Shade. (01)

Capítulo 2.

LILIT.


 

Se sube el pantalón. Mi cuerpo está sobre el sofá, pero mi alma voló lejos hace rato. Las heridas en mi piel no duelen en comparación al fuego que tengo en mi alma. Después de la primera vez, las siguientes él solo estaba violando a un cadáver. Me había matado sin necesidad de dispararme con un arma, y es mucho peor.

Él sonríe mientras se arregla el traje. Me lanza la ropa y ordena que me vista de nuevo.


 

— Esta noche anunciaremos la boda. —Comunica. — ¿Qué? ¿No vas a decir nada?


 

Giro la cabeza. — Ojalá te mueras.


 

Me golpea el vientre. Lo hace para no dejar marcas en la cara de sus abusos. Quiere mostrarse arrepentido tras hacerlo, y se pone de rodillas a mi lado. Con tan solo rozarme su respiración me da asco y ganas de vomitar.


 

— Vas a comportarte ¿Cierto? Esta noche diremos a tu familia y a mis amistades que nos casaremos en unos días. No dirás ninguna estupidez más ¿Verdad? No conviene que lo hagas porque tu familia pagará las consecuencias.


 

— ¡Me has violado! —Grito y me tapa la boca de inmediato.


 

— No es cierto. Solo hemos tenido sexo antes de casarnos, nada más.


 

Después de vestirme me echa de la habitación como si no hubiera pasado nada. Camino como un zombi por el pasillo e intento que nadie me vea en este estado y volver a mi habitación. Aún siento sus manos sobre mi cuerpo, apretándome y lastimándome. Siento mucho dolor en mi vientre, muchísimo dolor en mis partes íntimas, pero nada se comprara con el dolor que siento en mi alma. Ha manchado lo único verdadero que tenía en mi vida, lo único que estaba haciendo esperar para la persona adecuada.


 

Me doy cuenta de que el anciano me esta observando. Sus ojos dicen tanto sin tener que pronunciar palabra. Él me avisó de lo que me iba a pasar si seguía confiando en Luca, pero no le hice caso y seguí haciéndome la ciega ante sus buenos actos de "fe" . Luca Novak únicamente estaba esperando el momento perfecto para humillarme, destrozarme y así no dejarme otra opción que casarme con él.


 

— Lilit. —Dice. Sus ojos grisáceos se clavan en mi, haciéndome sentir un enorme "te lo advertí".  — ¿Te sientes bien?


 

— Si. —Contesto fría, y caminando rápido hasta mi habitación.


 

Stefan aparece de repente. Solo esta asegurándose de que no digo una sola palabra de lo que acaba de pasar en el despacho de Luca. Agarra mi brazo con fuerza y me obliga a acelerar el paso hasta perder de vista al anciano.


 

Me choca con la pared. — ¿Sabes qué te hará Luca si lo traicionas?


 

— ¿Qué? ¿Qué más puede hacerme?


 

Ríe. Aprieta mi cuello y me observa con el solo ojo que le queda. — Matará a tu familia.


 

Abre mi habitación, me empuja dentro de ella. Encima de la cama han dejado un vestido y varias joyas. Junto a todo una nota: "Póntelo y sonríe. L"

Lanzo el vestido al suelo llena de furia, agarro la almohada y ahogo mis propios gritos.


 

Tengo que prepararme.


 

Tengo que sonreír.


 

Tengo que aparentar que un asqueroso no me ha violado.


 

Y sobre todo, tengo que aguantar las ganas de acuchillarle el cuello hasta que muera.


 

Entro en la ducha. Pensaba que el agua limpiaría la repugnancia que me da mi cuerpo. Solo con mirarme en el espejo siento ganas de acabar con esto. No sé si podré soportarlo. Me han arrebato lo único que sí era realmente mío: mi cuerpo, mi alma. Quiero morir, pero no sin antes matar a quién me ha destruido.

No dejaré que él se me adelante, no permitiré que la persona que ese anciano mencionó como "sombra" haga lo que yo debería hacer.

Si él está verdaderamente con vida, no esperará más tiempo para ejercer su venganza.


 

Tocan la puerta. — Hija ¿Estás bien? Stefan mencionó que estas un poco mal.


 

— Todo está bien mamá. Salgo enseguida.


 

— Aún tenemos que acabar los preparativos.


 

Cierro los ojos. — Si. No tardo.


 

Ni siquiera puedo llorar. Siento un nudo en el estómago que es imposible de remediar.

Llorar solamente serviría para hacerme sentir aún más débil y no puedo mostrar debilidad a nadie.


 


 

DAMEN.


 

Estoy de rodillas en el suelo, con los brazos sobre la cama y los ojos cerrados mientras sujeto los únicos objetos que no lograron hacer desaparecer: Un anillo y un chupete. Después de once años en la cárcel y con aún veintidós años pendientes, he logrado fingir mi muerte en una reyerta. Christian, mi abogado y el único en quién quizás puedo llegar a confiar, consiguió hacerme pasar por muerto y borrar todo rastro que demostrase que no es así.


 

Sí. Eso significa deshacerse de quiénes sabían que no me habían matado realmente. Cualquier cabo suelto podría estropearlo todo.


 

Sé que Luca lo sabe.


 

Su boda demuestra que esta al tanto de mi supuesta muerte y que cree en ella. De seguro pidió ver mi cadáver, pero lastimosamente quedó desfigurado y no pudo ver más allá de la nada. Crear una copia exacta de mí, en mis once años entre rejas sirvió de algo. Utilicé a un depravado sexual y le hice creer que podía enseñarle, aconsejarle e incluso convencerle de que sería parte de mi huída. Cada uno de mis tatuajes fueron plasmados también en su piel, exactamente idénticos y físicamente era parecido a mí. Con eso conseguí el cuerpo que necesitaba para hacerme pasar por muerto y que él creyese toda la historia.


 

Luca temía mi regreso y tenía miedo de que mi venganza cayese encima de su matrimonio.


 

— Damen, quieren verte. —Anuncia Christian. Que me acompaña desde que fingí mi muerte. — Es quien esperabas.




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