Capítulo 20.

Muy cerca.
20.

DAMEN.

Doy media vuelta, sujeto su mano y la aparto de mí. No sé que pretende, pero no voy a permitir que me utilice para ninguno de sus juegos. Ella me mira seria, sus ojos brillan y su mirada es muy desafiante, tanto que llega a ser bastante seductora.

— Esto no es un juego, Lilit. —la suelto. — Una venganza no es algo que se haga en caliente y a lo loco, se necesita mucho tiempo para planearlo.

— ¿Tiempo? La última vez que pensé que lo mejor sería darle tiempo a mis impulsos ¿Sabes qué hicieron conmigo? —ríe. Cruza los brazos y se sienta en el filo de la bañera. — No quiero seguir esperando un castigo para ellos, quiero que sean castigados ahora.

— Te juro que lo serán. Yo mismo te serví en bandeja a algunos de ellos y seguiré haciéndolo hasta que no respire ni un solo abusador. —digo manteniendo mi seriedad. — No te voy a impedir que seduzcas a Luca, yo te aconsejé enloquecerlo. Solo te advierto que no es una persona fácil de engañar y si llega a descubrirte... te matará.

— Tú lo conoces, puedes ayudarme.

— Lilit, la vida de Luca me pertenece —levanta las cejas— y solamente yo lo mataré. Puedes hacer con los demás lo que te plazca, pero no te interpongas entre él y yo, ni intentes traicionarme ¿Entiendes? No me importará matarte.

traga saliva. — Vale.

Asiento con la cabeza en silencio. Todo su maquillaje esta preparado encima del lavabo. De verdad quiere empezar esta noche con su venganza ¿Quién soy yo para impedirlo? No pienso entrometerme, tengo muchas cosas que hacer y no puedo distraerme con estupideces. Ni siquiera con ella.

Me doy cuenta de algo que llama totalmente mi atención. Ella se da cuenta y comienza a actuar de una manera extraña e incluso trata de llegar antes que yo al cajón del que sobresalen varias fotografías ¿Quién guardaría fotos en un cajón del baño? Solo alguien que ha intentado esconderlas. Cuando voy a abrir el cajón ella se interpone.

— Son mis cosas.

— Tenemos un trato.

— Es curioso que pongas el trato como excusa cuando tú no me dices la razón de tu venganza, ni me hablas de esa mujer idéntica a mí. —frunzo el ceño. — ¿Quieres qué tengamos confianza?

— No tengo porqué contarte nada. Tú hurgaste entre mis cosas sin mi consentimiento, ahora tengo derecho a hacerte lo mismo.

Oímos la puerta de la habitación abrirse y al instante cierra la puerta del baño dando un fuerte portazo. No quiere que nadie nos vea dentro del baño, pues todo podría empeorar después de que nos descubran tan cerca el uno del otro y en el único punto que las cámaras no pueden ver. Alguien toca la puerta.

— Te dejo el vestido encima de la cama. —dice Stefan. Trata de abrir la puerta pero lo impido empujándola. — Luca me ha pedido que te diga que a las nueve te quiere fuera, preparada y puntual.

— No vuelvas a entrar sin llamar. —contesta Lilit.

— No es la primera vez, deberías estar acostumbrada.

— La última vez saliste gravemente herido de aquí. —le dice, me mira y sonríe. — Es una pena que Delko haya tenido que ir al baño.

— Cuando regrese dile que Luca quiere verlo.

Tras un silencio, oímos la puerta cerrarse de nuevo y ella verifica que efectivamente Stefan se haya ido. Un suspiro sale de sus labios, se acerca a la cama y saca el vestido de la enorme caja en la que esta guardado. Parece que Luca está muy interesado en que resalte esta noche más que ninguna otra mujer. Esto me hace recordar cuando realizó una fiesta para anunciar su compromiso con Dulce y hizo que luciera un vestido muy parecido; rojo, con joyas muy finas y unos guantes.

Nunca dejará de imaginar que Lilit es ella, jamás.

— ¿Por qué siente tanta obsesión por mí pero a la misma vez me odia?

— Porque le recuerdas a aquello que nunca pudo tener. —contesto. — Tuvo que tenerte a la fuerza para demostrarse a sí mismo que si hubiera querido lo habría tenido igual.

Quiere seguir con sus preguntas pero sabe que no es el mejor lugar para hacerlo. A veces olvida que en está mansión hay ojos y oídos en todas partes, que no hay nada que escape de Luca Novak.

— Iré a hablar con él.

— Quiere matarte.

— Es probable que me haya ganado su odio, sí. No me asustan sus amenazas, tampoco sus armas, no pasará nada. —termina de escucharme, pero vuelve a meterse en el baño conmigo. — Tengo que irme.

— Si te conviertes en su objetivo... —calla al verme reír. Casi nunca rio, pero sus palabras lo merecen.

— No necesito que me cuides.

Salgo de la habitación, camino asegurándome que las cámaras no llegan a grabarme y voy hacia el despacho de Luca. En el camino encuentro a Tomás, sentado en un escalón fumando y pensativo. Sus manos están llenas de sangre y tiembla, aunque creo que su temblor se debe a la furia que trasmiten sus ojos perdidos. Stefan sale de una habitación y se detiene a mi lado, no sé porqué pero creo que tiene mucho que ver en esto.

— Tomás, no sabemos como ha podido suceder.

— ¡Este maldito sitio esta plagado de cámaras! ¿Piensas qué alguno de vosotros puede engañarme? —pregunta. Empuja a Stefan que al instante pone la mano en su arma. — Dime quién ¡Habla!

De repente una camilla cruza por mi espalda, giro la cabeza y me doy cuenta cual es la razón de su ira: Devis a muerto. Según me dijo estaba grave, pero no iba a morir. Toda esta sangre no se debe a la herida que Lilit le ocasionó, se debe a algo más.

— Luca se encargará de que el culpable pague. —asegura Stefan.

— ¡Alguien ha matado a mi hermano y yo me encargaré de hacer qué sufra! —exclama. Me mira con el ceño fruncido y regresa la mirada a Stefan. — Ojalá Luca no tenga nada que ver.

Se marcha tras el cuerpo de su hermano. Stefan comienza a reír y no me hace falta nada más. Claro que Luca tiene que ver, claro que han sido sus ordenes, nada pasa entre sus muros sin su consentimiento. Lo que no entiendo es la razón por la que ha perdido el tiempo matando a un adolescente. Según contó Lilit lo estaban preparando, quizás al no demostrar su "hombría" Luca lo descartó. Devis era un buen chico, sin maldad y con algo que Luca no tolera: sentimientos.