Shade. (01)

Capítulo 6

DAMEN.

 

Tenemos que volver. Luca podría darse cuenta de lo que estamos haciendo y eso no sería favorable para mí. Él necesita que ella siga siendo la misma chica indefensa que puede manipular. Su sorpresa será ver en lo que ella se convertirá o mejor dicho, en lo que la convertiré.

El odio es poderoso cuando termina en venganza.

 

— Tienes que volver a tu habitación. Estoy seguro de que Stefan irá por ti para que comas con Luca. —Le digo. Deja la pistola sobre una mesa a su derecha y se sienta en ella también. — ¿Qué?

 

— Quiero que me conviertas en lo que eres tú.

 

— No creo que quieras ser alguien como yo.

 

— ¿Por qué? No tengo nada que perder. —Encoge los hombros tras decirlo. — Han destruido todo, ahora quiero destruirlos también.

 

Rio. Llama su atención, se pone en pie nuevamente y se acerca esperando que le explique lo que me hace gracia. Realmente tiene un gran potencial. Podría ser una asesina bastante buena si se lo propone, porque lo principal que hay que perder para permanecer a este mundo tan oscuro, ya no lo tiene, eso es un enorme punto a su favor, pero ¿Realmente sobrevivirá? Todos los que la rodean y abusaron de ella son asesinos con años de experiencia e incluso algunos llevan trabajando para Luca desde los diez años. Tengo mis dudas sobre Lilit, porque sé que es suficientemente inteligente como para aprender a sobrevivir, pero quizás aún sea demasiado confiada como para no dejar que ningún hombre o mujer la manipule.

 

— Creo que tienes un hermano.

 

— Mi hermano me odia, él piensa que tuve la culpa de todo lo que pasó.

 

— ¿Qué piensas, tú? — Ríe, lo hace nerviosa por mi pregunta, eso despierta mi curiosidad y la miro atento.

 

— No tuve la culpa de la muerte de mi padre, él se lo buscó, pero si tuve la culpa de la muerte de mi madre. Casi acabo con Luca, pero no conseguirlo causó su muerte como castigo. —Confiesa, con la voz bastante baja, creo que en el fondo si siente demasiada culpa, aunque trate de hacerme creer que odiaba a sus padres por lo que pasó.

 

— Para ser como yo tienes que empezar olvidando esos sentimientos.

 

— ¿No sientes culpa por nada? —Pregunta poniéndolo en duda, niega con la cabeza y se cruza de brazos frente a mí— Vamos, Delko. No creo que no sientas culpa por nada.

 

— He hecho cosas que te harían vomitar. En mí no puede existir un sentimiento tan inútil. La culpa solo hace que no puedas hacer cosas que debes hacer —Agarro la pistola. — Llevo toda la vida asesinando personas e incluso me ha tocado hacerlo con niños también.

 

Noto como se incomoda. Creía que podría llegar a convertirse en una asesina bastante buena, pero tengo que ser realista, en el fondo todavía tiene un buen corazón, sin importar lo mucho que la han destruido y eso es algo que un asesino no puede tener. Sentir pena, hace que un asesino tenga consciencia, sentimientos de culpa e incluso empatía por las personas que deben hacer desaparecer. Es cierto que yo nací siendo esto, que no me convertí con el tiempo, si no que nunca he tenido ni un sentimiento de culpabilidad por nada.

 

— ¿Vas a ayudarme o no? —Pregunta con insistencia— No me importa que no quieras hacerlo, lo haré por mi cuenta. Solo me gustaría la ayuda de alguien como tú.

 

— Lilit.

 

— No. No te atrevas a decirme que soy buena persona, no quiero escuchar a nadie más darme consejo de lo que debería ser ¡Me violaron, vendieron, mataron a mi familia, están convirtiendo a mi hermano en uno de ellos y me obligaron a casarme con un hombre repugnante, que paga sus frustraciones ordenando que no uno, si no más de tres hombres me violen cuándo él considere que no estoy obedeciendo sus ordenes! —Exclama, agarra el arma y la pone en su cabeza. Sus ojos trasmiten un vacío que me es familiar, porque es el mismo vacío que vi en los ojos de Dulce aquella noche.

 

La miro en silencio. Ella termina furiosa por la falta de respuestas y se dirige a la salida. Avanzó rápidamente hacia ella, la agarro del brazo y prácticamente arrastro de ella, mientras me pide explicaciones. Caminamos por el pasillo del sur de este sitio, donde los sirvientes duermen y preparan todo para el siguiente día.

 

— Suéltame ¿Qué hacemos aquí? —Pregunta confusa. — No piso esta zona desde que me casé.

 

— Dices que eres despiadada ¿No? Entonces demuéstramelo. —Llevo la mano a mi espalda y saco mi pistola con silenciador. — Demuéstramelo.

 

Mira a los lados confusa. — ¿Aquí?

 

— ¿Sabes cómo empecé en esto?

 

— No, apenas te conozco. —Contesta en bajo.

 

— Tenía siete años cuando cogí un arma por primera vez, apunte a mi mejor amigo y le disparé en la cabeza. —Noto como su respiración se corta. — Él nunca me había hecho nada malo ¿Sabes? Le quería, pero tuve que hacerlo.

 

Camina un poco más al fondo, revisando a las personas que entran y salen con prisa de sus habitaciones porque están trabajando. Me mira nuevamente y niega con la cabeza. Es lista, sabe lo que quiero que haga y se niega a hacerlo.

 

— ¿Me pides qué dispare a una de estas personas inocentes?

 

— Quieres ser como yo ¿No? Para mí nadie es inocente o culpable, solo son personas con dianas en su cabeza, frágiles y vulnerables.

 

— Entonces asesina a personas que se lo merezcan. No pienso matar a nadie que no se merezca estar muerto. —Trata de irse pero la sujeto con fuerza. — Suéltame o serás el primero en morir.

 

— Entonces deja de pensar en ser como yo, y empieza a querer ser como tú. Dices que matarás a todo aquel que se merezca morir, entonces eres una heroína, no la villana.

 

Me empuja.

 

— Quiero que me enseñes para poder matar a Luca.




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