Cuando Emma, me dejo solo en la cocina, supe que metí la pata de nuevo. Así que me levanto y me voy y subo a mi auto para ir al hotel a buscar las pocas cosas que traje para llevarlas a casa de Emma.
Cuando vuelvo a la casa esta muy tranquila. Solo encuentro a uno de los chicos de Emma y no como siempre a varios rondando la casa.
-¿Dónde están tus demás compañeros?-le pregunto al sujeto.
-Estan dispersos por la propiedad, señor Wilson. Es el protocolo habitual cuando se reciben visitas en la casa.
-¿Quien es la visita?-preguntó ya que no sabia que alguien nos visitaría y menos tal despliegue.
-El señor Marcos de la Vega.- me tenso al escuchar ese nombre, el sujeto lo ve en mi- ¿señor?-pregunta dudoso.
-¿Dónde están?-pregunto lo más tranquilo posible, pero se que falle.
-En el despacho...-no lo dejo terminar porque me encaminó allí.
Abro sin llamar la puerta del despacho de Emma y no encuentro a nadie. Salgo para preguntarle otra vez al sujeto de antes y veo como Emma y Marcos vienen con un niño cada uno y una bebida en la otra mano, hablando tranquilamente y sonriendo. Cuando me ven, paran de reírse entre ellos y siguen su camino al despacho.
-Alan.-me dice Emma-. Te presento a Marcos de la Vega, mi socio.- se gira a mirar a..¿su socio? es lo único que no esperba-. El es Alan Wilson.
-Nos conocemos. -decimos los dos al mismo tiempo.
-Lo sabía. Solamente fui educada.
-¿Tu también haces negocios con Emma, Wilson?
Miró como mese a mi hija, siento algo dentro de mi se prende fuego. No quiero que este tipo toque ni arrope a mis hijos. Me dispongo a quitarle a mi hija. Pero este me esquiva.
-De la Vega...
-Dale a la niña, Marcos.- le dice Emma, tranquilamente.
-No pensé que te gustaran los niños...-dice mientras me entrega a mi hija.
Cuando ya tengo a mi hija en mis brazos, la miró detenidamente. Admirando lo hermosa que es. Tiene el color de pelo de Emma, su misma nariz y pómulos. Pero sus ojos eran mis ojos.
-Será una rompe corazones esta niña dentro de unos años.- dice Marcos, mientras mirá a mi hija con ternura. Luego me mirá a mi y de vuelta a mi hija- Joder...son tus hijos, ja.
-¿Algun problema con ellos? Son mis hijos y...¿que?-digo a la defensiva.
-Pense que eras más inteligente, Emma.-dice mientras se ríe-. Ahora entiendo porque no te hiciste cargo del hijo de tu ex mujer.-veo como se tensa Emma, y me mirá con una mirada que nunca vi en ella-. Si tenias a los de tu sangre, claro.
-Tu no sabes nada. Cállate.
-¿De donde sacaste eso?-le pregunta Emma.
-Lo vi en un artículo pero no recuerdo el diario. Solo se que la fuente fue el hermano de Mara.
-El niño ahora esta bien cuidado. -dice Emma-. Y en cuanto a ese artículo es su mayoría son mentiras. Solo querían dinero los Robinson, aparte de parecer inocentes y salir antes de la cárcel. Cosa que no sucederá. ¿Alguna otra pregunta, Marcos?-la pregunta de Emma, con ese tono helaria la sangre del hombre más vil. Ahí me enamoré un poco más de ella, ya que protegería a los suyos ante todos.
-Me encanta cuando te pones en modo fiera, mi am...
No termina la frase porque cuando empezaron sus halagos a Emma, yo le entregué a nuestra hija y lo agarre de su camisa apartandolo lejos de mi familia.
-Oye...
-No soportare de vuelta tu fea cara en mi vida, de la Vega.-le digo mientras lo saco de la casa.
-Eso no te importo con Mara.
-A Mara, no la quería. Emma, es diferente y haré las cosas bien con ellas y nuestros hijos.
Lo arrastro de lo que queda para sacarlo fuera de la casa de Emma, y allí afuera esta Fred. El muy carbón me mirá con chulería cuando nos ve.
-Fred.-lo llamo.
-Si, señor Wilson.
-Acompaña al señor De la Vega, a su auto o en lo que vino. Y no dejes entrar a nadie más a la casa porque hoy pasaremos tiempo en familia con Emma. ¿Entendido?
-Por supuesto, señor.
-No pierdes ninguna oportunidad, favorito.-dice Marcos a Fred, ahí había más enemistad que con la mia-. Te llamaré cuando cierre el trato, Emma.-le grita.
-Esta bien. Adiós querido.-dice detrás mío, me doy la vuelta y miró que todavía tiene a los dos niños y una sonrisa en su cara, la cual no se borra ni aunque yo la miré con los ojos entre cerrados.
Cuando se va Marcos, Emma, los niños y yo entramos a la casa y llevamos a los niños a su cuarto. Emma, los coloca en sus cunas y les da un beso en la cabeza a cada uno, sale y se dirige a su despacho. Yo solo la sigo en silencio.
Cuando ella ya esta sentada en su escritorio, se pone a escribir en su ordenador. La sigo mirando en silencio. Hasta que ella lo rompe.
-Nunca entendí...¿porque no quisiste hacerte cargo del hijo de Mara? Y nunca..nunca me dijiste porque tomaste esa decisión.
-No era mi responsabilidad. -dije sencillamente.
-Se más de lo que debería, Alan. Y eso lo sabes muy bien..pero creo que tu no lo aceptas todavía..pero en esto quiero escucharlo de ti y no de un informe de investigación. ¿Quiero saber tus sentimientos? No lo que este escrito en un papel.
-El único sentimiento que debes saber es lo que siento por ti y nuestros hijos...
-No estoy hablando de nosotros y lo sabes. Dímelo para entenderte.
-Esta bien.-suspiro-. Siempre protegía a Mara desde que nos casamos..se metía en problemas y yo estaba para solucionarlos cuando me entere de que estaba embarazada ella quería que yo siguiera con ella pero ya estábamos divorciados hacia meses. Yo quería que fuera feliz y yo tambien egoístamente..y sabía que conmigo no lo sería.-miro a Emma y veo como absorbe lo que le cuento-. Pero cuando me leyeron su testamento otra vez sentí que me dejaba sus problemas..me sentí presionado así que trate de escapar diciendo no. A los días me di cuenta de mi error..pero ¿sabes que? me entere que estaba con..
-Derek..
-Si..Derek. Y me sentí aliviado porque sabía que el lo protegería mejor que yo. Y no tendría dudas a largo plazo si lo hice mal o bien. Ya que la forma en que te trate y te aleje de mi lado muestra el mal genio que llevo en mi.