Shade. (01)

Capítulo 21.

¿Matarías por mí?

21.

DAMEN.

Regresamos a la mansión. Luca sigue tenso, discute con todos sus guardias e incluso pide que más de sus hombres se queden haciendo guardia esta noche. Debido a sus gritos, Maxim se acerca curioso. Parece que estaba observando todo el lugar.

— Novak ¿Por qué razón gritas? —le pregunta.

— Tenemos que hablar en privado.

Los dos caminan hacia el interior del jardín, por la cara de Maxim se nota bastante que ha oído hablar de mí. Los dos siguen hablando y yo me marcho en busca de Tomás para averiguar cuales son sus intenciones después del fallecimiento repentino de su hermano. Si somos tan parecidos, no tengo duda de que hará cualquier cosa para vengar su muerte.

Lo encuentro en su habitación con varias armas encima de la cama y afilando un cuchillo.

— Yo también estaría furioso en tu lugar. —levanta la cabeza.

— Devis estaba recuperándose. Él pudo decirme quien le disparó antes de morir.

Lilit.

— ¿Puedes decírmelo? —sonríe con sarcasmo.

— No necesito ayuda y muchísimo menos un guardaespaldas.

— Necesitas que no te atraviesen nada más salir de está habitación por ser un impulsivo que no piensa antes de actuar. —sujeto una de sus armas— Fui tan joven como tú. Tan impulsivo, cruel y vengativo como tú, pero hay algo que debe sobresalir de ti y debe ser lo que más teman al oír tu nombre. Se le llama inteligencia. Debes ser tan inteligente que nunca puedan adelantarse a tus planes.

— Han matado a mi hermano mientras me duchaba ¿Piensas qué voy a pararme a pensar? Voy a matar a ese hijo de puta aunque sea lo último que haga en esta vida y nadie va a poder impedirlo.

Cree que ha sido un hombre.

Devis no culpó a Lilit, tal vez porque sabía que ella no tuvo la culpa de lo que pasó. Lo que me lleva a descubrir al verdadero culpable y acusado de su muerte: Stefan.

— Piensa, Tomás. Puedes hacerlo calmado y sin levantar sospechas.

— ¿Quién eres, Delko? —pregunta y a su vez se levanta. — No hablas como un simple guardaespaldas, hablas y actúas como un asesino. Sabes como y cuando atacar, tienes control sobre ti mismo y enfrentas a Luca sabiendo que puede matarte.

— Solo soy inteligente y he aprendido que para ganar respeto no se debe agachar jamás la cabeza ante nadie, ni siquiera frente un rey.

Limpio el arma y se lo regreso. Sus profundos ojos grises me observan analizadores, con desconfianza pero a su vez con mucha curiosidad. Robert le hizo vivir cosas espantosas para convertirlo en un psicópata. Lo llenó de traumas, lo hizo desconfiado e impidió que desarrollara las emociones de un adolescente. Él solo sabe sobrevivir, nada más.

Yo nací siendo malvado, pero fue mi padre quien despertó a base de golpes y abusos al monstruo que dormía en mí.

Mateo el hermano de Lilit, cruza por la habitación. Los dos tienen la misma edad e incluso un cierto parecido. Cuanto más los miro, más difícil se me pone saber quien es mi hijo. Deseo que mi hijo sea Mateo, él aunque ha visto cosas horribles no se ha convertido en una mala persona, al contrario que Tomás, él es quien verdaderamente se parece a mí y ojalá Lucas lo hiciera con el objetivo de confundirme.

Aunque por más que lo quiera, creo que Theo ha sido castigado por mis pecados.

🖤

LILIT.

¿Preparada? Realmente no.

Estoy convencida de lo que estoy haciendo, pero aterrada. Tengo que comportarme como una esposa modelo que no odia a su esposo y no sé si podré hacerlo. Tengo la valentía y fuerza suficiente para conseguir lo que me propongo, pero Damen tiene razón con Luca. No es una persona estúpida, tampoco fácil de engañar y al más mínimo fallo no dudará en castigarme severamente.

— Sí. Según me han dicho Lilit duerme en esta habitación. —escucho. — Hace mucho que no la veo.

Maxim.

Retrocedo rápidamente y busco con desespero el arma que Damen me dio. El pomo de la puerta gira con rápidez y él entra. Después de Luca, Maxim fue quien más dolor me causó con todos sus abusos y torturas. Le excitaban mis gritos y sollozos, disfrutaba tanto que incluso grabó varias veces todo lo que me hacía. Verle de nuevo me hace revivirlo todo como si tan solo hubiera pasado ayer, y pues verle me hace sentir un pánico que me nubla por completo el juicio.

— Estás mucho más hermosa, Lilit. —dice con descaro, sonriéndome malvadamente.

— Vete.

— ¿Irme? —cierra el cerrojo. — ¿Por qué me iría si estaba esperando ansioso este momento?

— Luca ya no permite esto, es mejor que te marches.

— Es mi socio, seguro que entenderá que a veces hay necesidades básicas que no cualquiera puede cubrir. —camina hacia mí. Retrocedo lo más que puedo hasta chocar con el cabecero de mi cama. — No imaginas lo mucho que he extrañado verte así.

— No tienes idea, Maxim. Morirás si pones un solo dedo sobre mí.

— ¿Crees qué Luca matará a su socio por una simple mujerzuela? —ríe a carcajadas. — Enfurecerá y después solo entenderá que eres una provocativa.

Consigue acorralarme, cuando trato de escapar me agarra del cuello y presiona mi cabeza con la pared mientras con la mano izquierda trata de tocarme. Me tira en la cama tras darme una fuerte bofetada y comienza a desabrocharse el cinturón, luciendo una enorme sonrisa de satisfacción. Doy patadas para impedir que me inmovilice con su cuerpo, hasta que me las sujeta para abrirlas. Pasa la lengua por mi muslo y seguidamente relame sus labios.

— Una lástima no poder grabar nuestro reencuentro.

Consigo llegar a la pistola escondida bajo mi almohada. Le doy una fuerte patada en la cara y ruedo por la cama hasta conseguir llegar al otro lado. Lo apunto furiosa. Me veo reflejada en el espejo, con la ropa rota y el labio sangrando.

Maxim aplaude.

— ¿Vas a disparar? —pregunta limpiándose la sangre de la ceja. — Tú no puedes hacerle daño ni a una mosca.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.