primeros auxilios.
-Estoy bien, solo necesito algo para la inflamación y el posible dolor de cabeza. No quiero nada que me duerma. No puedo dejar a mis hijos un día completo sin alimentarlos.
El sujeto asiente y se retira. Los demás lo siguen menos Fred.
Ayudo a Emma a levantarse. Cuando esta está sentada en un sillón esta mira a Fred, con los ojos entre cerrados. Este solo se limita a levantar sus brazos como rindiéndose.
-Vete.-le dice Emma-. Antes de que me cabree de verdad.-este hace una inclinación de cabeza y se va.
El otro sujeto viene con sus pastillas. Y una bolsa de hielo para ella y para mí, nos los entrega y se va.
Acompaño a Emma a su habitación y la ayudo a recostarse. Me siento a su lado, mientras nos miramos en silencio. Un silencio cómodo.
-Yo también te amo.-me dice Emma de repente, yo le sonrió. Pero cuando me inclino a besarla, me empuja deteniéndome-. Espera. Esta mañana fui a tu hotel a decirte que nos demos una oportunidad. Ya que no me acompañaste a la revisión de los niños, fui a buscarte. Estabas con una mujer en el salón de comidas.
Cierro mis ojos, comprobando que Emma tenía razón. Me había olvidado de la consulta de los niños, pensaba que era al otro día, pero al parecer estaba perdido con las fechas.
-Lo siento, pensé que era mañana la consulta de los niños.-le doy un beso silenciándola, cuando me iba a responder-. Y respecto a la mujer que viste es una posible socia, pensaba expandir mis negocios acá.
-La estabas tocando, Alan.-amplio más mi sonrisa al sentir sus celos.
-Me encanta cuando te pones celosa.
Ella me frunce el ceño, estira los brazos tomándome del cuello en un abrazo. Eso me hace me recueste en su cuerpo, apoyo los brazos a cada lado en su cabeza para no aplastarla.
-Contéstame.
-¿Qué quieres saber?
-Tuviste algo con ella, ¿Cierto?
-Fue hace mucho tiempo.-al no seguir diciéndole nada más, ella enrolla sus piernas en mi cadera, eso provoca que se friccionen nuestros sexos-. Me encantan este tipo de peleas.-le digo con voz ronca, ella se mueve debajo mío-. Ahh si, eh...fue cuando invertí en los complejos cerca del embalse. Quiere que fusionemos nuestros negocios.
-No lo harás.-me dice moviéndose provocativamente.
-¿Qué?-me estaba perdiendo en una sensación maravillosa con el cuerpo de Emma.