Shade. (01)

Capítulo 15.

Sálvame.

15.

DAMEN.

Luca esta preparando algo. Durante todo el camino ha permanecido en silencio mirando su teléfono. No creo que sospeche que soy Damen, eso aceleraría mis planes y no es así como quiero que sea su muerte.

Me doy cuenta de que detrás de nosotros hay otro coche que nos esta persiguiendo a donde sea que vamos. Él siempre va con escolta pero no lo hace de una manera tan descarada.

— ¿Conoces a los Salvatore? —pregunta rompiendo todo el silencio que había.

— Mis negocios son diferentes a los tuyos. Yo no trabajo con ese tipo de gente.—contesto con frialdad. A lo que él responde con una ligera sonrisa.

— Ya veo. En este momento vamos a reunirnos con ellos y te adelanto que no son personas racionales. Hemos estado en guerra durante años por los territorios que ahora poseemos. —explica brevemente. — Hace casi nueve años uno de mis hombres mató a uno de sus hijos bajo mis ordenes y aunque siempre sospecharon de mí nunca pudo demostrarse.

Lo sé. Yo lo maté.

Fue una de las muertes más sonadas en la mafia en ese entonces. Apareció sin cabeza en la puerta de su casa horas después de su desaparición. Yo mismo me encargué de dejarlo ahí. Una pena. No era un mal tío, solo traicionó a la persona equivocada y pensó que se saldría con la suya.

Lo sometí muchas torturas antes de matarlo, pero eso fue por disfrute propio.

— ¿Y ahora vas a negociar con ellos? Presiento que es una trampa. —digo sacando un cigarro.

— Los negocios son así. Tengo la zona cubierta y aunque quisieran matarme no podrían hacerlo. Además, confío en que tú seas mi guardaespaldas esta noche.

— No tengo razones, mi trabajo es cuidar de Lilit. —digo y doy una calada. Luca muestra seriedad.

— No tienes escrúpulos, eso me gusta y quiero tenerte conmigo esta noche. Te pagaré mucho dinero si aceptas. —levanto la ceja.

— No quiero dinero. —asiente con la cabeza— Quiero pasar la noche con ella.

Su expresión cambia completamente y me hace saber que tiene un arma. El coche se detiene delante de una enorme puerta y eso lo pone alerta. El chofer solo esta esperando su señal para entrar y seguir con lo que esta planeado, pero él sigue mirándome con furia. Saco mi pistola, la muestro de la misma manera que él hace para amenazarme y sonrío.

— Ella no es negociable.

— ¿Por qué? Tengo entendido que a veces dejas que los demás duerman con ella. —contesto poniéndome muy serio — En menos de diez minutos pueden matar a todos tus hombres y después matarte a ti. Estoy proponiéndote mi protección, solo tienes que aceptar y yo me encargaré de que salgas con vida de este sitio. —apago el cigarro en el cenicero. Vuelvo a mirarlo y aunque sigue con el ceño fruncido parece estar menos furioso. — Vas a morir, Luca. Ellos ya saben que fuiste tú y esto solo es una trampa para hacerte sufrir una muerte muy dolorosa.

La puerta se abre. Las cámaras nos han visto y no queda tiempo para huir.

— Sabía que te gustaba mi mujer.

— Es una mujer hermosa. —pone su arma en mi cuello.

Finalmente deja de amenazarme y asiente con la cabeza para que el chofer siga adelante. Lilit no tendrá que pasar por su cama esta noche, de esta manera podré seguir con mi investigación sin pensar en nuestro pacto. No es que no confíe en las gotas que le di, pero ella no esta preparada todavía y estoy seguro que Luca terminaría dándose cuenta de todo. Quizás ha asesinado, pero no es capaz de disimular el pánico que siente por él y eso la delataría al instante.

Bajamos del coche, varios escoltas aparecen en la puerta con armas y detrás sale uno de los Salvatore. La última vez que lo vi era un adolescente de quince años y el más apegado a su hermano fallecido. Supongo que el padre debe estar bastante demacrado si permite que uno de sus hijos salga a recibirnos. Luca estrecha la mano con él, que seguidamente me mira con desconfianza y nos permite el paso. Al entrar su padre nos espera sentado en una gran mesa llena de comida, vino y tres más de sus hijos.

Luca como siempre no muestra un ápice de miedo, se mantiene frío y se sienta junto a ellos como si no hubiera sido el causante de la muerte más dolorosa de la familia.

Me quedo atrás y camino más despacio para observar lo cambiada que esta la casa. Ahora solo hay fotografías de su hijo fallecido. Veo que durante años han estado planeando como sería la muerte del causante de todo esto. Finalmente me posiciono en una esquina y observo todo.

— ¿Quién es? —pregunta el padre.

— Mi guardaespaldas. —contesta Luca— Vamos, era evidente que no confiaría en ti.

— Veo que has perdido facultades. Ahora necesitas que te protejan.

— Oh, no. Puedo romperte el cuello mientras pestañeas, pero prefiero no mancharme las manos. —le dice con una sonrisa. — Hemos venido a hablar de negocios ¿No es así?

Los hijos parecen tensos, sobre todo el que nos dio la bienvenida; Christofer. El más pequeño y esta claro que el más peligroso de todos.

— Queremos territorio. Ahora cada vez que nuestros hombres se acercan, los tuyos terminan matándolos. —explica el hijo mayor. — No nos gustaría una guerra de bandas nuevamente. Creo recordar que la última os costó mucha mercancía.

— No vais a recibir territorio. —les dice Luca, tajante.

— ¿Prefieres qué mis hombres maten a los tuyos? —le pregunta de nuevo el mayor, haciendo que Luca ría.

— Mis hombres están cualificados, preparados y dispuestos a cualquier guerra infantil que quieras. Los míos no juegan, matan.

Un golpe en la mesa nos sorprende. Como suponía el pequeño es quien explota pese a que su padre trata de calmarlo. Lo dije. No es una cena amistosa y mucho menos desean hablar de los territorios que fácilmente pueden repartirse, este es el momento que me veía venir.

— Mataste a mi hermano. —acusa directamente— Y no seguiré con esta falsa.




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